La carta la firman 39 senadores: además de los del Frente de Todos, figura Adolfo Rodríguez Saá.
- ¿Por qué no firma CFK? -fue la pregunta obvia.
- Firman legisladores, nadie del PEN. (Risas)
Cristina fuma bajo el agua. Cuando la mayor parte de la dirigencia política de este país va, ella ya fue y volvió dos veces. Por eso a nadie extraña que, en medio de los fuertes cuestionamientos que -en voz baja- le viene formulando al desempeño del Ejecutivo conducido con no poca dificultad por su "delfín" Alberto, la dura carta suscripta por todos los representantes del oficialismo en la cámara Alta en medio de las negociaciones con el Fondo Monetario dirigida a la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, sea parte de una estrategia para presionar al gobierno que ella misma integra, con vistas a cerrar un acuerdo que no perjudique a la Argentina.
Los senadores del Frente de Todos directamente acusan al FMI de financiar la fuga de capitales durante el gobierno de Mauricio Macri. A su vez, piden "no condicionar la política económica de Argentina".
El comunicado tiene la firma de todos los legisladores oficialistas (más la del puntano) y plantean diferencias con el organismo internacional en varios puntos. "Es necesario entender qué falló al momento de gestionarse los fondos que tan irresponsablemente ese organismo le prestó a la Argentina", sostiene la misiva enviada ayer.
También argumentan que el organismo rompió su estatuto al otorgarle dólares al macrismo para "hacer frente a una salida considerable de capitales", y piden conocer "cuáles fueron las medidas de control que tomó el FMI para auditar que el dinero otorgado al gobierno anterior no se convierta en fuga de capitales".
En el mismo sentido, llaman al organismo a que desmienta los trascendidos periodísticos respecto a que el FMI prestó el dinero para que Mauricio Macri obtenga su reelección. "Sería necesario que el Fondo confirme o desmienta estas apreciaciones, puesto que estaríamos ante un antecedente gravísimo de influencia e injerencia del FMI para que un determinado sector político obtuviese el triunfo en las elecciones", consignan.
La carta también habla de la "larga y fracasada" historia de los acuerdos entre la Argentina y el FMI, aludiendo a que el organismo no debe interferir en las decisiones de política económica del país.
"Siempre fue muy alto el deterioro social asociado a la aplicación de los programas del FMI a lo largo de la historia Argentina, con aumento de la pobreza, la indigencia y el desempleo. Es necesario entender qué falló al momento de gestionarse los fondos que tan irresponsablemente ese organismo le prestó a la Argentina", sostienen.
Por último, manifiestan: "Solicitamos se abstengan de exigir o condicionar las políticas económicas de Argentina para los próximos años". Y también piden por la "reconsideración de los intereses", los plazos "para comenzar los pagos anuales a partir de 2025" y un "plazo de amortización en varias décadas".
Evidentemente Cristina trató de despegarse de la autoría intelectual del escrito. Pero a nadie se le escapa que su influencia fue trascendental en la concepción de la iniciativa y en el tono que se le imprimió a la esquela. "Hay párrafos que perfectamente los podría haber dictado textualmente la Jefa", confió un colaborador del despacho cristinista en el Senado.