Los senadores de Juntos por el Cambio piden que no sean tratados los proyectos que ellos mismos presentaron. Aseguran que el oficialismo quiere modificar la mayoría que se requiere para nombrar al procurador General. Desde el bloque de Frente de Todos catalogaron la postura como “un disparate”.

Mientras el país enfrenta una de sus peores crisis económicas y alcanza el quinto puesto mundial entre los países con más contagios por coronavirus, en el Senado la oposición se niega a tratar proyectos que fueron presentados por ellos mismos. Se trata de una serie de iniciativas para reformar la Ley del Ministerio Público Fiscal, cuyo debate se abrió ayer en la Comisión de Justicia y Asuntos Penales de la Cámara alta.

“El oficialismo hace uso de proyectos de la oposición. Esto es lo que pasa. Y me pregunto cuál es el proyecto del oficialismo”, dijo ofuscado el senador cordobés de Juntos por el Cambio (JxC), Ernesto Martínez. "Si quieren hacer eso, presenten un proyecto, pero no nos utilicen", desafió su compañera de bloque Laura Rodríguez Machado.

La inédita discusión se inició ayer cuando desde el bloque del Frente de Todos (FdT) se avanzó sobre el estudio de tres iniciativas para reformar de la Ley de Ministerio Público Fiscal. Sin embargo, los senadores de la oposición que redactaron los proyectos, pidieron que los mismos sean retirados. Y como si se tratara de una pelea infantil, desafiaron al oficialismo a realizar presentaciones propias.

Sucede que desde el bloque opositor sospechan que la intención del FdT es modificar el número con el cual se debe elegir al Procurador General de la Nación. Los senadores del frente gobernante rechazaron esa acusación.

El presidente del bloque de Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff, justificó el retiro de los proyectos porque "esto no es un juego de inocentes", y dijo que si el oficialismo quiere nombrar a su propio procurador que "activen el procedimiento que prevé la ley y si cuentan con los números, habrá procurador". Al no reunir los dos tercios de votos -dijo el senador- insisten en querer “modificar la mayoría de dos tercios”.

El gato y el ratón invierten de roles

No está de más decir que detrás de la postura caprichosa de la oposición, se encuentra la viveza del oficialismo. Quienes antes se negaban a tratar las modificaciones que se impulsaron cuando el presidente del país era Mauricio Macri, ahora quieren que se traten lo antes posible.

La cuestión que está en juego no es menor. Al igual que antes lo intentó hacer Macri, hoy el presidente Alberto Fernández también quiere que el jefe de los fiscales sea alguien alineado al Gobierno.

El oficialismo quiere que el juez federal Daniel Rafecas sea el jefe de la Procuración, cargo que actualmente ocupa de manera interina Eduardo Casal, designado por el macrismo después de la renuncia de Alejandra Gils Carbó. El pliego del magistrado, propuesto por Fernández, permanece en la Comisión de Acuerdos y no avanza porque el oficialismo no cuenta con los dos tercios necesarios para aprobar su designación, ya que la oposición se niega a votarlo.

"Lo que observo es una actitud deliberada de trabar, entorpecer, romper todo, cuanto peor mejor, se ve que no se quiere cambiar nada ni reformar nada", dijo el senador rionegrino Martín Doñate tras calificar la postura de la oposición como "un disparate".

A su turno, la santafesina María de los Ángeles Sacnun (FdT) subrayó: "Ninguno de estos proyectos modifican las mayorías requeridas. Por otra parte, pregunto qué mayoría requerida tiene Casal para ocupar el lugar que sigue ocupando, con las tropelías que ha cometido".

Por su parte, Martín Lousteau (JxC) -autor de una de las iniciativas en debate- preguntó: "Me gustaría saber cuántas veces una comisión trató proyectos cuyos autores solicitaron que se retiren". Para el senador K Martín Doñate, la oposición sufre de “esquizofrenia política”.

Dos bloques y la misma imagen

Entre los puntos más importantes de los proyectos en discusión, se establecen cambios en el tiempo de duración de los mandatos del Procurador y del Defensor General, la imposibilidad de que ambos sean ser reelectos, y que la elección de ambos cargos debe hacerse por los votos de los dos tercios de los senadores presentes. Las iniciativas habían sido presentadas entre fines del año pasado e inicios del actual, primero para confirmar el reemplazo de Gils Carbó y luego para blindar a Casal.

El pleno del Senado deberá resolverá si siguen vigentes los proyectos en discusión, que fueron redactados por Lousteau y Lucila Crexell. No será un inconveniente para el oficialismo que mantiene la mayoría.

“Queremos hacer un análisis profundo de las características que debe tener la ley que regula el funcionamiento del Ministerio Público Fiscal”, dijo el presidente de la Comisión de Justicia, Oscar Parrilli. Además, recordó que durante la gestión kirchnerista hubo "dos procuradores, (Esteban) Righi y Gils Carbó, en ambos casos aprobados con dos tercios, así que ese es el antecedente".

Al cerrar el debate por videoconferencia, cuya extraña discusión duró casi tres horas, Parrilli anunció que convocó a otra reunión para el próximo viernes a la tarde para escuchar la opinión de especialistas.

Mientras el oficialismo pedía despachar lo más rápido posible un asunto, la misma oposición que impulsó los proyectos ahora reclama que se traten cuestiones vinculadas a la pandemia, aduciendo que la reformas en la Justicia pueden esperar. Un verdadero espectáculo de oportunismo político de dos bloques antagónicos, que cada tanto intercambian de roles.