Horacio Rodríguez Larreta elevará al Gobierno nacional el pedido de quita de planes sociales a aquellas personas que cortan las calles con el fin de buscar una solución a los numerosos piquetes que interrumpen la circulación en la Ciudad de Buenos Aires, tal como ocurrió durante la semana pasada, cuando hubo dos días seguidos de acampe en la 9 de Julio, principal avenida de la Capital Federal.
Al respecto, el jefe de Gobierno porteño consideró: “Lo que pasó acá fue una extorsión. Usan a la gente, la traen en colectivo extorsionados porque si no vienen les sacan el plan porque el plan lo manejan las organizaciones que usan a los chicos y a las mujeres. Son unos cobardes”.
A lo que agregó: “Les pedimos que les saquen los planes sociales; los planes sociales tienen como condicionalidad que los chicos vayan a la escuela; hagan cumplir la ley y saquen los planes sociales a esa gente y así no van a venir más”.
En este sentido, reconoció que sintió "mucha bronca" que miles de personas hayan tenido que acampar durante dos días sobre la avenida 9 de Julio y señaló que “no concurrió de forma espontánea”. “En vez de que el Estado maneje los planes, los manejan organizaciones que los extorsionan. Ponen a los chicos como escudo para que no los desalojen y los chicos tiene que estar en la escuela no acampando”, comentó indignado.
Lo que se dijo
El ministro de Desarrollo Social Juan Zabaleta expresó que se debe mantener el diálogo y al mismo tiempo exigió cambiar la modalidad de protesta. A su vez, reconoció que se trata de un conflicto de "laburantes contra laburantes" en el que no se hace más que "apretar a los argentinos".
"No hace falta cortar la calle para poder conversar conmigo o con mi equipo. Hay que buscar otra modalidad de protesta. Comprendemos que hay derechos constitucionales y claramente lo respetamos, pero basta de apretar a los argentinos", expresó.
En la misma línea, el ministro de Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro reveló: “Esperemos que la Nación haga algo. La Policía de la Ciudad detuvo a quienes apedrearon el despacho de la vicepresidenta, y el Gobierno le quitó los planes. Ahora esperamos que hagan lo mismo con quienes acampan o cortan el microcentro porteño interrumpiendo la circulación de miles de personas”.
Y consideró: "vamos a hacer hasta lo imposible para no volver a tener una situación similar a la del viernes pasado, pero para eso necesitamos que el gobierno nacional ofrezca respuestas concretas que ayuden a evitar las manifestaciones y, además, muestren la misma firmeza que cuando decidieron sacarle los planes a los dos violentos que atacaron el despacho de la la vicepresidenta".
Para el gobierno porteño, el último acampe de 48 horas fue “un acto político”. Hay dirigentes de la oposición que aseguran que la protesta de dos días costó unos $40 millones.
Por este motivo la Ciudad, insistirá en que las fuerzas de seguridad de Nación controlen los trenes para no permitir que cientos de militantes se trasladen hacia la estación Constitución con elementos propios para un acampe. Además de controlar los accesos a la Ciudad, como Puente Pueyrredón y Puente La Noria.|