En horas de la medianoche del lunes, una banda delictiva conformada por nueve encapuchados, que se movilizaron en distintos vehículos hasta el parque Lezama y luego a pie, arrojaron varias bombas molotov contra la puerta de ingreso del diario Clarín e inmediatamente se dieron a la fuga. Si bien no hubo heridos ni pérdidas materiales, la intencionalidad fue clara y lo que se pudo observar fue un violento ataque al periodismo. Por su parte, la justicia lo caratuló como “intimidación pública”, por el juez a cargo del caso, Luis Rodríguez del Juzgado Federal N° 9.
De las bombas arrojadas seis estallaron, una no explotó y otra quedó intacta, apoyada sobre una vereda. Fue esta última la que permitió aislar una huella digital. El rastro fue cotejado por la base de datos del Renaper, que contiene las huellas del DNI de todas las personas documentadas, y con la base de datos de personas con antecedentes penales, pero no se lograron establecer coincidencias.
Ante los resultados negativos, la Justicia especula con que uno de los agresores podría ser extranjero, por esto, solicitará a la Dirección de Migraciones que compare con sus propios registros.
Además, desde Tribunales ordenaron la búsqueda de testigos y el relevamiento de las cámaras de seguridad del diario y de los edificios aledaños.
¿Qué habría detonado el ataque?
Por el momento la Justicia se encuentra investigando el hecho, pero comienzan a surgir algunas aristas e hipótesis preliminares. Por un lado, se sabe que el hecho ocurrió luego de que el diario publicara una investigación sobre el modus operandi de las brigadas policiales ilegales en el sur de CABA, por lo que los diputados Leandro Santoro y Victoria Montenegro presentaron una denuncia ante la posible existencia de una asociación ilícita entre policías y funcionarios de la Ciudad.
Por otro lado, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, recordó en diálogo con LN+ un tuit que “habría anticipado” el atentado, por lo que pidió al Gobierno trabajar en una política preventiva.
El mensaje en cuestión, fue posteado por el usuario de Twitter identificado como Aníbal Bryndum, quien de forma intimidante expresó: “Hay que salir ya a quemar al multimedios”, pero luego “la red social eliminó” o el usuario se dio de baja, comentó la ex ministra de Seguridad.
“Es preocupante porque hubo un aviso de Twitter que habló de lo que iba a pasar” afirmó Bullrich y agregó: “Tiene que haber una política de prevención, de alerta inmediata, de todas las fuerzas de seguridad frente a un aviso”, dijo en referencia a lo que ocurrió a través de las redes, por lo que sugirió un “rastreo” que permita anticipar hechos similares.
“Si uno hace un control de medios, con palabras como “quemar ya”, que es una frase que entra dentro de un vocabulario de violencia, eso inmediatamente tendría que haber sido analizado, estudiado, y prevenido”, sostuvo.
Por otra parte, consideró que la agresión a la sede del Grupo Clarín está asociada a un discurso crítico “respecto de los medios”, en este sentido, mencionó el caso del gobernador chaqueño Jorge Capitanich, quien pidió “regular” a las empresas de comunicación.
Repercusiones
El grupo de medios Alpha Media repudió este martes el "ataque incendiario" al que consideró "una demostración de intolerancia" hacia "un grupo de Medios" y pidió "el rápido esclarecimiento y sanción a sus responsables".
El presidente Alberto Fernández condenó el hecho y apoyó la búsqueda de los responsables a quienes acusó de alterar la convivencia democrática.
La secretaria de Medios, Valeria Zapesochny, se sumó a las palabras del presidente y agregó que “desde la Secretaría de Medios de Comunicación, expresamos nuestro más enérgico repudio a los hechos ocurridos en el diario Clarín”
En un tono similar, La Cámpora emitió un comunicado y lo compartió a través de un hilo en Twitter:
Desde la UCR, el diputado Alfredo Cornejo solicitó el inmediato esclarecimiento del hecho y expresó sus solidaridad con los trabajadores de ese medio.
Desde la oposición también hubo un enérgico rechazo al ataque contra el edificio en el que funciona el matutino, con el repudio del expresidente Mauricio Macri, recién llegado al país desde Arabia Saudita.
Por su parte, Horacio Rodríguez Larreta expresó:
Asociaciones periodísticas como FOPEA y ADEPA también condenaron el hecho calificándolo como un acto de intolerancia e intimidación al trabajo de la prensa.|
