La conspiración de los jueces: “Ya me aseguraron que no va a salir nada en los medios de De Sousa” – Negocios & Política
 

Escapada a Lago Escondido |La conspiración de los jueces: “Ya me aseguraron que no va a salir nada en los medios de De Sousa”

Ni bien se filtró la noticia del escandaloso viaje de los magistrados de Comodoro Py junto a ejecutivos de Clarín y funcionarios de Cambiemos a la estancia de Joe Lewis, sus protagonistas comenzaron a tejer una serie de estrategias para intentar salir del ojo de la tormenta. La singular participación de un alto funcionario de Casa Rosada y su efectivo poder residual sobre C5N, el canal de Fabián De Sousa. Varias menciones a periodistas. Insultos, burlas y el decisivo papel del juez Ercolini en la arquitectura de las coartadas. Todas las operaciones de prensa que planearon los jueces de la “escapada” a la Patagonia.
Justicia
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"Ahí me anda escribiendo Ari Lijalad, del New York Times, perdón, del Destape", arranca un sorprendentemente desacartonado Julián Ercolini. No es otro que el magistrado a cargo del Juzgado Criminal y Correccional N°10 de Comodoro Py y uno de los más participativos en el chat de Telegram armado por el sobrino de Héctor Magnetto y alto ejecutivo de Clarín, Pablo Casey.

Casey y Jorge Rendo, CEO de Clarín formaron parte de ese viaje y también del grupo de Telegram. En la plantilla también figuran el exjefe de Legales de la SIDE Leonardo Bergroth, muy cercano a Antonio Stiusso, y el especialista en medios y campañas digitales Tomás Reinke. El resto de la lista la completan los jueces Pablo Yadarola (Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 12), Carlos “Coco” Mahiques (Cámara Nacional de Casación Penal), Pablo Cayssials (Juzgado Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal N°9). Y se le agregan dos figuras estratégicas: el ministro de Seguridad del gobierno de Larreta, Marcelo D’Alessandro; y Juan Mahiques, hijo del camarista y fiscal General de la CABA.

Silencio garantizado en los medios de De Sousa

El grupo se armó el 17 de octubre de este año, luego de que Página 12 publicara detalles del viaje singular viaje a la estancia de Joe Lewis.

En el acto, los señalados en la nota (y también los que fueron omitidos) buscaron organizarse para unificar el discurso o el silencio mediático, y falsificar pruebas para quedar al margen de la controversia.

El intercambio de opiniones y posturas resulta continuo. Se percibe que había una gran ansiedad entre los integrantes de aquel grupo, que hacía días nada más habían disfrutado de las delicias de la estancia más exclusiva de la Patagonia.

Lo que se vislumbra a lo largo de todo el chat en este insólito grupo es la gran preocupación por la escalada mediática que el episodio pudiera tener. Y es entonces ahí donde sus integrantes hacen valer a pleno sus conexiones mediáticas para garantizarse la impunidad, y en la medida de lo posible, también el buen trato por parte de la prensa.

"Gente: me acaba de llamar Julián Leunda. Parecía que hubiera venido con nosotros. Caliente con (Tuny) Kollman por la nota", cuenta Pablo Casey, el alto directivo de Clarín.

Leúnda no es nada menos que el jefe de asesores de Alberto Fernández. Pero hasta el cambio de gobierno, no era otro que el director periodístico de C5N. "Textual -continúa el directivo de Clarín-: Me aseguró que no sale nada en los medios de De Sousa".

Gente: me acaba de llamar Julián Leunda. Parecía que hubiera venido con nosotros. Textual:Me aseguró que no sale nada en los medios de De Sousa.

Pablo Casey, Ejecutivo de Clarín

"A mí también me llamo en los mismos términos y aclarándome que no piensan dar el tema", ratifica Yadarola.

Los restantes miembros del grupo opinaban con gran satisfacción. El silenzio stampa comenzaba a construirse.

De cualquier modo, el revoloteo de periodistas interesados en consultar (o en arrojarse sobre la granada) no dejaba de ser incesante. Al menos eso percibía Ercolini, quien comentaba preocupado: "Infobae anda preguntando".

Carlos Coco Mahiques: -¿Quién?

Julian Ercolini: -Patricia Blanco. A esta altura no sé si responderle que no ocurrió, o no darle bola.

Juan Maiques: -Fuego amigo…

La estrategia de "control de daños" parecía estar surtiendo efecto. El que retoma la iniciativa es otra vez Ercolini, tal vez pensando que era el que más tenía por perder en caso de que se conocieran los detalles de la singular escapada. "¿Alguien habló con Capiello? Me anda escribiendo". Se refiere a Hernán Capiello, periodista de judiciales La Nación. "Claro. Para unificar", contesta el magistrado, muy consciente de la necesidad de unificar el discurso y las coartadas, algo que demuestra a lo largo de todo el chat que en sólo tres días incluye 712 intervenciones de sus diez integrantes.

"Se sabe algo más de Capiello?", pregunta el "especialista en medios" Tomas Reinke. "Avisen, que (si no) lo llamo a (José) del Río", se ofrece, aludiendo al director periodístico de La Nación. La idea, claramente, era salir a operar fuerte hacia los timoneles de los medios amigos, para frenar cualquier escalada del tema en la agenda. "Le dije 'todo fake'", los tranquiliza -quién si no- Ercolini, contando lo que le contestó al periodista de La Nación.

Jueces desbarrancando

En cierto momento, el miedo a una denuncia judicial o a que se les abra una causa en el Consejo de la Magistratura comenzó a preocupar. Por esa razón, las estrategias para salir del ojo de la tormenta fueron de lo más variadas, y casi ni ninguna de ellas dentro del terreno de lo legal, o al menos de lo que se podría esperar de un magistrado o un alto funcionario.

En determinado momento, uno de ellos propone algo insólito: "¿Por qué no filtramos las fotos de Santamaría en Lago Escondido y cambiamos el eje?".

A decir verdad, de ninguna parte de la conversación se desprende que Víctor Santamaría, director de Grupo Octubre y de Página 12, haya participado de la "escapada". Más bien se entiende que el también secretario general del gremio de los porteros estuvo en ese lugar en una ocasión anterior, y que los jueces tal vez disponen de una "carpeta" sobre él para "activarla" en caso de "necesidad".

Pablo Cayssials, juez en lo Contencioso Administrativo parece darse cuenta de que están desbarrancando. Por eso interviene: "Pensemos fríamente antes de cualquier movida".

El que escribe ahora es Jorge Rendo, CEO de Clarín y también presente en el viaje y en el chat. Con criterio estratégico y lectura del escenario, advierte: "Muchachos. Todo eso funciona si no aparecemos Pablo (Casey) y yo. Si aparecemos, me parece qué hay que buscar otra solución", sostiene.

Rendo se da cuenta de que podría ser "aceptable" un “viaje de placer” protagonizado por un grupo de jueces amigos. Ahora, si hay dos altísimos directivos del multimedio señalado desde hace mucho tiempo de coordinar operaciones con esos mismos jueces, las explicaciones probablemente debían ser otras.

Por eso, el CEO vuelve a marcar la estrategia: "Yo creo que hay que parar un poco la pelota, ver que sale mañana, hacer evaluación de daños y ahí recién, tomar una decisión".

Buscando a una vocera

La última jugada mediática que quieren buscar los jueces es conseguir a una periodista que les hiciera de "vocera". La elegida es Paz Rodríguez Niel, una de las editoras de La Nación. El nombre lo lanza Julián Ercolini, luego de que la periodista le escribiera consultándole por el episodio.

Yadarola se entusiasma y dice que "quizás sea una persona que pueda empezar a instalar esta verdad de nuestra parte".

El encargado de hacer la gestión será el propio Ercolini, quien toma la iniciativa y levanta el teléfono para reclutarla. El objetivo, por un lado, era evitar que La Nación se sumara a los cuestionamientos, y por el otro era pedirle ayuda para instalar la visión de que en realidad habían sido espiados por el Estado.

El resultado sería el esperado. "Quería contarles un poco la charla con Paz", arranca Ercolini, tranquilizando al resto de sus compañeros, al adelantarles que en La Nación no tenían intención de hacer ningún tipo de nota sobre el viaje.

"Yo le conté que era un viaje privado, una operación que armaron sobre la vida privada de los demás", cronica Ercolini. "Era una oportunidad, fuimos dos noches y la pagamos", cuenta el juez acerca de la mentira que lograron instalar ante la editora de La Nación.

Silenciar a la principal amenaza

La mayor preocupación de los viajeros era la expectativa de que el canal C5N toamra el tema y lo llevara al centro de la agenda. “El tema es C5N", sostiene probablemente con fundamento Pablo Casey.

Sin embargo, esa preocupación por C5N comienza a ser definitivamente disipada por el mensaje que de Carlos "Coco" Mahiques. El juez de la Cámara de Casación Penal lleva tranquilidad al contar que lo llamó Leúnda. "Me aseguró que bajo el tema de la grilla de Víctor Hugo Morales. Y un colega lo escucho retándolo a Duggan. Veremos".

Esto resulta llamativo, porque de ser efectivamente así, implica que un funcionario del Ejecutivo Nacional, Leúnda, tiene todavía potestades para "bajar de la grilla" toda una temática en un programa de un canal que generalmente juega hacia el oficialismo. ¿Acaso Leúnda sigue siendo ejecutivo en el Grupo Indalo mientras es funcionario nacional? Los resultados parecen indicar que sí.

Casey cuenta que está haciendo algo parecido a una auditoría de medios con el programa de Morales en esa señal. "Hasta ahora, nada", reporta, a las 19:46 de ese 17 de octubre.

Ercolini interviene en modo wachiturro: "El dolor de panza que me da ver al hijo de puta de Víctor Hugo, por dios. Pero no dijo nada". Y continúa: "Ahora viene el infeliz del Gato (Gustavo Silvestre), que está con Irina".

Pablo Yadarola: -Esa es la que me dejó 3 mensajes. Nunca atendidos por supuesto.

Carlos Mahiques: -¡Una hija de remil putas!

Luego el propio camarista Mahiques lleva tranquilidad al resto. "Cero, Víctor Hugo NADA dijo. Y ya terminó. Leunda dixit". La última frase da cuenta de que el jefe de asesores de Alberto Fernández no había fallado a su compromiso de mantener el silencio en el medio propiedad de Fabián De Sousa.

Cero, Víctor Hugo NADA dijo. Y ya terminó. Leunda dixit.

Carlos Mahíques, vocal de la Cámara Nacional de Casación Penal

"De igual manera, limpiemos las armas por las dudas...", interviene Pablo Yadarola, que no quiere confiarse. A menos de dos meses de aquel episodio, da la sensación de que los esfuerzos de los viajeros al punto más exclusivo de la Patagonia Argentina para tapar el escándalo, dieron sus resultados. Nadie negará a esta altura que no valió el esfuerzo. Claro, hasta la aparición de sus intercambios en el grupo de Telegram.

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