El último capítulo de la saga que mantiene en vilo al país terminó anoche con la imagen del presidente Alberto Fernández yéndose en helicóptero de la Casa Rosada, minutos antes de la difusión de los nuevos integrantes del plantel del Gobierno. La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner había conseguido desplazar al jefe de Gabinete y al jefe de Comunicación del mandatario.
Santiago Cafiero fue designado como Canciller, en lugar de Felipe Solá, y el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, asumirá la jefatura de Gabinete. Aníbal Fernández conducirá el ministerio de Seguridad, que era ocupado por Sabina Frederic. Julián Domínguez será el nuevo ministro de Agricultura, en reemplazo de Luis Basterra. Jaime Perzyckirá a la cartera de Educación para ocupar el puesto de Nicolás Trotta. Daniel Filmus irá a Ciencia y Tecnología, donde se encontraba Roberto Salvarezza. Y Juan Ross sustituirá a Juan Pablo Biondi en la secretaría de Comunicación y Prensa.
Oficialmente se informó que los nuevos miembros del Gabinete realizaran la jura de rigor el próximo lunes a las 16 en Casa de Gobierno.
En su cargo seguirán Juan Cabandié en Ambiente y Desarrollo Sostenible, Tristán Bauer en Cultura, Jorge Taiana en Defensa, Martín Guzmán en Economía, Matías Kulfas en Desarrollo Productivo, Juan Zabaleta en Desarrollo Social, Jorge Ferraresi en Desarrollo y Hábitat, Elizabeth Gómez Alcorta en Mujeres, Géneros y Diversidad. También continuarán Gabriel Katopodis en Obras Públicas, Carla Vizzotti en Salud, Claudio Moroni en Trabajo, y Alexis Guerrera en Transporte.
Interna y purga tras la derrota
Lo que quedó en el ambiente político es que Fernández cedió ante Cristina Fernández de Kirchner. El enfrentamiento explotó después de la catastrófica derrota que sufrió el Frente de Todos, el domingo último en las primarias.
El Gobierno entró en crisis y las críticas de kirchnerismo contra el jefe de Estado aumentaban con el paso de las horas. El martes por la noche, el presidente y la vicepresidenta se reunieron en la Quinta de Olivos, allí se habrían acordado cambios como consecuencia de la derrota, pero los detalles de estos no trascendieron.
La maniobra para dinamitar el Gabinete de Fernández se inició cuando el miércoles, el ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro, puso su renuncia a disposición para presionar los cambios en el equipo ministerial. El funcionario pertenece a La Cámpora y es uno de los principales cuadros que responden directamente a la presidenta del Senado. Después un pelotón de funcionarios K presentaron su dimisión.
Las horas que siguieron fueron de maratónicas reuniones entre Fernández y sus principales colaboradores. Buscaron el apoyo de gobernadores, de intendentes y hasta de la CGT. El objetivo era frenar el evidente avance de CFK.
Pero ella, el jueves por la tarde, escribe una carta en la que fulmina la gestión del presidente. Fue una herida mortal a la embestidura del jefe de Estado, dejó su autoridad en una posición de absoluta debilidad.
Algunos pensaron que el presidente iba a tomar una postura fuerte para demostrar su poder. Hablaban sobre que se aceptaría la renuncia a los funcionarios kirchneristas que la habían presentado. También se dijo que iba a proteger a sus miembros del gabinete. Nada de eso sucedió.
Fernández aceptó echar a su hombre de confianza, el secretario de Comunicación y Prensa. Tampoco esperó demasiado en enviar a su jefe de Gabinete a otra cartera. Entregó la plaza para salir de la crisis.
Manzur, quien había sido mencionado por la vicepresidenta para ocupar el cargo de jefe de Gabinete en la carta pública, se reunió el jueves con el presidente en la Quinta de Olivos. Ese día también se reunió con el gobernador de San Juan, Sergio Uñac; y ayer lo hizo con el de La Rioja, Ricardo Quintela.
Dos meses para las elecciones
Ahora parece estar claro que la figura más fuerte del Gobierno es la de Cristina, así lo manifiestan desde la oposición y desde el kirchnerismo no hacen nada por negarlo. También están quienes dicen que ella llevará las riendas desde la presidencia del Senado y que la figura de él quedará reducida a la imagen de un primer ministro.
Habrá que ver cuánto dura esa imagen. Si los números de las PASO se mantienen en las elecciones legislativas de noviembre, Cristina Fernández de Kirchner perderá el cuórum en la Cámara alta. |
