El proyecto, que ingresó el viernes por la noche y sería tratado en Marzo en la Cámara de Diputados permitiría que solo paguen Ganancias los salarios superiores a $150.000 y las jubilaciones superiores a ocho haberes mínimos.
El Gobierno busca así mejorar el salario de bolsillo de millones de trabajadores que destinan la mayor parte de sus ingresos al consumo, pero también es un mensaje político en vías de una reforma impositiva. Es que con esta modificación, el Impuesto a las Ganancias solo lo pagarían el 10% de los contribuyentes con mayores ingresos y las jubilaciones de privilegio.
Para fin del año 2020, el Impuesto a las Ganancias afectaba a unas 2,3 millones de personas, el 25,6% del total de los contribuyentes en relación de dependencia. Con la actualización anual del impuesto de acuerdo a la ley vigente a partir de enero de este año, 300.000 trabajadores dejan de estar alcanzados por el tributo siendo en el caso de los solteros, el piso de $ 74.810 mientras que casados con dos hijos es de $ 98.963.
La disputa por el salario
En rigor a la verdad, la iniciativa descomprime también las discusiones salariales que por esta semana llevan adelante el equipo económico del Gobierno y los sindicalistas de la CGT. Es que el techo de los aumentos paritarios del 33% que el gobierno puso a los sindicatos – y que ellos niegan- podría ser más fácilmente digerido por la central obrera si a eso se le suma el fin del impuesto a las ganancias para la mayoría de los trabajadores.
En los hechos, los más favorecidos serían los trabajadores de la industria. Teniendo en cuenta que por cada sector dejarían de pagar el gravamen 178.000 (58%) de la industria manufacturera; 133.000 (65%) del transporte, logística y almacenamiento; casi 106.000 (74%) de comercio mayorista y minorista; 48.000 (46%) del sector financiero y casi 27.000 (54%) del rubro de la construcción.
“Debemos tener un sistema tributario más progresivo. Hoy paga más en proporción a su ingreso de ganancias una enfermera o un barrendero que una empresa minera o un bingo”, dijo el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa, para justificar el proyecto.
La jugada es también interesante para muchos empleados públicos y jubilados. En la provincia de Buenos Aires 569.000 empleados y jubilados dejarían de pagar el impuesto, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires 157.000, en Córdoba 103.000, en Santa Fe 98.000 y en Tucumán 30.000. Todos números que ayudaran al gobierno a cambiar el humor social en medio de un año electoral.
Aceptación de la CGT
Tras conocer el envío del proyecto presentado por Massa, la Confederación General del Trabajo manifestó su acompañamiento a la iniciativa parlamentaria y consideró mediante un comunicado de prensa que “este proyecto atiende un eje de la propuesta electoral de la coalición gobernante y transita el camino correcto para terminar con la inequidad tributaria que se consolidó en los últimos años”.
En la misiva firmada por los secretarios generales Carlos Acuña y Héctor Daer sostienen que la iniciativa “no solo beneficia a trabajadores de todo el país sino que ayuda a potenciar el mercado interno porque los principales beneficiarios, trabajadores y jubilados, destinan la mayor parte de sus ingresos al consumo”. |