Ni bien el oficialismo encaminó el proyecto que busca reducir el impacto del Impuesto a las Ganancias en el bolsillo de los trabajadores, y resulta prioritario para darle oxígeno al sector que menos beneficios ha recibido en el marco de la emergencia económica por la pandemia del Covid -19, avanzó con la reducción impositiva en las sociedades.
Mientras se espera que, este jueves, el Senado convierta en ley las reformas al Impuesto de Ganancias, que beneficiará a más de un millón de trabajadores registrados, y del monotributo, que actualiza el sistema de categorías, se consensuó un nuevo esquema que alcanzará al 90% de las empresas del país.
El proyecto se definió en un encuentro de Gabinete económico encabezado por el jefe de gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro de Economía, Martín Guzmán con el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; el senador del FdT Carlos Caserio, su par, Anabel Fernández Sagasti, y el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados, Carlos Heller.
Junto a los representantes de los bloques legislativos del Frente de Todos, Guzmán accedió a dejar atrás el proyecto que había enviado al Congreso semanas atrás, que contaba con media sanción del Senado, y planteaba un esquema de alícuotas escalonadas en función del nivel de ganancia de cada segmento de empresas.
Durante el encuentro que buscó “repasar la agenda legislativa y hacer un seguimiento de las iniciativas destinadas a corregir distorsiones impositivas y aumentar la progresividad del sistema tributario”, según informó la cartera de Economía, se resolvió enviar al Congreso un proyecto de Ganancias de Sociedades “con enmiendas que buscan robustecer su carácter progresivo”.
Desde el gabinete que lidera Guzmán, aseguran que el proyecto implica una reducción de la carga tributaria para el 90% de las empresas, en su mayoría micro y pequeñas empresas y, al mismo tiempo, fortalece la sostenibilidad fiscal. Además, asumen que, a partir del nuevo esquema propuesto, solamente el 10% de las empresas pagará una alícuota del Impuesto a las Ganancias más elevada que la actual.
También fueron parte del debate que se suscitó en la Casa Rosada, la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont; el secretario de Energía, Darío Martínez; su par de Política Tributaria, Roberto Arias, y la jefa de gabinete del Ministerio de Economía Melina Mallamace.
La iniciativa dejará sin efecto la reforma tributaria del 2017, instrumentada por el Gobierno de Juntos por el cambio, que, según indican desde el Gobierno, “tuvo un carácter regresivo, debilitó al fisco y no tuvo un impacto positivo en términos de aumentar la producción, el empleo y la inversión”.
Ahora, las empresas pagarán un 25% para un primer tramo de beneficios de hasta $5 millones de pesos anuales, un 30% para un tramo intermedio de $5 millones a $20 millones de pesos anuales, y para los beneficios superiores a ese umbral se aumentará al 35%. Mientras que se mantendría la alícuota del 7% para dividendos distribuidos en todos los casos.
"Debe haber una armonía en la construcción de la política económica orientada al fortalecimiento de la demanda, entendiendo que la economía argentina necesita crecer y generar mayores y más puestos de trabajo", dijo la diputada Fernanda Vallejos, días atrás en un encuentro con referentes del sector pyme.
“Necesitamos reactivar la actividad y que las pymes vuelvan a producir para un mercado interno con capacidad de comprar lo que producen”, señaló Vallejos que preside la comisión de Finanzas e integra la de Presupuesto, en la que deberá tratarse la ley de Ganancias luego de escuchar los reclamos de los pequeños empresarios por el proyecto que estaba pendiente de tratamiento.
Como sucedió con el impuesto que grava el ingreso de los trabajadores, el oficialismo intentará que el paso por ambas cámaras del Congreso sea dinámico para llegar con beneficios consumados para al sector empresarial, a las elecciones de medio término.|
