Otro episodio más se suma a la historia del atentado de mayor magnitud que viviera alguna vez la Argentina: la causa AMIA. Un entramado de encubrimientos y responsables que en la mayoría de los casos, siguen sin ser encontrados, detenidos, y mucho menos, condenados.
Por esta razón, hace menos de dos semanas, más precisamente el 10 de enero, sorprendió en el mundo entero la presencia de Mohsen Rezai, actual vicepresidente de Asuntos Económicos de Irán, en el acto de asunción del reelecto Daniel Ortega, en Nicaragua.
El jueves último, Argentina solicitó a Interpol que detenga en Rusia al funcionario iraní. Es que la cartera de Relaciones Exteriores supo, por la embajada argentina en Irán, que el miércoles último se informó de una visita presidencial iraní a Rusia y que Rezai formaba parte de la delegación en Moscú.
El funcionario es uno de los imputados como autor intelectual del atentado, ya que formaba parte de la estructura del partido libanés Hizbulá, a quien la comunidad judía de Argentina y la Justicia, señalan como responsables principales.
Incluso, Antony Blinken, Secretario de Gobierno de Estados Unidos, se mostró “seriamente preocupado” por la presencia de Rezai en Nicaragua. Además, en la visita que recibió por parte del Canciller Santiago Cafiero, uno de los temas en agenda fue la "cooperación en los esfuerzos para llevar ante la justicia a los sospechosos de complicidad en el ataque".
Por su parte, la Cancillería argentina expresó "su más enérgica condena" y envió una "nota no verbal de queja" a la Embajada de Nicaragua en la que manifestó su "enérgico reclamo". También hubo 22 países que sumaron su apoyo ante la Organización de Estados Americanos (OEA), e instaron a las autoridades nicaragüenses y a todos los miembros del sistema interamericano a actuar "de manera apropiada" en relación con las alertas rojas de Interpol sobre el atentado.|