Durante una comunicación diplomática, Joseph Biden informó a Alberto Fernández que Argentina recibirá millones de vacunas contra el coronavirus fabricadas por Pfizer, Moderna, Jenssen y AstraZeneca, que se almacenan en los Estados Unidos y cuyo número de dosis se equipara a la cantidad de casos existentes.
Por su parte, el mandatario argentino agradeció el gesto y el guiño político de Biden, pero a puertas cerradas, reconoció que Argentina no tiene respaldo legal para acceder sin demoras a las millones de vacunas que la Casa Blanca donará en los próximos días.
Por este motivo, Fernández ordenó a Carla Vizzotti que encuentre una solución jurídica que preserve los intereses del país y satisfaga las precauciones legales sugeridas por las empresas farmacéuticas de los Estados Unidos.
En el caso de Pfizer la negociación es lenta y se encuentra estancada, aunque ya cuenta con autorización de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica. En tanto, la negociación con Jenssen está avanzada y también abrió un trámite en la ANMAT. Finalmente, para la vacuna Moderna, la adquisición se extenderá ya que aún no se presentó ante el organismo regulador, pero tiene la ventaja de haber sido autorizada por las autoridades de los Estados Unidos (FDA).
El problema, es que Jenssen y Moderna pretenden ciertas cláusulas de indemnidad que no encajan con los tipos jurídicos previstos en el Código Penal Argentino. Vizzotti y su equipo de abogados negocia en la primera línea, y detrás de ella se encuentran Alberto Fernández y su secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra.|