El presidente Alberto Fernández afirmó este viernes que la OEA "no fue un lugar de encuentro para América latina" en los últimos años y que, en cambio, funcionó como "una suerte de escuadrón de gendarmería para avanzar sobre los gobiernos populares" de la región, a partir de la impronta que dejó en el organismo el expresidente estadounidense Donald Trump.
"Lo que ha hecho la OEA en Bolivia necesariamente debe ser investigado y necesariamente debe ser juzgado porque ahora no caben dudas de lo que pasó", expresó Fernández al participar del encuentro virtual por el segundo aniversario del Grupo de Puebla, en una disertación en la que mencionó cómo se impidió la consagración como Presidente de Evo Morales, primero, y el golpe de Estado cometido después, en el 2019.
En su disertación, Fernández reafirmó su convicción de que "la OEA tal como está no sirve" y consideró que quien debe hacer primero una "mea culpa es su secretario general (Luis) Almagro" por "las cosas que ha hecho", al igual que parte de la estructura institucional de los Estados Unidos "por haber propuesto y sostenido a un hombre" como él.
Además, remarcó que América latina tiene la "obligación moral" y el "deber ético" de alzarse frente a los bloqueos económicos que pesan sobre Cuba y Venezuela en tiempos de pandemia de coronavirus y evaluó que los Estados, por una cuestión "humanitaria", no pueden "quedarse callados" ante esas situaciones.
"Los bloqueos deberían avergonzar a quienes los promueven y en América Latina hay dos bloqueos que se sostienen en medio de la pandemia que privan a los pueblos, ya no sólo de alimentos, ya no sólo de insumos para que la industria produzca, sino de insumos médicos, de respiradores y de lo elemental para hacer frente a la pandemia; humanitariamente nosotros no podemos quedarnos callados", expresó Fernández, al participar esta tarde del encuentro virtual.|