¿Glinski, de la PSA, negoció con Milei para lograr su propio impuesto? – Negocios & Política
 

¿Glinski, de la PSA, negoció con Milei para lograr su propio impuesto?

El director de la Policía de Seguridad Aeroportuaria terminó beneficiado por la aprobación de una nueva tasa que se cobrará con los pasajes aéreos. De ese modo el funcionario logrará agregarle varios ceros a la millonaria caja que maneja. Carlos Kikuchi (foto), el operador de Milei, habría sido el hombre detrás del acuerdo.
Política
Política

La aprobación del presupuesto, en la madrugada del miércoles, tuvo su inmediato impacto en las redes con una tendencia que sorprendió. Ese día muchos se enteraron de que había sido aprobada la "Tasa Milei".

Fue esa la manera en que la oposición articulada detrás de Mauricio Macri decidió referenciar a la aprobación de una tasa de 250 pesos que se cobrará por cada pasaje aéreo, y que además incluye un mecanismo de actualización inflacionaria, al estar atada a la evolución de los salarios de los oficiales de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

"Esa sí que no la vimos venir", mascullaron varios peces gordos en el interbloque de Cambiemos, que votaron consistentemente en contra, blandiendo una vez más la particular consigna de “no crear nuevos impuestos”.

Pero en una estrecha votación, la nueva tasa terminó siendo aprobada por 121 votos contra 120. Cuando los opositores comenzaron a mirarse para ver quiénes no la habían votado en contra, resultó que uno de los "no votantes" fue el anarco-capitalista Javier Milei, cuya ausencia resultó muy sugerente.

La mano de Kikuchi

¿Cómo es que se gestó ese quirúrgico no-voto-negativo del libertario? Quienes se hacen esa pregunta a esta altura ya están comenzando a mirar con recelo lo obrado por "la mano política de los libertarios", que a esta altura tiene nombre y apellido... Carlos Kikuchi.

Se trata del cerebro de los libertarios y jefe de campaña de Milei. El hombre que se apoderó del timón político del espacio. Y que además hace rato ya supo sacarse de encima al “tweetstar” Carlos Maslatón.

Tejedor de bambalinas, los conocedores de la trama aseguran que fue el hombre que negoció con los emisarios de José Glinski, director nacional de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y uno de los pocos funcionarios del plantel original con el que arrancó su gestión Alberto Fernández.

Por más que parezca un entendimiento inverosímil, la conexión Glinski-Kikuchi aparece hoy como la hipótesis más firme para explicar la actitud de Milei, que con su sutil ausencia terminó apoyando una medida gubernamental que se estaría dando de lleno contra su remanido discurso de achicamiento del Estado.

Amor por los micrófonos

Designado el 3 de enero de 2020 por la entonces ministra de seguridad, Sabrina Frederic, Glinski ha venido sacándole el jugo a su poltrona en la PSA, una fuerza considerada "de elite", nacida en 2006 durante el gobierno de Néstor Kirchner, que intenta hacer gala de su profesionalismo y su incorruptibilidad.

De manera continua, la conducción de la PSA busca diferenciarse de sus homólogas de la Federal o de la Bonaerense, con largos historiales de corrupción, abusos, prebendas y un denostable etcétera. Con un discurso de “cristalinidad” y “eficiencia” que parece estar teniendo su impacto en la órbita judicial, muchos magistrados acuden a esa fuerza para confiarle procedimientos o pericias.

Sin ir más lejos, fue la PSA la encargada "levantar el muerto" ocasionado por la Federal en el tratamiento del celular de Sabag Montiel, el frustrado magnicida de la vicepresidenta, cuando misteriosamente el equipo apareció completamente borrado. Y allí Glinski se llevó la atención de todos los micrófonos y cámaras, cuando anunció que se había logrado recuperar buena parte de la información. El columnista de La Nación, Carlos Pagni, señala este mérito como decisorio para convencer a la bancada oficialista de que le aprobaran la nueva tasa.

De cualquier modo, lo que había nacido como una fuerza para garantizar la seguridad en los aeropuertos, parece ahora estar pretendiendo ganar otros espacios, en un peligroso juego político que impulsa Glinski, un acérrimo peronista oriundo de Comodoro Rivadavia, que ya había pasado por la función pública. Entre 2012 y 2014, Glinski fue ministro de Seguridad en el gobierno de Chubut encabezado por Martín Buzzi.

A esta altura, muchos se preguntan si Glinski está más interesado en hacer política desde la PSA, o en efectivamente prevenir y combatir el crimen.

Sobreactuaciones

Y estas preguntas son válidas. Sobre todo teniendo en cuenta algunas sobreactuaciones, como la que protagonizó su fuerza durante el conflicto por el avión venezolano-iraní.

La actuación de la PSA le ha valido una denuncia penal iniciada por los tripulantes del Boeing de Emtrasur (a los que finalmente la justicia de Lomas de Zamora les dictó la falta de mérito). La queja concreta apunta a que, sin ningún tipo de orden judicial, la PSA protagonizó una violenta requisa sobre el avión varado en suelo argentino.

Sin orden de allanamiento, sin identificarse, exhibiendo un desproporcionado uso de la fuerza, unos 60 efectivos rodearon el Boeing Cargo de la empresa venezolana, y practicaron una brutal requisa que se extendió por casi dos horas.

La denuncia presentada por el venezolano Víctor Pérez, gerente de operaciones de Emtrasur, detalla el accionar de la fuerza dirigida por Glinski de esta manera: "Compulsivamente suben a la aeronave y comienzan  desplegar una exhaustiva requisa con gran nivel de detalle sobre todos los espacios disponibles de la nave e incluso los efectos personales de la tripulación. Se quitaron paneles, se chequearon galley, trolley, hornos, etcétera, sin dar ningún tipo de fundamento ni exhibir documentación alguna. Al cabo de una hora y media culminó la inspección sin ningún tipo de novedad".

Requisas ilegales, exageradas, desproporcionadas, sin orden judicial, sin rendirle cuentas a nadie. Probablemente lo que Glinski buscaba era algún hallazgo consagratorio que lo pusiera en la consideración de los medios.

Sólo así parece explicarse el accionar de un hombre que demuestra suficiente astucia (y sobre todo decisión) para intentar saltar al siguiente nivel en su carrea política.

    Vínculo copiado al portapapeles.

    3/9

    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

    Ant Sig