El presidente Alberto Fernández se fue a dormir sabiendo que el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, ya había logrado conseguir los votos necesarios para lograr media sanción del proyecto del Presupuesto 2021, el primero de la gestión del Frente de Todos.

Después de casi 19 horas de sesión, antes de las 7 de la mañana, la ley de leyes se aprobó en la Cámara baja por 139 votos a favor, 15 en contra y 90 abstenciones de Juntos por el Cambio. El proyecto que ahora será girado al Senado, tiene como ejes centrales el aumento de gastos de capital para realizar un plan de obras públicas y una fuerte reducción del pago de los intereses de la deuda a partir del éxito obtenido en el proceso de reestructuración.

El Frente de Todos consiguió que la iniciativa se apruebe gracias al apoyo de los interbloques Federal y la mayoría Unidad para la Equidad y el Desarrollo. Como ya se había adelantado desde el principio de la jornada de ayer, los sufragios negativos correspondieron a la izquierda y a trece legisladores del interbloque Juntos por el Cambio. Las abstenciones llegaron de parte del resto de los diputados de la oposición y el Partido de la Justicia Social.

La sanción del dictamen de mayoría se produjo tras 15 horas de debate y luego de agotar una extensa lista de oradores de más de 130 diputados que expusieron sobre la ley de gastos y recursos del próximo año. 

La “hoja de ruta” de gastos y recursos para el próximo año, proyecta un crecimiento del PBI del 5% para 2021, una inflación del 29%, un dólar promedio de $ 102,4 y un déficit fiscal primerio equivalente al 4,5% del PBI. Otro aspecto central será la duplicación de gastos de capital que alcanzará el 2,2% del PBI, con el fin de aplicar un ambicioso plan de obras públicas, “el motor de la economía”, según dijo el jefe de Estado semanas atrás durante un encuentro con empresarios.

En cambio, los intereses de la deuda, que en el Presupuesto de 2019 representaron el 3,5% del PBI, en el proyecto del Gobierno llegan al 1,5% del PBI tras el acuerdo logrado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, con los acreedores.

A lo largo del debate, los diputados del oficialismo destacaron que se trata de un presupuesto que busca apuntalar el crecimiento económico y reducir el pago de la deuda. Mientras que desde Juntos por el Cambio señalaron que no se cumplirán las proyecciones macroeconómicas.

Horas de debate

Aunque hubo algunos chispazos, fue más para las cámaras que para la discusión real ya que todos sabían que el Gobierno contaba con los votos necesarios por lo que buena parte de la sesión sirvió para mostrar fuerzas e imagen.

En una sesión en la que estuvieron presentes 117 diputados de los que 22 son legisladores del Frente de Todos, 89 de Juntos por el Cambio, el Interbloque Federal, el de la Unidad Federal para Desarrollo y el del Frente de Izquierda, tienen dos diputados cada uno. Por lo que para JxC fue la demostración de que podían venir al recinto.

Para el Frente de Todos fue la puesta en marcha de la suma de consensos con los gobernadores en una ley de importancia. Y lo logró. Después, todo fue discusión hacia adentro.

Por el lado del oficialismo, la pelea estuvo dada en hasta donde cedía con los pedidos de las provincias, en especial en lo que se refiere a los subsidios para las tarifas y el transporte. Y el oficialismo cedió más.

En la oposición, la pelea volvió a mostrar las diferencias entre los sectores denominados como duros o halcones más alineados con el ex presidente Mauricio Macri y Patricia Bullrich y los moderados o palomas que miran con mayor agrado al Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y la ex gobenadora María Eugenia Vidal.

Estos últimos en un momento buscaron acordar con el presidente de la cámara de Diputados, Sergio Massa, la posibilidad de votar a favor -idea que naufragó luego de un zoom en donde se observó que las diferencias eran muy amplias- pero finalmente acordaron llevar adelante una abstención de la votación en general. “No queremos que nos señalen como que ponemos palos en la rueda, es el primer presupuesto de Fernández. Nosotros sabemos que hay un ajuste y bastante zarasa porque establece que el 1 de enero ya no hay más pandemia. Además, el oficialismo cuenta con los votos necesarios para aprobarlo, por más que gritemos o nos quejemos, ellos cuentan con los diputados necesarios por lo que no cambia nada y no sirve de nada que nos mostremos intransigentes", explicó un diputado de la oposición que se mostró duro en el discurso pero que forma parte del sector de los moderados.

Pero no todos piensa como ese diputado en Juntos por el Cambio. Y así lo explicó el legislador que dijo que no todos en el bloque de JxC van a tener la misma postura. “Habrá desprendimientos. La Coalición Cívica se abstiene, después en el bloque del Pro y de la UCR sí vamos a tener diputados que van a votar en contra. Son los duros que se quieren mostrar duros a toda costa, como es el caso de Fernando Iglesias”, explicó.

Pero, a pesar de los discursos grandilocuentes y las peleas palaciegas de cada uno de los bloques, el presupuesto 2021 que logró media sanción proyecta una inflación del 29%, un dólar promedio de 102,4 pesos, un crecimiento de 5,5% y un déficit fiscal de 4,5 por ciento.

Además, tiene un recorte del gasto vía el congelamiento de los subsidios, ya que establece la misma cantidad de pesos para subsidiar las tarifas de los servicios públicos.

Respecto de las jubilaciones, donde se espera que antes de fin de año se apruebe una nueva fórmula, la ley de presupuesto señala un incremento de 32% de las partidas para el pago, por lo que, si se cumple la previsión de una de 29%, los jubilados podrían ganarle a la inflación.