En lo que será el primer 24 de marzo con movilizaciones públicas para el presidente Alberto Fernández, ya que desde 2020 no se realizan actos debido a la pandemia, el Frente de Todos se encuentra en su peor momento.
Es que, según indican desde hace varias semanas desde ambos campamentos, el primer mandatario y su vice, Cristina Fernández de Kirchner, no se hablan, lo que enciende las alarmas de varios funcionarios de la coalición.
En ese escenario, a 46 años del último Golpe de Estado Cívico-Militar, el presidente decidió despegarse de las actividades convocadas por el oficialismo, entre ellas, la movilización de La Cámpora, y encabezar un homenaje a científicos desaparecidos que se realizará en el Ministerio de Ciencia y Tecnología a las 10.
Además, durante la ceremonia, se efectuará la reparación de legajos de la comunidad de Conicet.
Ya el año pasado, el jefe de Estado había participado de un homenaje a los trabajadores desaparecidos en una actividad convocada por H.I.JO.S en la Casa de la Militancia, en la ex-ESMA.
Lejos de todo, esta vez no participará de ninguna de las movilizaciones convocadas, sino que rememorará a las víctimas del terrorismo de Estado en una ceremonia en la sede del Ministerio de Ciencia y Técnica, que conduce Daniel Filmus.
En las calles, sin marcha unitaria, las fuerzas que componen el Frente de Todos también traducen la crisis y se movilizarán fragmentadas. Así, las diferentes convocatorias en conmemoración de los 30.000 desaparecidos durante la etapa de la historia más dura de la Argentina ya están hechas.
El kirchnerismo duro, con La Cámpora a la cabeza, llamó a concentrar en la ex-ESMA a partir de las 9: luego, movilizarán hacia Plaza de Mayo a partir de las 15 para confluir con el resto de las fuerzas, mientras que las agrupaciones que respaldan al presidente, como el Movimiento Evita y Somos Barrios de Pie, lanzaron un llamado a concentrar a las 12 en Belgrano y 9 de Julio.
Con la mira puesta en el jueves, La Cámpora prepara una movilización multitudinaria, de grandes magnitudes, en lo que será, una vez más, una demostración de fuerzas al interior del frente en una interna que parece atravesar su peor momento.
"Estamos muy, muy abocados al 24. Movemos fuerte", aseguró a la agencia NA una fuente del espacio liderado por Máximo Kirchner, que marcharña 14 kilómetros camino a la plaza histórica.
Aún no está decidido si dirigentes políticos tomarán la palabra en el escenario que, a estas horas, comienza a montarse frente a Casa de Gobierno. A priori, sólo representantes de organismos de derechos humanos afines hablarán, como suele suceder.
Fiel a su costumbre, no hay que descartar la presencia de Cristina Kirchner, que no tiende a anticipar sus participaciones.
Lo que sí está confirmado es que Alberto Fernández optó por encabezar un acto propio para evitar abonar a la olla a presión que, por momentos, amenazada con explotar.
Cristina y Hebe, socias
Por su parte, en vísperas del 24, Cristina se mostró reunida en la sede de la Asociación Madres de Plaza de Mayo con su titular, Hebe de Bonafini, férrea crítica de Alberto Fernández, junto a Rosa de Camarotti, Visitación de Loyola y Carmen Arias.
Luego de su reunión con la vicepresidenta, la mandamás del organismo de derechos humanos consideró que el presidente Alberto Fernández "no tiene nada que ver con el proyecto kirchnerista" porque "está corrido a la derecha y no tiene interés en ver a los pobres".
Con esas palabras, la referente analizó la crisis que vive el Frente de Todos y señaló que el espacio desde un principio reunió a sectores con diferentes posiciones: "Massa no tiene nada que ver con nosotros, mucha gente que entró no tiene que ver. A medida que muestra su cara, Alberto no tiene nada que ver con el proyecto kirchnerista", fustigó Bonafini.
Al referirse puntualmente a la figura del jefe de Estado, afirmó que "la verdad es que está mucho más a la derecha que cualquiera, porque en vez de ir a ver a un niño pobre que no come ni tiene zapatos, y sólo le queda tomar paco para que no le duela el estómago, se fue a Tortuguitas".
"Él ahí ya dijo con quién quiere estar y a quién va a defender", lanzó.
Sobre la visita de Cristina Kirchner a la sede de Madres de Plaza de Mayo, Bonafini contó que la vio "más contenta, mejor, porque a veces está un poco enojada".
"Pero estaba bien, primero estuvo con las Madres, saludó a todo el personal y después estuvimos un rato largo charlando las dos a solas. Fue muy bueno e interesante para mí, para aprovechar políticamente", agregó.
"No hay discusión, ya lo dijo Fernández: Yo soy el que manda, yo soy el que decide. El tema es que encontró otra gente para mandar, manda a otros para que digan lo que él piensa, así que es complicado, puso gente para que hable por él", indicó sobre la distancia que mantiene el binomio gobernante.