Cristina Fernández de Kirchner confirmó la existencia de un “festival de importaciones” en la Argentina e inmediatamente arremetió contra los organismos que no consiguen articular políticas para frenar los abusos a la hora de acceder a dólares al tipo de cambio oficial.
Frente a esta faltante y las dificultades que tiene el Banco Central para acumular reservas, la vice reconoció que sacarle dólares al Banco Central “se ha transformado en un deporte” y también cuestionó la falta de coordinación entre el ministerio de Producción, AFIP y el Banco Central.
Para saldar esta problemática el Gobierno tiene la necesidad de equilibrar el mercado cambiario. El Banco Central prácticamente no pudo acumular reservas, pese a que el precio de la soja y otras materias primas exportadas llegaron a niveles récord.
A su vez, la importación de energía, que multiplicó su costo por cuatro, generó estragos en el plan que el Gobierno había trazado con el FMI al firmar el acuerdo en enero de este año. En mayo se habría llegado a un récord histórico de importaciones que superó los USD 7.500 millones.
Ahora el objetivo será imponer nuevas restricciones al cepo cambiario para equilibrar la faltante de reservas y seguir abasteciendo al mercado.
Al asumir la semana pasada Scioli adelantó que su prioridad será fortalecer las áreas de energía y producción. Una opción del Banco Central sería acelerar la suba del dólar oficial, con el inconveniente de una escasez de margen, ya que una suba que vaya mucho más allá del 4% mensual tendría un fuerte impacto sobre la inflación. En este sentido, la única manera de “cuidar” los dólares será cerrar el grifo de acceso al mercado cambiario.|
