Néstor Kirchner solía decirles a sus funcionarios mas cercanos que para desplegar cualquier programa de gobierno en Argentina se necesitaba tener controladas dos variables fundamentales: la calle y el dólar.
Su exjefe de Gabinete y ahora presidente Alberto Fernández tiene clara esa enseñanza y es por eso que el mandatario quiere cerrar lo mas rápido varios temas que le preocupan para que la calle se mantenga tranquila: relanzar la gestión del ministerio de Seguridad y tranquilizar el tipo de cambio.
También es verdad que por estas horas lo que menos le preocupa al Gobierno es el tipo de cambio. En la Casa Rosada, el Banco Central y el Palacio de Hacienda, creen que lo han domado y se mantendrá en calma hasta las elecciones de octubre.
Las certezas del equipo económico parecen haber contagiado por el momento a los agentes económicos mas importantes del mercado, convenciendo a los analistas del REM (la encuesta de expectativa de mercado que hace el BCRA entre veintisiete consultoras y centros de investigación locales, trece entidades financieras de Argentina y tres analistas extranjeros) de un futuro con calma en el mercado cambiario.
La muestra de confianza se da en que quienes opinaron en el REM ajustaron a la baja sus proyecciones mensuales del tipo de cambio nominal y prevén que alcance $118,60 por dólar en diciembre 2021 (-$6,40 por dólar respecto del REM previo), contemplando que se ubique en $163,65 por dólar a fines de 2022.
En tanto, quienes pronosticaron con mayor precisión esta variable con horizontes de corto plazo proyectan que el tipo de cambio nominal promedio para fines de diciembre de 2021 alcanzaría $116,54.
Pero a pesar que el nuevo techo aún se encuentra por encima de lo expuesto por el ministro de Economía, Martín Guzmán, a mediados de febrero —"a fin de año el tipo de cambio estará alrededor de $102,40", había dicho el funcionario en diálogo con AM750— en los hechos un tipo de cambio a 110 pesos para octubre seria una victoria para el equipo económico y mantendría con calma el dólar, una de las variables principales de la “teoría de la tranquilidad” que llevaron adelante Néstor y Cristina Fernández de Kirchner y que ahora impulsa Alberto.
Temas de agenda para ganar
Despejado el problema del dólar hasta octubre, en la Casa Rosada creen que la seguridad es un tema crucial para que el presidente llegue robustecido a las elecciones de medio termino.
En ese sentido, el Gobierno potenció a la cartera que conduce Sabina Frederic con acciones conjuntas con los ministerios de Salud y el de Mujer y Género. La ministra Carla Vizzotti incorporará “la cuestión vacunación” en las fuerzas y su par, Elizabet Gómez Alcorta, abordará “la cuestión femicidios”.
La vacunación, dicen en los pasillos de la Casa Rosada, es un tema que preocupa en las fuerzas de seguridad porque el aumento de casos de Covid entre los uniformados termina afectando el número de efectivos operativos en la calle. Es por eso que la semana pasada las ministras Frederic y Vizzotti iniciaron la segunda etapa del plan de vacunación para las y los trabajadores de las cuatro fuerzas federales, en un acto realizado en la Dirección de Protección Ciudadana de la Prefectura Naval Argentina.
El otro tema son los femicidios. Alberto sabe del gran impacto mediático que tiene el tema en un año electoral y creó mediante el decreto 123/2021 el Consejo Federal para la Prevención y el Abordaje de Femicidios, Travesticidios y Transfemicidios. El “equipo antifemicidios” del Gobierno son Frederic, Gómez Alcorta, y la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Marcela Losardo. Las tres están dando forma a un reglamento interno de funcionamiento para combatir los femicidios.
La apuesta de Fernández no es casual: el presidente tiene entre sus asesores más importantes al antropólogo Alejandro Grimson, quien suele insistir que con la ley del Aborto y ahora con las políticas publicas para defender a las mujeres de la violencia de género, el presidente se asegura el voto y la fidelización del colectivo más grande de la sociedad: las mujeres. Algo que puede torcer positivamente cualquier elección, aun en tiempo de malaria económica como los actuales.
No son pocos los que recuerdan el furcio de Fernández durante su primer discurso como presidente en diciembre de 2019: "Cuatro años escuchamos decir que nosotros no volvíamos más, pero esta noche volvimos y vamos a ser mujeres" y rápidamente corrigió su última palabra por el término "mejores". |