El gobierno nacional venía trabajando el discurso del presidente Alberto Fernández para la apertura de sesiones del próximo 1 de marzo. El ministerio de Desarrollo Productivo había pasado los datos de consumo de energía que muestran una reactivación de la industria, Economía había hecho lo propio respecto de la deuda y el superávit más un paquete de estimaciones que llevan el sello del ministro Martín Guzmán. Sin embargo, todo se pinchó
Estalló el escándalo de las vacunas y cambió sustancialmente el clima. "No estamos pasando un buen momento", reconocía una de las personas más importantes dentro de la estructura parlamentaria. Cercano a la vicepresidenta Cristina Kirchner, el legislador reconocía que "con esto cambió todo, hay que ver para donde rumbeamos para que no sea un escándalo", agregó.
El temor es que la oposición avance un poco más allá de los ya típicos carteles con los que unos antes y otros ahora reciben al Presidente de la Nación en el recinto. Por lo pronto, ya se tomó la primera medida: sólo legisladores, funcionarios y prensa de la casa, no hay acreditaciones para el evento y no se dejan entrar fotógrafos, las imágenes para la prensa las pasará presidencia.
"Se puede controlar un poco pero no todo. Afuera no creo que se movilice gente porque ellos -por el Pro en particular- les parece que es de peronistas hacer eso un lunes a media mañana, pero el problema va a ser dentro. Tenés legisladores que comprenden la institucionalidad y se van a calmar, como puede ser Mario Negri o Silvia Lospenato, pero los Fernando Iglesias o Waldo Wolff son un peligro y no queremos que se transforme en una sesión en donde unos gritan y otros responden", explicaron.
Mientras tanto en la Casa Rosada están rearmando el discurso mientras leen y releen encuestas. Hay un sector del oficialismo que no asimiló el golpe pero hay otro que está muy preocupado y está buscando la forma de hablar del tema sin decir mucho. "Algo vamos a tener que decir, buena parte de la sociedad, el votante blando, está re caliente con este tema, todos conocen a alguien o que se enfermó o que se murió. Ya no podemos ir por la idea que teníamos de plantear que todos conocieran a alguien vacunado porque frente a la primera definición que hacemos del tema nos tiran con el vacunatorio vip. Lo tenemos que nombrar, pero hay que encontrar la forma de hacerlo. La idea es hacer hincapié en la salida de Ginés González García, en que no hay lugar para los vivos, pero hay que hacerlo cuidando a Ginés, es una cornisa muy fina".
Alberto Fernández da instrucciones a su vocero Juan Pablo Biondi en México, ambos leen, releen y tachan, en seis días el Presidente deberá recorrer la distancia que separa la Casa Rosada del Congreso, entrar, ponerse sus anteojos, y leer un discurso en donde busque hacer referencia a los logros de su primer año de gestión en medio de la pandemia que serán totalmente opacados por los nombres de casi un centenar de vacunados vip. |
