Alberto Fernández resolverá este viernes en una conversación mano a mano con su par de Rusia, Vladimir Putin, el tan manoseado tema de la compra de la vacuna contra el coronavirus que la Argentina realizará a ese país. La charla fue pactada por la Cancillería argentina y se espera que ambos mandatarios destinen buena parte de la charla a discutir el acuerdo por la vacuna Sputnik.
El lunes fue el propio presidente argentino quien comunicó en una entrevista que había reservado 25 millones de dosis de la vacuna que desarrolla un laboratorio en Rusia. El acuerdo quedó supeditado a que el fármaco complemente los requisitos que demanda la fase 3 de investigación.
Una vez conocida la noticia, el laboratorio HBL Pharma se inscribió para ser la empresa que comercialice la vacuna en Argentina. Pero esta empresa tiene un currículum que acumula grises y clausuras, razón por la cual el Gobierno nacional trabaja ahora para saltear al laboratorio y continuar las negociaciones Estado a Estado.
Ayer Ginés González García, se reunió este jueves con el embajador de Rusia para entregar en mano una carta al presidente Putin en la que solicita establecer negociaciones entre ambos gobiernos y borrar así de la operación al laboratorio radicado en San Isidro.
Mientras avanzan los trámites para organizar el cronograma de vacunación, y la autorización que deberá definir la ANMAT, desde Casa Rosada apuntan a que el envío de 25 millones de dosis permanezca en una cuestión bilateral. Sin intermediarios.
Objetivo: sacar del medio al laboratorio
Esta decisión se tomó a través de las rápidas impugnaciones que recibió la aparición de HLB Pharma en esta saga. El mismo lunes que trascendió la noticia, la firma comenzó ante la ANMAT el proceso burocrático para ser los encargados de la comercialización de la vacuna en Argentina.
Este laboratorio fue creado por Hernán López Bernabó, que le puso sus iniciales a la empresa. A la firma no le fue bien y fue a concurso. En diciembre de 2015 se forma un nuevo grupo y HBL Pharma integra nuevos socios, dejando a Bernabó en minoría. El actual accionista mayoritario es Jorge Dimopulos, uno de los inversores originales del proyecto de Bernabó, informaron a LPO fuentes de la compañía.
El grupo sumó a Ariel García Furfaro, antiguo socio en otros negocios de Jorge Salinas. Ambos son dueños del laboratorio Ramallo en la provincia de Buenos Aires, mientras que Furfaro dirige el Apolo en Rosario, que se hizo conocido cuando explotó su plata en el barrio La Tablada.
Salinas es un personaje muy excéntrico. Lo apodan el "Leo Mattioli rubio", por su gusto por las alhajas doradas. Incluso llegó a manejar una camioneta Hummer. En Rosario comentan que la relación de Salinas con el resto de los socios de HLB Pharma terminó muy mal. Furfaro se hizo conocido por instalar una "verdulería K" en el barrio porteño de Flores en la que vendía productos a un precio más barato que en el resto de las verdulerías. La verdulería se llamaba Colina, porque Furfaro militaba en Kolina, la agrupación de Alicia Kirchner.
HLB Pharma está radicado en San Isidro y fue clausurado en 2018 por el intendente Gustavo Posse luego de inspecciones que detectaron falta de medidas de seguridad. "La clausura fue municipal y como consecuencia de una escisión de parcelas, al escindirse una de las parcelas , dejó sin planta de tratamiento a un sector. Esta situación obligó a instalar una nueva planta de tratamiento y a obtener todos los permisos de vuelco de residuos. Hoy la habilitacion es plena", aseguraron fuentes del laboratorio.
