La vicepresidenta Cristina Kirchner pidió a sus militantes que "no se hagan los rulos", en referencia a que habrá que esperar para saber si será o no candidata presidencial este año, aunque esbozó alguna pista al señalar que ya dio "lo que tenía que dar" en la política.
"Tranquilos, tranquilos, no se hagan los rulos, ya se los dije muchas veces", resaltó la titular del Senado en el inicio del acto en el Teatro Argentino de La Plata. La ex presidenta volvió a utilizar la frase de los "rulos", luego de hacerla popular en 2011, cuando no había decidido todavía si iba a competir por la reelección. La usó nuevamente en 2015.
El mensaje de la vicepresidenta fue la respuesta al "Cristina Presidenta" que le cantaron los presentes en el inicio de la clase magistral que encabezó en el tradicional teatro platense.
Los ejes de su discurso
En varias ocasiones, enfatizó en la necesidad de "discutir un programa" y no en nombres propios. "Es necesario que vuelva a haber en la República Argentina un programa donde se discutan estas cosas. Tampoco un programa donde hagamos fe anticapitalista ni mucho menos", manifestó.
"Hoy el capitalismo ya no es una ideología. Es simplemente el modo de producción de bienes y servicios más eficiente. La gran discusión no va a ser si capitalismo sí o capitalismo no, sino quien conduce los procesos de producción, si se lo dejamos al mercado o el Estado vuelve a tomar el control", consideró.
En otro pasaje de su discurso, recordó su frase sobre la necesidad de que dirigentes de su espacio tomaran "el bastón de mariscal", pero aclaró que no lo dijo para que alguien interprete que podía "revolearselo por la cabeza" a otro compañero. Si bien la expresión fue un tanto enigmática, en el Frente de Todos se leyó como un mensaje de unidad y conciliación en medio de las crudas peleas internas que se están librando entre las distintas facciones del oficialismo.
Acerca del "programa", dijo por ejemplo que es necesario discutir "qué vamos a hacer con el litio, si lo vamos a declarar recurso estratégico y si vamos a conformar una asociación (del Estado) con privados y las provincias".
Duras críticas
La vicepresidenta rechazó la dolarización que propone el líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, al señalar que es "peor que la Convertibilidad", y al respecto recordó que esa receta que se aplicó en la década del 90 en el país "fracasó".
"La historia de la República Argentina es la historia de la dolarización. Me gustaría analizar eso: nos vienen a decir que lo que fracasó años atrás hoy puede ser la solución”, destacó.
En esta línea, la jefa del kirchnerismo negó que la dolarización suponga "la solución de la inflación", y puso como ejemplo Ecuador, donde pese a tener al dólar como moneda de curso legal, entre 1999 y 2022 el alza general de precios subió al 355%.
"En la Convertibilidad no solamente estallaron los patrimonios de los que tenían en los bancos sino que estuvieron a punto de fundirse las empresas argentinas", recordó Cristina Kirchner.
"Cuando reflotan estas teorías que han sido muy dañinas para el conjunto de la sociedad uno se pregunta cómo es posible que 20 años después estemos discutiendo lo que estalló en la Argentina 20 años antes", rezongó.
También apuntó contra el acuerdo contraído con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y aseguró que "es inflacionario". "Ningún argentino de bien puede ignorar el lastre que es haber vuelto del Fondo Monetario Internacional. Nadie con honestidad intelectual", afirmó la titular del Senado sobre el convenio con el organismo financiero.
Según consideró, "ese acuerdo que se firmó es inflacionario porque es una política enlatada que se aplica con una receta monotemática a todos los países".
"Las políticas del FMI no han dado resultado en ningún lado", enfatizó la vicepresidenta, que con un gráfico demostró que la inflación se disparó en Argentina a partir de la firma del acuerdo" con el organismo de crédito en 2018.
En este sentido, pidió "revisar" el acuerdo aclarando que no propone "dejar de pagar" sino "revisar las condicionalidades", como por ejemplo aquella que exige que la tasa de devaluación acompañe a la inflación en un país bimonetario como el argentino.
"Hay que rediscutir que las sumas que se paguen estén atadas como un porcentaje al superávit comercial. Porque los únicos dólares que producimos son los del superávit comercial", remarcó.|