El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, volvió a generar polémicas al trazar un paralelismo entre los irresponsables jóvenes que veranean en la Costa Atlántica y quienes a la misma edad combatieron en la guerra de Malvinas. Además de la irritante comparación, dijo que la policía que él comanda no será “babysitter de nadie”.
Con su siempre acomodado peinado a la gomina y su impecable corte marcial, Berni metió uno de los peores pasajes de la historia del país en medio de un debate de actualidad vinculado a la salud pública y a una pandemia que ya mató a miles de personas. "Quiero dar un mensaje a los jóvenes. Soy de la generación del `62, muchos estuvimos cuatro meses en una trinchera, con un fusil al hombro, congelados, y a ninguno se le ocurría ir a bailar o protestar porque no podía salir", arremetió el médico militar en medio de una conferencia de prensa que compartió ayer junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, en la localidad balnearia de San Bernardo.
También recordó que la generación de los soldados de Malvinas, asumieron "la responsabilidad de velar por los intereses de la Patria", y en un insólito tren de comparación destacó que "hoy la juventud tiene la oportunidad de velar por los intereses de los argentinos, asumir el compromiso de llevar la tranquilidad de que vamos a poder seguir con la temporada" de verano.
"Lo hacemos para cuidar el trabajo, la producción, la salud de los vecinos, por eso ojalá que (la juventud) se ponga a la cabeza de esta patriada", arengó el funcionario.
En su deslucida comparación, el teniente coronel retirado olvidó recordar que la mayoría de los jóvenes que combatieron en Malvinas, fueron obligados a desembarcaron en las islas argentinas dentro del marco legal del Servicio Militar Obligatorio, durante una dictadura militar, y a riesgo de enfrentarse a una corte marcial en caso de intentar desertar.
También olvido mencionar, que llegaron a una zona de guerra sin la instrucción mínima de combate. La mayoría de los que fallecieron en manos del fuego enemigo fueron jóvenes entre 18 y 19 años de edad, otra tanda se suicidó al regresar al continente como consecuencia del estrés postraumático y por falta de atención del propio Estado que los obligó a marchar a una masacre.
No habrá babysitter, pero sí mucha “seguridad”
El mismo funcionario que segundos antes hablaba de trincheras, compromisos y amor a la patria, negó que la fuerza de seguridad a su mando vaya a colaborar en el operativo de control del protocolo sanitario en la Costa Atlántica. "No vinimos a la Costa con más de 6 mil, 7 mil hombres y mujeres, que estuvieron trabajando, exponiéndose a los lugares donde el coronavirus castigó fuerte, para hacer de babysitter y controlar lo que la responsabilidad social debe asumir", aclaró.
De todos modos, para tranquilidad de los veraneantes, Berni confía en que "la responsabilidad social va a ir ascendiendo” para transitar el período vacacional “con las fuerzas de seguridad encargándose de problemas de seguridad", en la provincia con más altos índices de inseguridad del país.
Para Berni, "la sociedad debe ayudar al Estado a transitar estas vacaciones" y "cada uno debe cumplir el rol que le compete". Para seguir con las desopilantes comparaciones, le faltó decir que los ciudadanos deben colaborar con mercaderías y chocolates para los policías bonaerenses, de la misma manera que lo hicieron quienes enviaron a Malvinas las donaciones que nunca llegaron.
Ni la ex ministra de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri, Patricia Bullrich, acostumbrada a morder la banquina, se hubiese atrevido a tanto.