Cumplidos siete días de aislamiento luego de llegar de su viaje a Perú para la asunción de Pedro Castillo, el presidente Alberto Fernández retomará este jueves la agenda de gobierno, que incluye importantes decisiones.

Para confirmar el alta, el primer mandatario, quien decidió aislarse a pesar de no estar obligado, se realizará un segundo test de PCR -el anterior dio negativo el día de su llegada- y, alrededor del mediodía, pisará nuevamente la Casa Rosada, donde lo esperan dos problemas a resolver.

Por un lado, se aguarda el anuncio sobre quién será el reemplazante de Agustín Rossi en el Ministerio de Defensa, luego de los chispazos internos de la semana pasada a raíz de las precandidaturas del Frente de Todos para las elecciones Paso del 12 de septiembre.

En este sentido, está confirmado que Daniel Arroyo será relevado en el Ministerio de Desarrollo Social por Juan Zabaleta, el intendente de Hurlingham, aunque su nombramiento se demoraría.

La otra determinación del presidente pasará por la prórroga del decreto de necesidad y urgencia que establece las medidas sanitarias para la lucha contra el Covid-19. En ese caso, la incógnita se instala en qué pasará con la llegada de argentinos desde el exterior.

Respecto de los vuelos, la idea del oficialismo sería continuar con el gradualismo y aumentar el cupo semanal de personas habilitadas para trasponer las fronteras, mirando de reojo lo que suceda con la cada vez más amenazante propagación de la variante Delta.

Los vacíos que deja la interna

Desde Lima, Alberto Fernández anunció que todo funcionario que se presente como candidato deberá renunciar a su cargo. El trueque entre Arroyo y Zabaleta, uno de los intendentes más cercanos al presidente, fue consensuado.

Sin embargo, la sorpresa originada por la salida de Agustín Rossi, tras tomar la decisión de competir como precandidato a senador por Santa Fe contra la lista de Omar Perotti, obliga a pensar en un reemplazante.

Desde entonces, el nombre es una incógnita. Ya se descartaron versiones que ponían en esa silla a Sabina Frederic, hoy al frente de Seguridad, y el del embajador en Brasil, Daniel Scioli.

En la danza aparecieron, por ejemplo, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, el secretario de Seguridad de Santa Fe, Germán Montenegro, el jefe de Gabinete de la Cancillería, Guillermo Justo Chaves, y el ex presidente de la Cámara de Diputados Julián Domínguez, quien fue por poco tiempo secretario de Asuntos Militares.

En Balcarce 50 veían todas estas posibilidades como potables, pero sin ningún elemento que les dé sustento.

Alberto también debe determinar quiénes reemplazarán al secretario de Obras Públicas, Martín Gil, quien se postula a diputado por Córdoba, y al titular del Ente de Obras Hídricas de Saneamiento, Enrique Cresto, quien competirá en Entre Ríos. Ambas oficinas funcionan bajo la órbita del Ministerio de Obras Públicas, dirigido por Gabriel Katopodis.

Siguen las restricciones

Las restricciones por la pandemia del nuevo coronavirus serán la otra preocupación presidencial de cara a la vuelta a la actividad.

Se estima que la determinación seguirá los últimos lineamientos y se prorrogue por otras cuatro semanas el DNU que vence este viernes y que le otorga a los gobernadores la facultad para tomar las medidas preventivas según el avance del semáforo epidemiológico.

El otro punto tiene a la variante Delta como eje central, ya que se basa en el cupo diario de ingreso al país para pasajeros que lleguen vía aérea.

El gobierno decidió en junio pasado restringir el arribo a un máximo de 600 pasajeros diarios. Con el último decreto, hace un mes, flexibilizó la resolución de manera que cada semana pudieran ingresar una cifra un poco mayor de residentes en el país. Así, durante esta semana, que finaliza el viernes 6 de agosto, se permitió el arribo de 7.000 pasajeros, a razón de 1.000 por día.

Según trascendió, prevalece la idea de seguir en el mismo sentido: insistir en marcar los riesgos de una mayor apertura y permitir el aumento gradual del cupo diario, sobre todo teniendo en cuenta los fallos en los controles del aislamiento al que deben someterse los pasajeros. Así quedó probado en Córdoba, donde una persona que no respetó las medidas provocó 18 contagios de la variante Delta y el aislamiento preventivo de más de 800 personas.|