En modo pandemia
Ayer la ONU conmemoró su 75 aniversario, sin dudas una cumbre internacional muy deslucida por el coronavirus, debilitada por políticas unilaterales, y con dificultades para responder ante la pandemia o la crisis climática. En ese marco, la asamblea escuchó un discurso grabado Alberto Fernández.
No tendrá el vértigo de una ocasión de esa talla, el discurso será grabado y durará unos 15 minutos. No será el primer ni el último, estará en el décimo lugar de los seleccionados para la primera jornada. Según el programa difundido por la ONU también intervendrán los presidentes de México, Colombia, Uruguay y Perú, entre otros.
Según informaron fuentes oficiales, no habrá sorpresas en el discurso de Fernández. Defenderá el multilateralismo, expresará sus puntos de vista acerca de la situación en que quedará el mundo y el capitalismo en la pospandemia, aludirá a la negociación de la deuda externa de la Argentina, y renovará el reclamo de los legítimos derechos argentinos sobre las Islas Malvinas.
Según informó la agencia estatal Télam, Fernández expresará su "esperanza" para que la solidaridad, el diálogo y la cooperación entre naciones sea el camino para superar la pandemia que ha profundizado la pobreza, el hambre y la desigualdad en el mundo, al tiempo que resaltará la prédica del papa Francisco para recrear un multilateralismo basado en la solidaridad.
También agradecerá el apoyo de la comunidad internacional para arribar a una solución por la deuda externa y que las negociaciones con el FMI se encararán "de forma responsable" y "respetuosa" de los compromisos contraídos, pero evitando poner en riesgo las condiciones que permitan la reactivación económica y la construcción de un sendero de desarrollo inclusivo y sostenible en nuestro país.
Fernández remarcará que para "volver a poner al mundo de pie" hay que empezar por los "últimos para llegar a todos", y en el marco de la pospandemia abogará por construir puentes entre personas, entre naciones, para construir una vacuna contra la injusticia social, la depredación ambiental y la discriminación en todas sus formas.
El presidente subrayará en otro pasaje de su discurso -dijeron los portavoces- que es imprescindible dinamizar la capacidad de las Naciones Unidas para promover políticas económicas, industriales y sociales orientadas al cambio estructural de nuestras economías, condenará los bloqueos económicos y el terrorismo, y profundizará su compromiso con la agenda ambiental y los derechos humanos.
La ONU con pocas ideas
Lo que iba a ser una gran celebración, con líderes de todo el mundo reunidos en Nueva York, se quedó finalmente en una sucesión de breves discursos en video grabados previamente por algo más de un centenar de jefes de Estado y de Gobierno y varias decenas de ministros.
Entre ellos no estuvo finalmente el presidente estadounidense, Donald Trump, quien iba a abrir las intervenciones en representación del país anfitrión, pero que finalmente no envió su mensaje y delegó en una diplomática de rango menor.
Sí se escuchó, entre otros, al líder chino, Xi Jinping; al turco, Recep Tayyip Erdogan; al francés, Emmanuel Macron; al rey de España, Felipe VI; o a numerosos presidentes latinoamericanos.
El tono general fue un respaldo al multilateralismo que encarna la organización, pero con pocas ideas concretas sobre cómo actuar en un mundo en el que, tal y como ha demostrado la respuesta a la Covid-19, lo que priman siguen siendo las políticas a escala nacional.
Esa voluntad de cooperar, pero sin demasiada concreción, se hizo también evidente en la declaración oficial por el 75 aniversario de la ONU adoptada este lunes por los 193 Estados miembros.
"Hoy tenemos un excedente de problemas multilaterales y un déficit de soluciones multilaterales", advirtió en su discurso el secretario general de la ONU, António Guterres, que defendió que, en un mundo cada vez más interconectado, es fundamental una mayor cooperación entre naciones.
"Nadie quiere un Gobierno global, pero tenemos que trabajar juntos para mejorar la gobernanza mundial", insistió Guterres en un mensaje para aquellos que ven detrás de Naciones Unidas un intento por imponer políticas globalistas a los países.