Este jueves el Gobierno llegó a un acuerdo con el staff del Fondo Monetario Internacional para refinanciar la deuda récord de US$ 45.000 millones que asumió el expresidente Mauricio Macri. El debate parlamentario para su aprobación comenzará el lunes próximo en la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, ante la presencia del ministro de Economía, Martín Guzmán, y otros funcionarios del Poder Ejecutivo.
El acuerdo, cerrado por el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, fue elevado al Congreso e incluye como anexos la totalidad de los documentos que lo conforman: el Memorándum de Políticas Económicas y Financieras y el Memorándum de Entendimiento Técnico.
Si bien en un comienzo JxC aseguró que iban a dialogar entre los partidos para llevar al Congreso una postura unificada en torno al proyecto y votar de manera uniforme; con el paso de los días cada uno fue fijando su propia postura. Ahora, mientras que la Coalición Cívica y la Unión Cívica Radical apuntan a dar el voto positivo para evitar un default, desde el PRO consideran que la negociación "es una bomba de tiempo" para el próximo gobierno y que el país perderá inversores y puestos de trabajo.
Lo que se dijo
Durante una conferencia de prensa en el salón de Pasos Perdidos de la Cámara baja, el presidente del bloque del PRO, Cristian Ritondo, aclaró que no habrá ninguna decisión hasta tanto no leer los anexos donde figura la letra chica del acuerdo.
Según consta la copia del anteproyecto, el escrito contiene apenas tres artículos donde están expresados vagamente los principios generales del acuerdo, y se precisan además los plazos de vigencia.
Lo fundamental del memorando de Entendimiento con el FMI estará plasmado en los anexos, donde por ejemplo se especifica la política de ajuste de tarifas y el sendero de reducción fiscal.
"Tenemos una hojita", se quejó Ritondo, que aclaró que todavía no es posible "aventurar cuál es el compromiso de la Argentina" para los próximos años y por ende cuál podría ser la postura opositora.
Por su parte, el presidente del bloque de la UCR, Mario Negri, sostuvo con firmeza que el radicalismo se encaminará a acompañar el proyecto mediante un mensaje que dejó en Twitter con el hashtag #NoalDefault.
En cambio en el PRO, hay un sector que presiona para lograr rechazos o al menos abstenciones en la oposición, para no facilitarle la tarea al Gobierno y que sea el oficialismo el único responsable de juntar los votos.
El vicepresidente primero de la comisión de Presupuesto, el macrista Luciano Laspina opinó en una entrevista que el acuerdo "sirve para evitar un default, pero siembra las semillas de una crisis futura".
"Básicamente, el acuerdo mantiene inalterado el corazón de la política económica del kirchnerismo: el cepo cambiario, las retenciones, las trabas a la exportación, la altísima presión impositiva y las regulaciones anti-empleo y anti-inversión. Es decir, no cambia nada del núcleo de políticas del kirchnerismo", afirmó. Y agregó que el programa que propone el Gobierno al FMI va a generar una dinámica inflacionaria mayor a la actual.
Lo que plantea el economista del PRO es que en todo caso debería votarse solamente la autorización al Gobierno para refinanciar la deuda, pero no los anexos porque allí se expresa la política económica del Gobierno, y la oposición no debería hacerse cargo de esa parte.
En tanto, desde la fuerza que lidera Elisa Carrió adelantaron que facilitarán el tratamiento del proyecto, y si bien no prometen un apoyo a ciegas, dan a entender que la voluntad es acompañar la aprobación.
"A 20 días de un pago muy grande al FMI es importante ser serios y claros pero no exigir de más porque podemos poner en riesgo la economía de todos los argentinos", dijo el titular de la bancada de la CC-ARI, Juan Manuel López.
Si bien desde los distintos sectores de Juntos por el Cambio hacen hincapié en que sería bueno llegar al recinto con una postura unificada, aceptan que será difícil alinear a todos los diputados.
En paralelo a las discusiones que se dan en el arco opositor, el Gobierno tampoco tiene cerrado el frente interno ya que existe al menos una veintena de diputados que responden al liderazgo de Máximo Kirchner que no quieren votar a favor de un proyecto que, según aseguran, propone un camino de ajuste fiscal.
Si el presidente del bloque oficialista, Germán Martínez, no consigue persuadir a los diputados kirchneristas que tienen dudas, el Gobierno necesariamente deberá salir a pescar la mayor cantidad de votos en la oposición.|
