Pato, con todo
La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, arremetió contra el presidente Alberto Fernández, a quien acusó de ser un "talibán" en el ejercicio del gobierno pese a haber sido "moderado" en la campaña, y reconoció que en la actualidad "la grieta está más profunda que nunca".
"Hubo un presidente en campaña moderado y en gobierno, talibán", criticó ayer en declaraciones radiales. Para la dirigente macrista, el Ejecutivo está desplegando la agenda de Cristina Fernández de Kirchner, cuyo propósito es, según dijo, "liberarse de toda culpa y cargo de todo acto de corrupción y avanza con sistematicidad, con una venganza a los sectores que votaron a Juntos por el Cambio".
Sobre el papel que juega Cristina Kirchner en el gobierno, dijo que "parece tener la suma de la agenda y del poder público".
"Es muy negativo, ella puso al presidente y ahora conduce al presidente, que está licuado de poder. Eso siempre es malo para la democracia", manifestó. A su entender, la vicepresidenta considera que "la clase media tiene que asumir que más vale todos pobres e iguales".
En este sentido, asoció la reiteración de los banderazos con una reacción popular a que esta presunta agenda política motorizada por Cristina Kirchner pueda avanzar.
"Por eso la gente sale a defender la propiedad privada, como en Vicentin, o cuando se toman sus propiedades y terrenos y es el país del vale todo, estas cosas están aflorando", explicó.
Según Bullrich, "hay un movimiento popular fuerte, una fuerza social que defiende valores como el mérito, el trabajo, la producción, un movimiento que hace seis meses ve que sus ingresos se licuan".
"La sensación es que no sabemos qué va a hacer el gobierno en el futuro y eso genera mucha angustia", señaló. "La grieta está más profunda que nunca", admitió, y responsabilizó de tal situación al jefe de Estado.
Al respecto, recordó que el 1 de marzo pasado había prometido que sería el presidente que acabaría con la grieta, "y termina en una trinchera tirándole bombas a la capital, a la oposición todos los días".
Bullrich, aseguró además que "no hay sectores radicalizados" ni "talibanes" en Juntos por el Cambio y destacó que esa fuerza "está haciendo un trabajo de introspección para mejorarse", al reconocer que el gobierno de Mauricio Macri "golpeó" a su propio electorado durante la gestión de Cambiemos.
Remarcó que Juntos por el Cambio aprendió "a ser una fuerza que escucha, que toma el pulso de la sociedad" y dijo no coincidir con el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, en cuanto a que existen en el espacio "sectores radicalizados comparables a Cristina Fernández de Kirchner".
Consideró que "la teoría amigo-enemigo, nada tiene que ver con nosotros: se ve y se sabe lo que piensa y no tenemos talibanes; no coincido con la descripción de la teoría de los dos demonios".
Finalmente, la ex ministra justificó las marchas de ayer en contra de varias de las políticas del Ejecutivo: "La sensación que existe hoy es que vivimos hoy y no sabemos qué va a hacer el gobierno mañana y esto genera mucha angustia y nosotros como dirigentes siempre tratamos de reducir esa angustia y genera una idea de futuro y Juntos por el Cambio tiene una idea de futuro".
Sabina tiró por elevación
Sin nombrar a su antecesora, la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, cuestionó la "irresponsabilidad política" de sectores de la oposición que "abonan a un clima que no le hace bien a la sociedad argentina" y, si bien descartó que exista un ánimo golpista, consideró que algunas personas incurren en intervenciones imprudentes.
"Estamos atravesando una época inédita por esta pandemia y eso muestra una gran irresponsabilidad política de los sectores que se reconocen como oposición", señaló Frederic, en declaraciones a AM750.
Ante una consulta, la ministra afirmó que "no hay un clima golpista", sino que existen "personas que tienen intervenciones irresponsables: algunos ex dirigentes políticos que reclaman un protagonismo que no tienen y abonan a un clima que no le hace bien a la sociedad argentina".
La ministra hizo referencia de esta manera a las marchas realizadas en esta ciudad y en otras como Córdoba, Rosario, Mar del Plata, La Plata y San Carlos de Bariloche, donde manifestantes autoconvocados y opositores se movilizaron con consignas contrarias a las políticas del gobierno nacional.
También Frederic se pronunció sobre la protesta de un grupo de policías bonaerenses frente a la residencia presidencial de Olivos, la cual consideró que se trató de un hecho "completamente repudiable" y opinó que "tiene que haber sanciones" para el personal que participó de esa acción.
"Es un lugar que no tiene ninguna relación con la protesta, pero sí creo que lo que va a hacer el gobernador de la provincia (Axel Kicillof) es analizar caso por caso y aplicar las sanciones que correspondan", declaró Frederic.
Días atrás, efectivos policiales pidieron mejoras salariales y protagonizaron reclamos callejeros en varios puntos del país y de la provincia, incluso en las inmediaciones de la quinta de Olivos, un hecho repudiado por todo el arco político y la sociedad civil.
Las protestas se organizaron pese a que el gobierno bonaerense había adelantado que en pocos días anunciaría mejoras económicas y laborales para los policías. Desde el Frente de Todos no dudaron en señalar a quienes hasta hace poco fueron gobierno como los responsables de fogonear las protestas y generar un clima destituyente.
En este sentido, la antropóloga consideró que "a los reclamos legítimos expresados con métodos ilegales se montaron otros intereses, intereses más partidarios, malintencionados o bien intencionados, que aprovecharon unas demandas que son legítimas y que fueron reconocidas por el gobernador de la provincia, al darles el aumento".
"Hay que estar muy atentos a las condiciones salariales del personal policial para que hechos como ese no ocurran porque la sensación de inestabilidad institucional, aunque ese no haya sido el objetivo, no lo fue de una parte mayoritaria, el efecto es ese sobre todo los que fueron a manifestar a Olivos", cerró la funcionaria.
(FG)