Con el acuerdo de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) bajo el brazo, Martín Guzmán se convirtió en el hombre de la jornada y sus acciones están en alza. En una conferencia de prensa en el microcine del Palacio de Hacienda, el ministro de Economía dijo que la renegociación de la deuda figura la “reducción gradual” del déficit fiscal y aseguró que “no va a haber ningún salto cambiario” en la cotización del dólar.
También precisó que se trata de un “programa de facilidades extendidas”, que incluye un acuerdo de políticas económicas de dos años y medio de duración y diez revisiones y una refinanciación de los vencimientos del crédito 'Stand By' que firmó el Gobierno del liberal Mauricio Macri.
Guzmán, que abrió la conferencia minutos después del anuncio que había hecho el presidente Alberto Fernández, estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Juan Manzur, quien remarcó que “el acuerdo con el FMI se alcanzó defendiendo los intereses de la Argentina”.
Acuerdo y gradualismo, las claves que hay que saber
El convenio contempla desembolsos que equivalen a cerca de 44.500 millones de dólares del préstamo original, para afrontar todos los vencimientos que restan del mismo (por unos 41.000 millones, hasta 2024), incluido el pago que se debía hacer este mismo viernes, por más de 700 millones. Pero también se recibirá lo que ya se pagó de capital en 2021. El remanente se utilizará para ir acumulando reservas en las menguadas arcas del Banco Central.
Aunque quedan por definir detalles, se indicó que el país deberá empezar a devolver los nuevos montos recibidos cuatro años y medio después de que el acuerdo quede aprobado formalmente, y terminará de hacerlo a los 10 años del último desembolso.
Fue durante la conferencia que Guzmán aclaró que aún resta “trabajar en los memorandos de las políticas económicas y financieras” y que ello llevaría “algunas semanas”.
Explicó que en el entendimiento con el organismo multilateral de crédito se convino que la Argentina pueda “tener un rol moderadamente expansivo”, con metas de reducción gradual del déficit primario.
Para 2022, según el funcionario, se prevé un déficit primario de 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB), ocho décimas de punto porcentual menos que el 3,3% señalado en el proyecto de ley de Presupuesto que fuera rechazado por la oposición en la Cámara de Diputados. La “reducción gradual” continuará en 2023 con un 1,9% y para el 2024 con un 0,9% del PIB.
También anunció una reducción “gradual y decidida” de la asistencia del Banco Central al Tesoro, además de tener una estructura de tasas interés reales positivas y avanzar en la reconstrucción de la deuda pública en moneda local.
En cuanto a la caracterización de la inflación, Guzmán afirmó que se acordó con el FMI avanzar en un enfoque integral, tomando en cuenta que se trata de “un fenómeno multicausal”.
El jefe del Palacio de Hacienda comenzó su alocución recordando que el gobierno de Mauricio Macri dejó al país “con una carga de deuda aplastante”, y que se buscó una renegociación con el Fondo “sin socavar las posibilidades de desarrollo”.
También confirmó que la Argentina pagará el vencimiento por más de 700 millones de dólares que debía hacer frente este viernes.
Para el capitán de equipo económico, “va a ser importante el trabajo entre el sector público y el privado en dos años para que los acuerdos de precios ayuden a anclar expectativas y para que las políticas de precios e ingresos redunden en un aumento del poder adquisitivo del salario”.
Casi dos años de negociación
Fue a finales de 2020 cuando, convencido de la imposibilidad de devolver, en las condiciones planteadas, el préstamo de 2018 —que ascendía a 56.300 millones de dólares, pero de los que solo se desembolsaron 44.200, y de los que aún quedan por devolver unos 41.000 millones hasta 2024—, el Gobierno inició formalmente negociaciones con el Fondo, acompañadas de conversaciones con países como Estados Unidos por su peso en el organismo.
En los últimos tiempos, las principales diferencias entre el Ejecutivo y el FMI residían en el sendero fiscal que debía aplicarse.
Según dijo Fernández durante el esperado anuncio, el nuevo acuerdo no conlleva políticas de ajuste, ni reforma laboral, ni modificaciones cambiarias o privatización de empresas. Sí se plantea una reducción gradual del déficit fiscal sobre la base de una economía en recuperación.
Ya a los pocos meses de llegar al poder, Fernández logró en 2020 y en medio de un crítico discurso contra la política de deuda de Macri, un acuerdo con acreedores privados para reestructurar bonos bajo ley extranjera por casi 63.400 millones de dólares. Ese fue otro de los goles que metió Guzmán, que hoy se llevó la copa. |