Fernando De Vido no tiene vínculos familiares con el ex ministro de Planificación del kirchnerismo, pero sí es un entrañable aliado del gobernador Gildo Insfrán. Es ingeniero, fue tres veces intendente de la ciudad de Formosa, estuvo a cargo de la Dirección de Vialidad de esa provincia y finalmente, este viernes fue designado por medio del Decreto 78/2022, como director ejecutivo de la Entidad Binacional Yacyretá, que funciona bajo la órbita del Ministerio de Economía.
Por su parte, Ana Almirón fue designada como Consejera de la central hidroeléctrica y asumirá tras la renuncia presentada por Alejandro Valerio Sruoga.
Tal como anticipó N&P el 28 de enero pasado, el cambio de autoridades se dio luego de que se cuestionara que durante los últimos 20 años el cargo fue ocupado por funcionarios misioneros, cuando también era pretendido por otros gobernadores, como Gildo Insfrán de Formosa y Gustavo Valdés de Corrientes, lo que en cierta forma alentó la renuncia de Ignacio Barrios Arrechea hasta entonces titular de la entidad.
En los últimos días el Poder Ejecutivo señaló que "con el fin de garantizar el normal funcionamiento del organismo, deviene necesario proceder al nombramiento de las nuevas autoridades que ocuparán los cargos de Director Ejecutivo y de Consejera de la Entidad Binacional Yaciretá (EBY)".
Contexto histórico
Argentina y Paraguay suscribieron en 1973 el Tratado de Yacyretá, con el objeto de:
- Realizar el aprovechamiento hidroeléctrico
- Mejoramiento de las condiciones de navegabilidad del Río Paraná
- Y eventualmente la atenuación de los efectos de las inundaciones.
Ese Tratado estableció un Comité Ejecutivo para administrar la represa binacional, compuesto por dos directores, uno en representación de cada país, con la misma competencia y jerarquía y con igualdad de atribuciones y responsabilidades.
La represa posee una potencia instalada de 3.200 megawatts y su línea de cota alcanza los 83 metros sobre el nivel del mar.
Debido a que los requerimientos eléctricos de Paraguay están cubiertos, ese país solo consume, en promedio, entre el 10 y el 13% de la energía producida, mientras que el resto se destina a la Argentina.|