La cervecería de los Países Bajos Heineken anunció este miércoles que deja de producir y vender de forma inmediata su cerveza en Rusia y no aceptará ganancias de sus operaciones en ese país debido a la guerra en Ucrania, que considera “un ataque no provocado y completamente injustificado” contra el pueblo ucraniano.
En un comunicado, la compañía subrayó que toma esta decisión en “respuesta a la continua escalada” de la guerra y explica que las medidas buscan “detener el flujo de dinero, regalías y dividendos” que le llegan a la empresa matriz desde ese país.
Heineken ya había anunciado anteriormente que suspende todas las nuevas inversiones y exportaciones a Rusia.
“Estamos evaluando las opciones estratégicas para el futuro de nuestras operaciones rusas. Hacemos una clara distinción entre las acciones del Gobierno y nuestros empleados en Rusia”, explicó.
La empresa añade que apoyará a sus empleados y sus familias en el país porque ese es “un principio clave a medida que definirá los siguientes pasos”.
Heineken tiene unos 1.800 empleados en Rusia y sus ventas en ese país representan menos del 2 por ciento de las ventas globales.|
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