La Corte de Delaware en los Estados Unidos falló a favor de YPF en el caso de su subsidiaria Maxus Energy Corporation, por el juicio que afronta la petrolera a raíz de una denuncia por contaminación del río Passaic, en el Estado de Nueva Jersey, de hace más de 40 años, informó la compañía.
El fallo dispone que ante la falta de elementos suficientes para resolver en etapa sumaria el caso deberá ir a juicio, tal como había solicitado en el proceso la compañía argentina que argumenta que YPF no tiene responsabilidad alguna con el episodio de contaminación.
No obstante, "la Corte denegó en su totalidad los pedidos del demandante para que se resuelvan ciertos puntos importantes del juicio en forma sumaria, incluyendo la teoría de daños que proponía" el causante, precisaron las mismas fuentes.
"Si bien la compañía sostiene que no fue ni podría ser considerada como alter ego de Maxus, esta decisión del juez representa un paso importante en la defensa de los intereses de la compañía en este caso" señalaron al afirmar que "YPF continuará la defensa de sus intereses en este juicio, sobre el cual considera que no tiene responsabilidad".
El escrito entendió que "es prematuro pronunciarse sobre la parte de daños de la reclamación" en la actual etapa procesal, de acuerdo al facsímil reproducido por el experto en deuda corporativa y soberana Sebastián Maril en su cuenta en la red social Twitter.
Maxus, al momento de la compra por parte de YPF, tenía entre sus pasivos un juicio por daños ecológicos de las décadas del 60 y del 70 a raíz de sus actividades que habrían afectado al río Passaic, una demanda que no fue resuelta al momento de la operación.
El desarrollo de la causa por supuestos damnificados de aquella contaminación se aceleró en los últimos años y como parte del proceso se llegó a plantear un pago por US$ 14.000 millones en concepto de reparación que debería afrontar la petrolera nacional.
En el juicio, corresponderá al tribunal de instancia determinar la cuantía de los daños y perjuicios que YPF y Repsol deban responder, si los hubiere, causados por su conducta inequitativa alegada y aún por probar.
En junio de 2016, YPF puso en marcha en Estados Unidos el proceso de quiebra o concurso preventivo de la subsidiaria Maxus Energy Corporation, en el marco de un acuerdo que preveía por entonces el pago de US$ 193 millones que estarían destinados a resolver eventuales reclamos por las operaciones llevadas a cabo por la organización que tiene sede en el Estado de Delaware.
Los activos de Maxus representaban menos del 1% de la producción y reservas de la petrolera argentina, y por entonces se aseguraba que este procedimiento como el pasivo ambiental de la empresa estadounidense “no tendrían un efecto adverso sobre los resultados operativos consolidados de YPF o su situación financiera”, según manifestó en su momento la petrolera en un comunicado a la Bolsa de Comercio porteña.|