Aunque el Gobierno asegura que el nuevo esquema que fija el precio de 1432 productos de la canasta de consumo masivo y rige desde la semana pasada se encuentra en “adaptación”, las reacciones adversas por parte del sector privado proliferan. “El inicio del plan, que siempre requiere una adaptación, es bueno. Hay retroceso de precios, con 75% de los productos cumplidos en más el 60% de los comercios relevados”, dijo Roberto Feletti, este domingo, en diálogo con Radio 10.
La decisión instrumentada por la Secretaria que gira en la órbita de Matías Kulfas, fue criticada con dureza por las cúpulas empresarias del país, que salieron de forma inmediata a cuestionar la eficacia de esta decisión. Al mensaje anticipado de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios de Argentina (Copal) que apuntó contra la “falta voluntad de las autoridades” para lograr la estabilidad de precios, enseguida se sumó la Asociación de Empresas Argentina (AEA), que conduce el no-empresario Jaime Campos. “La reciente resolución de la Secretaría de Comercio Interior respecto de la fijación de precios máximos es una medida muy negativa para el funcionamiento habitual de las empresas establecidas en nuestro país”, indicó la entidad en un comunicado.
En la misma línea se expresó el titular de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman, al opinar que “en un Gobierno democrático no se puede obligar a nadie a producir a pérdida”. En declaraciones a CNN Radio, advirtió que “seguramente, va a haber desabastecimiento en algún producto” mientras confesó su preocupación por la insistencia con “cosas que no funcionan”.
En las últimas horas, la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (Acde), se plegó al mensaje anti-congelamiento que tiene de la vereda de enfrente a un puñado de organizaciones como la que lidera Victor Fera, dueño de marcas como Marolio y Maxiconsumo, entre otras instituciones de pymes locales.
“Los argentinos vemos una vez más cómo desde el gobierno se pretende solucionar un problema acuciante como el de la inflación con una receta equivocada”, describe el comunicado de Acde y expresa que el reciente congelamiento de precios de más de mil cuatrocientos productos, “lejos de reducir la inflación lo que logra es enviar señales contradictorias al sector privado”, que, según indican, “demoran las tan necesarias inversiones que deberían producir un incremento en la capacidad instalada, aumentando la oferta de productos, generando más empleo y riqueza en beneficio de la población”.
Desde la perspectiva de Acde, además de “equivocada”, la decisión oficial “vulnera varios de los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, impide que la actividad económica se ponga al servicio de la sociedad en su conjunto, niega la libertad de la persona en el campo económico como un valor fundamental, y menosprecia la importancia del libre mercado para garantizar la provisión de bienes y servicios”.
La agrupación que conduce Gonzalo Tanoira que tiene como objetivo “constituirse en un ámbito de análisis y reflexión de la temática empresaria a la luz de los valores cristianos”, plantea que a lo largo de la historia numerosos “experimentos de este tipo” han demostrado que no funcionan. “Lejos de contribuir a los objetivos planteados, desde Acde consideramos que esta decisión no atenuará el Índice de Precios al Consumidor, que desde enero del 2020 acumula más de 103% de aumento”. Además, el texto agrega que “será nociva” en términos de “litigiosidad, abastecimiento de productos, equilibrio entre canales de comercialización y aumento del gasto para controlar su cumplimiento, fomentará la creación de mercados negros y la evasión impositiva”.
Sin embargo, los empresarios que comulgan con la doctrina cristiana convocaron al empresariado y a los canales de comercialización a “evitar caer en la remarcación de precios preventiva, una práctica que anticipa y acelera la inflación”.
En ese sentido, destacaron que “es momento de aunar esfuerzos y pensar desde ambos lados (gobierno y empresas) en como estabilizar las variables macroeconómicas de nuestra economía de una manera seria y sustentable, tomando como ejemplo las medidas que funcionan en otros países”.
La otra cara
Como vocero de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas, Fera, apuntó a la politización del tema precios de alimentos, apoyó al programa y criticó a un sector empresarial. “La Cámara de mayoristas y distribuidores va a acatar la orden", dijo el empresario en declaraciones a la AM750.
El dueño de Molto, entre otras marcas de consumo masivo, que también se expresó en contra de eliminar las indemnizaciones laborales, como plantea un amplio sector de la oposición y la dirigencia empresarial contó que las empresas que producen alimentos -que él representa-, “desde el primer día adhirieron a los precios congelados hasta el 7 de diciembre porque nosotros pensamos en los argentinos. Yo podría trabajar si perdiera, ganar menos”.
Con una postura moderada, desde la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) comunicaron en las últimas horas que las cadenas que la integran “han tenido una trayectoria de cumplimiento estricto de los programas acordados con el Gobierno nacional durante los últimos 14 años”.
Además, confirmaron que, en la última semana, trabajaron para la implementación de la Resolución 1050/2021, dispuesta por el Gobierno nacional. “Confiamos en que ese trabajo dé sus frutos y que, a la mayor brevedad posible, el cambio de precios resultante del mismo se vea reflejado en las góndolas”.
“Desde ASU –agrega el comunicado oficial- se ha garantizado el cumplimiento de los programas acordados -Precios Cuidados, Acuerdo de Carnes (Cortes Cuidados)- y, del mismo modo, se han cumplido las disposiciones normativas que con similares objetivos se han ido dictando”.
En ese punto mencionaron como ejemplo la Resolución 100/2020 y sus normas complementarias con motivo de facilitar el acceso a los alimentos y productos básicos en momentos de “alta complejidad”, a raíz de la pandemia de Covid-19, mostraron su compromiso al diálogo y apuntaron a sus proveedores “para cumplir y mantener sus niveles de servicio dado que, como último eslabón de la cadena, dependemos de ello para satisfacer las necesidades de nuestras clientas y clientes”. |