Mientras Estados Unidos registra una inflación de 8,5 % interanual, la Oficina Europea de Estadísticas (Eurostat), informó que la tasa de evolución de precios en la zona euro fue del 7,4 % interanual en el mes de abril, manteniéndose esta cifra igual que en marzo. El organismo destacó que hace un año inflación marcaba 1,6 % y apuntó, entre los principales impulsores, a la energía eléctrica que creció un 3,7%.

En el mismo camino, Austria alcanzó en abril su tasa más alta en más de 40 años, con un alza de 7,2 % en comparación con el mes de marzo (6,8 %), según datos de la oficina de Estadísticas de Austria citados por medios locales.

Los datos de alta inflación golpean a distintas economías del mundo, pero nada se compara con los niveles que alcanza la Argentina en este contexto global convulsionado por la pandemia del Coronavirus y la guerra en Ucrania que no hace más que acelerar incremento de precios en alimentos y energía.

En el escenario local a la “inflación importada” que puede agregar entre 5 y 7 puntos, según coinciden distintos analistas, se agregan cuestiones estructurales, o “de larga data” como indica el economista Ricardo Delgado, que fijan una base de 50 puntos y asfixian el desarrollo de la economía.

“El gobierno sigue sin encontrarle la vuelta a esta aceleración inflacionaria que estamos viendo ya desde comienzos de año”, plantea Delgado y repasa que un año atrás la inflación proyectada estaba en torno al 40 por ciento y “hoy estamos hablando de 65/70, para ser cautos, en el año”.

“Hay una aceleración que indica básicamente el fracaso del gobierno en atacar el principal problema de la economía argentina”, opinó y señaló que existe “claramente” un error de diagnóstico al pensar que el problema se puede resolver “dando eventualmente ajustes salariales que traten de compensar esa dinámica”.

En su análisis y teniendo en cuenta, principalmente, la evolución en los precios de los alimentos en la primera quincena del mes, Delgado estima que la inflación de mayo se ubicará, del mismo modo que en marzo y abril cerca del 6%.  “La aceleración continua y tenemos por delante ajustes no solamente en tarifas que llegarán eventualmente durante el mes de julio o en agosto sino mucho antes servicios privados, prepagas, televisión por cable, internet y combustible que está creciendo bastante por encima de la inflación”, agregó.

En abril, la inflación núcleo se aceleró a 6,7%, lo que marcó un alza de 0,3 puntos porcentuales con respecto a marzo y encendió una alerta ya que marca una nueva dinámica inflacionaria, por encima de factores estacionales y precios regulados, que parece difícil de revertir.

Sobre los planes del gabinete económico de Alberto Fernández y la “guerra” que se anunció contra la inflación el director de Analytica cuestiona que “el Gobierno cree que la inflación es un fenómeno que se ataca sectorialmente, sector por sector; el problema de los formadores de precios en los alimentos o en los bienes de consumo masivo y, en realidad, aquí y en cualquier lugar del mundo, la inflación es un fenómeno macroeconómico que tiene que tener como primer requisito, como materia prima central, la posibilidad de tener una política económica que sea creíble”.

Por otro lado, apuntó al record de emisión monetaria que realizó el Banco Central en 2020, para hacer frente a la pandemia y dijo que, si bien descendió en el último año, respecto al PBI, “al final del camino con estos niveles de inflación que no son nuevos, ya que el año 2019 terminamos con una inflación cercaba al 55%, son fenómenos de larga data que básicamente muestran que los argentinos no queremos usar al peso como reserva de valor”.

En ese sentido el economista destacó que los argentinos utilizamos el peso solamente para transacciones “porque cobramos en pesos, pagamos impuestos en pesos”, sin embargo, cuando se trata de ahorrar, aquellos que tienen la posibilidad de hacerlo, “piensan en otras alternativas”.

Por último, sobre la propuesta oficial de generar herramientas para “desindexar” la economía observó que “hay que tomar alguna decisión porque falta un año y medio de gobierno” y se distanció de los pronósticos más pesimistas al señalar que “no estamos ni de cerca, en las proximidades, de un episodio hiperinflacionario”.

Sin embargo, advirtió que el fenómeno inflacionario, lejos de comenzar a descender como espera el ministro Martín Guzmán, “está más vivo que nunca”. “Dejó de ser una cuestión crónica que se pueda administrar con esta estrategia del `siga, siga´, de empujar con la barriga”.

Frente a una inflación que ya escala en torno al 60 % anual, el Gobierno activó medidas de recomposición de ingresos para los sectores más vulnerables y habilitó las actualizaciones en los salarios formales a través de paritarias. En ese sentido Delgado opinó que “el problema no es el salario que obviamente aumenta los costos, el problema es que siempre estás detrás y el salario nunca va a recuperar en tanto y en cuanto no exista la decisión política de plantear un camino”.

Y agregó que “bajar la inflación nos va a llevar años”. En un escenario de mediano plazo –explicó- la desindexación se puede lograr dentro de un programa antiinflacionario como se ha hecho en otros momentos de la Argentina, con el Plan Austral o la Convertibilidad, pero aclaró que “no estamos todavía en esos lugares”, con niveles de inflación de 30 a 40 puntos mensuales.|