Perseverante, Martín Guzmán ratifica la política económica y promete menos inflación para mayo – Negocios & Política
 

La Semana Económica |Perseverante, Martín Guzmán ratifica la política económica y promete menos inflación para mayo

Con la primera misión del FMI encaminada el ministro se enfocó en la problemática energética y traza alianzas con las petroleras sin romper con el campo. Inicia la cuenta regresiva para el aumento de tarifas. El rumbo de la coalición de Gobierno de cara al 2023.
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Como un corcel en plena batalla, el ministro Martín Guzmán avanza en su estrategia sin importar la cantidad de giros y contra tiempos que le impone el camino lleno de incertidumbres y difíciles proyecciones en todos los escenarios.

Al borde de la cornisa, y superando los embates del cuadro político con mayoría accionaria en el Frente de Todos -la vicepresidenta- Guzmán se aferra a sus resultados. “La economía creció más de 10% en 2021”, repite en cada oportunidad y, en un giro de objetividad, asegura que “esa recuperación –luego de caer 9,9% en pandemia– sigue creciendo”.

El dato es objetivo, pero ha dado lugar a interpretaciones. ¿Crecimiento o recuperación? Al margen, lo importante es lo que viene en una Argentina que convive con más del 50 por ciento de su niñez en condiciones de pobreza. 

“Este año la economía está resolviendo problemas que eran muy graves y que era fundamental resolver para que podamos seguir en la senda de recuperarnos generando empleo, y también para poder atacar el problema de la inflación”, argumentó el ministro, este sábado, en declaraciones a la AM750.

En su eje, prácticamente inmutable en su tono, Guzmán le baja la tensión a cada frente de discordia. “Hoy la inflación es el principal problema del mundo”, asumió y reconoció que “en la Argentina es más fuerte porque ya venimos con ese problema desde muchos años”. “Debemos hacer ciertas cosas que son en las que estamos trabajando para atacar esa problemática”, aclaró, pero no explicó por qué en 2021 –con la economía reactivada– los precios crecieron más de 50 puntos.

El titular del Palacio de Hacienda que, en un hecho que puede catapultar al éxito o al fracaso su gestión, esta semana absorbió la Secretaría de Comercio y logró colocar al frente a un hombre propio. “La política de precios es un elemento de la política económica que nos sirve también para tener referencias en precios que coordinen expectativas”, dijo y avisó sobre una revisión de la meta de inflación en el Presupuesto que continúa elaborando.

En ese sentido repasó, entre los objetivos centrales, la recuperación del poder adquisitivo de los salarios, acumular reservas en el Banco Central y “que eso nos permita que en 2023 la economía siga creciendo”, añadió y que “las expectativas se vayan calmando y que la inflación se vaya reduciendo”.

“Estamos construyendo condiciones”, afirmó y volvió a descartar el incremento de retenciones a las exportaciones. 

Por el momento, según indicó, no habrá cambios en la política de precios cuidados. “Si terminamos en 2022 habiendo acumulado reservas, que eso va a ocurrir, vamos a enfrentar condiciones para un tercer año consecutivo con una Argentina creciendo, generando empleo y pudiendo bajar la inflación”, insistió.

En su eje

Con una calma que contrasta con la forma en que la economía tensiona en el país, Guzmán le hace frente a uno de los dilemas que más pesa en la coalición, y explica “la grieta”. La decisión, por demás técnica, sobre el futuro de los Derechos de Exportación, lo colocan en un lugar incómodo del que sale con astucia: “necesitamos más dólares”, planteó en la entrevista radial. 

Sin embargo, se mostró firme frente a la renta inesperada. “Hay sectores o personas que se han beneficiado con las consecuencias de la guerra experimentando una ganancia que no tiene nada que ver con la inversión”, dijo y aclaró que eso “es una renta inesperada”. 

“La forma en la cual el Gobierno Nacional propone lidiar con esa situación que no es justa es creando un mecanismo para poder administrar o distribuir esa renta inesperada”, señaló y confirmó que “en breve” el Gobierno Nacional estará enviando un proyecto de Ley al Congreso y que buscarán apoyo “para poder lograr que el efecto de la guerra no sea regresivo y genere mayor desigualdad, sino que podamos tener un crecimiento compartido”.

En el terreno de las oportunidades, la guerra aceleró proyectos en materia de hidrocarburos. “Esto que parece abstracto -apuntó Guzmán- implica que en la Argentina haya mejores oportunidades de empleo y mejores condiciones para atacar la inflación”. 

Este fin de semana el Gobierno publicó el nuevo régimen de acceso a divisas para la producción incremental de hidrocarburos, que busca incentivar el aumento de la producción de petróleo y gas flexibilizando el acceso al mercado cambiario a las empresas del sector.

El decreto publicado ayer en el Boletín Oficial considera que “en el actual contexto económico global, la necesidad de desarrollar activa y aceleradamente las capacidades productivas del sector hidrocarburífero se vuelve aún más relevante, a los efectos de minimizar el impacto del contexto internacional sobre los precios de los hidrocarburos y, con ello, sobre la balanza comercial y las finanzas públicas de la República Argentina”.

Durante la presentación de la iniciativa en Casa Rosada, Guzmán tentó a empresarios como Sergio Affronti, CEO de YPF; Hugo Eurnekián, de Corporación América; Juan Martín Bulgheroni, de Pan American Energy; Javier Rielo, de TOTAL; Eric Duning, de Chevron y Nidia Álvarez, de Equinor con ambiciosos incentivos.

Los beneficiarios tendrán el derecho al acceso al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) por un monto equivalente a su producción o inyección incremental, según corresponda, valuado a precio de exportación neto de derechos y primas que correspondan. El acceso a divisas podrá ser destinado al pago de capital e intereses de pasivos comerciales o financieros con el exterior, incluyendo pasivos con empresas vinculadas no residentes, utilidades y dividendos, repatriación de inversiones directas de no residentes.

Por el momento, el anuncio, es una de las únicas políticas que le permitirán mostrar resultados de mediano y largo plazo al presidente Alberto Fernández de cara al 2023. Junto con alcanzar soberanía energética, de la mano del postergado gasoducto Néstor Kirchner, el sector promete inversiones por más de US$ 40.000 millones en los próximos cinco años, con rendimientos que rondarán los US$ 18.000 anuales. 

Números que, de concretarse, pueden abrir un nuevo capítulo en la historia de un país donde abundan recursos, pero escasea la eficiencia a la hora de administrarlos. Para el ministro, hoy, resolver los subsidios a la energía resulta categórico, porque es parte del acuerdo con el FMI y la solución al déficit. Pero acá, la guerra que aceleró el costo del gas y el petróleo no colabora. “Hubo un impacto en la guerra de los subsidios energéticos y esto implica que la velocidad en la cual se puede ir atacando la reducción de los subsidios es otra”, reconoció.

En los próximos días, se conocerán detalles sobre el plan de segmentación anunciado que, según Guzmán “protege el poder adquisitivo de las trabajadoras y trabajadores”.

En paralelo, el ala cristinista de la coalición, define –con Máximo Kirchner a la cabeza–, cómo alinear los reclamos de la vicepresidenta con los propósitos de su candidato de fórmula. De esa negociación dependerá su rol en el último tramo de la gestión que encabeza Fernández. Los pasillos anuncian una ruptura inminente, que podría evitarse con cambios en la Jefatura de Gabinete.  |

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