La pelea más dulce y el lobby de las gaseosas – Negocios & Política
 

Ley de etiquetados |La pelea más dulce y el lobby de las gaseosas

Las multinacionales y las familias azucares buscan hacer valer su peso para evitar la sanción de la ley sobre etiquetados. Los senadores, en silencio, la aprobaron y ahora los privados tienen que decidir si vuelcan el lobby en diputados o la Casa Rosada. Una conversión, un bar y una gaseosa, parece haber sentenciado la discusión.
Economía
Economía

La Cámara de Senadores aprobó por amplia mayoría y giró a Diputados el proyecto de Ley sobre Etiquetado de Alimentos, que fija pautas para una alimentación saludable y establece la colocación de una serie de sellos frontales en los envases de alimentos con altos contenidos de sodio, azúcares, grasas saturadas, grasas totales y calorías.

La media sanción puso nervioso a varias multinacionales y a empresarios locales del norte del país que tienen sus apellidos en sus productos. No era lo que esperaban, y así se lo hizo saber un experto lobbysta a su viejo amigo legislador mientras destapa una gaseosa. Entienden que es una discusión que no va a llegar a ningún lado, pero discuten igual. Se conocen hace muchos años y se tutean, pero los dos saben que aunque uno de ellos ponga sobre la mesa lo que más duele en este momento de la Argentina, las fuentes de trabajo, las cartas ya están jugadas y el deber ser hoy vale más. La ley va a salir y ya quedó demostrado.

La conversación sucedió en un coqueto bar que debería estar cerrado pero que, como son dos hombres importantes de la política y los negocios, el dueño del lugar hizo caso omiso y habilitó una mesa para que conversen tranquilos. La gaseosa quedó abierta, nadie la tomó, prefirieron una bebida espirituosa. Uno insistía, el otro le decía que perdió y que lo tenía que aceptar, que alguna vez le tenía que tocar, que lo había evitado varios años, pero que el mundo cambió.

Fue difícil la media sanción del Senado de la ley de etiquetado de alimentos. Aunque la votación fue abrumadora (64 a favor 3 en contra), la discusión llevó tres horas. Votaron todos a favor menos las legisladores tucumanas Silvia Elías de Pérez, del radicalismo; y Beatriz Mirkin, del Frente de Todos; y la riojana del interbloque Parlamentario Federal, Clara Vega. No hubo grieta azucarera.

En un despacho de una multinacional siguieron por internet el debate. Había una luz de esperanza, no iba a ser la primera vez que la Copal con el abogado Daniel Funes de Rioja hiciera valer su red de amistades y contactos. Pero no fue suficiente. En medio de la pandemia, la salud es el estandarte de cualquier político.

Así fue que el Senado dio media sanción al proyecto que busca garantizar el derecho a la salud y a una alimentación adecuada a través de la promoción de una alimentación saludable, brindando información nutricional simple y comprensible de los alimentos envasados y bebidas analcohólicas. Una etiqueta negra que diga lo que contiene

"No pudimos ni cambiar el color", se quejaba un ejecutivo de una multinacional alimenticia. "Veremos en diputados, pero si en el Senado, que es más permeable porque nadie lo sigue de cerca, no pudimos frenarlo, en diputados va a ser más difícil" reconoció el mismo empresario

La norma establece un etiquetado en donde contenga un rotulado en forma de octógono de color negro en el frente de los envases, que deberá informar a los usuarios si el alimento contiene exceso de azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías

Asimismo, se obliga a las empresas a declarar el contenido cuantitativo de azúcares, entendiéndose como hidratos de carbono simples (disacáridos y monosacáridos), en el rotulado nutricional de los alimentos envasados para consumo humano

Una de las autoras del proyecto, la mendocina Anabel Fernández Sagasti, se mostró “convencida de que mejorar la calidad de información de los alimentos que consumimos es una demanda social” y le apuntó a los senadores que votaron en contra del proyecto para pedirles que “paren de repetir mentiras de lobistas que no dan la cara y llaman a los legisladores para que digan mentiras”.

Sagasti apuntaba a la la tucumana Elías de Pérez que cuestionó duramente el proyecto porque “demoniza al azúcar” y “desampara” a su provincia. “Vengo a defender mi provincia y a la industria madre de mi provincia: el azúcar. Una industria que significa trabajo para 60.900 familias tucumanas, salteñas, misioneras, jujeñas y santafecinas”, enumeró la legisladora radical.

Por su parte, la riojana Vega describió al proyecto como “inoportuno” y que “no contempla la realidad de los argentinos”. “Nos vamos a dar el lujo de hablar de exceso de grasas y de azúcar cuando el argentino en el día a día lucha por conseguir el dinero para llevar adelante la alimentación de su familia”, expresó. Para Vega, “el pobre no va a mirar el etiquetado, va a mirar los precios” porque, según remarcó, “este no es un problema de sellos de advertencia sino de educación”.

El lobby ahora se juega en diputados, pero todo hace suponer que no llegarán a buen puerto. Así se lo hizo saber el legislador mientras apuraba su trago en el coqueto bar a media luz. "Perdiste, deciles que lo acepten y te aconsejo que ahora vayan al Ejecutivo para ver la reglamentación y que no vayas a porotear a diputados porque no te va a ir bien" lo saludó. Ninguno de los dos tocó la gaseosa que quedó abierta.

    Vínculo copiado al portapapeles.

    3/9

    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

    Ant Sig