Mientras el Sindicato de Camioneros espera que pasen 48 para ver si avanzan hacia un paro general en reclamo de la situación laboral de unos 500 empleados de Walmart, el empresario Francisco De Narváez apostaría al real estate de la mano del Grupo Irsa.

Por un lado, intenta quedarse en Rosario con el histórico edificio de “La Favorita”. Allí se encuentra Falabella, pero el grupo chileno dejará parte de su plaza en el país en el marco de una reestructuración a nivel global.

Por otro, avanza con una lujosa iniciativa “comercial-inmobiliario” en La Plata. “Es un proyecto del grupo inversor Irsa. Son locales comerciales y un complejo habitacional”, confiaron fuentes del mercado.

Justamente, el pasado viernes, Irsa anunció una ampliación de su capital con el objetivo de fortalecer su posición financiera y seguir proyectando el negocio del real estate.

“Creemos en la potencialidad del sector de real estate y procuramos fortalecer más nuestra posición financiera para aprovechar las crecientes oportunidades” explicó Eduardo Elsztain, presidente del grupo Irsa, en un comunicado.

Mientras Falabella abandona algunas instalaciones que pertenecen a Irsa, De Narváez podría mudar algunos de sus supermercados a esas instalaciones.

Un conflicto colorado

Este miércoles finaliza un nuevo plazo de la conciliación obligatoria entre el sindicato de Camioneros y Walmart. El gremio reclama una compensación de los empleados por pasar a trabajar de una empresa a otra, pero la firma Dorinka (ex Walmart) se opone.

El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, ya había dicho que "hay un reclamo (de la parte sindical) que hacen al pago de compensaciones, que no tenemos claro cuál es el origen, estamos en período de conciliación”.

Según dijo el funcionario, "normalmente, lo que conocemos es que hay conflicto de derechos, en los que se reclama a partir de una norma, y está lo que se conoce como conflicto de intereses que lo que busca es la creación de una norma, es decir la creación de un derecho. Este es un caso de conflicto de intereses, donde no hay una norma que lo ampare".

En ese sentido, el titular de la cartera laboral, indicó que "los conflictos de intereses también son legítimos, o sea que, si solo los conflictos fueran la aplicación de normas, no existiría modificación para la aplicación de los derechos".

A través de una solicitada, el Grupo De Narváez, que adquirió el año pasado las operaciones de Walmart en el país, sostuvo que "el pedido por parte del Sindicato de Choferes de Camiones de despedir al personal afectado a nuestro Centro de Distribución, indemnizarlo y volverlo a contratar con la misma antigüedad".

El sindicato que lidera Pablo Moyano respondió con diversas medidas de fuerza de menor escala y una solicitada donde aseguraron que el reclamo es "legítimo y legal" dado que el empleador "ya no es la multinacional, lo cual genera una situación de incertidumbre a los trabajadores ante la posible falta de liquidez de este grupo".   |