Una manifestación por la muerte del afroamericano Daunte Wright, quien fuera baleado fatalmente el pasado 11 de abril, terminó en graves disturbios fuera de una estación de Policía de Portland (EE.UU.).
Alrededor de las 22:30, la multitud se congregó cerca de un edificio que alberga oficinas para múltiples agencias policiales, incluyendo la estación de la Policía de la ciudad y la oficina del Sheriff del Condado de Multnomah. Algunas personas rompieron ventanas, arrojaron piedras, lanzaron fuegos artificiales y trataron de entrar al inmueble.
Por su parte, los agentes amenazaron con arrestar a cualquier individuo que no abandonara la zona. Los participantes se negaron a hacerlo y los oficiales usaron municiones antidisturbios contra la multitud. La Policía empujó a los manifestantes desde la estación y usó porras y balas de goma junto con botes de humo.
Lo que esta pasó
Daunte Wright fue detenido el domingo mientras conducía por un barrio residencial. Los policías descubrieron que tenía "una orden pendiente" y trataron de arrestarlo. A continuación se produjo un forcejeo y el joven logró liberarse y entrar en su coche.
En respuesta, una agente abrió fuego y lo hirió de bala. El hombre se dio a la fuga en su coche, pero acabó chocando contra otro vehículo. Fue declarado muerto en el lugar. Según la versión oficial, la oficial involucrada en su muerte usó por error una pistola en lugar de un táser inmovilizador.
El jefe de la Policía de Brooklyn Center, Tim Gannon, ha pedido una investigación independiente sobre la muerte de Wright. Asimismo, ha destacado que la agente involucrada está con licencia administrativa.
La prensa local informa que la muerte de Daunte Wright ocurrió a pocos kilómetros de donde George Floyd fue asesinado, también a manos de la Policía. La muerte reciente del joven provocó protestas en Minneapolis. Cientos de personas salieron a las calles para rechazar la brutalidad policial, que terminó en enfrentamientos con las fuerzas del orden, saqueos y destrucción de negocios.
El panorama
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llamó a la calma tras lamentar el fallecimiento "trágico" de otro joven negro por un disparo policial en Minneapolis, hecho que devino en masivas protestas, donde se celebra un juicio contra un policía blanco acusado de matar el año pasado al afroamericano George Floyd. "Lo que ocurrió, es verdaderamente trágico, pero creo que hay que esperar a ver lo que muestra la investigación", señaló.
"Sabemos que la ira, el dolor y el trauma en medio de la comunidad negra es real", dijo el mandatario, pero remarcó que eso "no justifica la violencia y los saqueos" y que solo las manifestaciones pacíficas "son comprensibles".
Katie Wright, madre de la víctima, dijo que a su hijo le dispararon antes de volver a entrar al automóvil. La mujer contó que su hijo la había llamado para decirle que la policía le había ordenado detener su vehículo.
La mujer dijo que escuchó a oficiales de policía decirle a su hijo que soltara el teléfono y que luego uno de los agentes cortó la llamada. Poco después, la novia de su hijo le dijo que éste había sido muerto a tiros.
La oficina de asuntos criminales de Minnesota señaló que está "investigando" la implicación de un agente en un tiroteo en Brooklyn Center, pero tampoco identificó a la víctima.
El alcalde de Brooklyn City, Mike Elliott, tachó el tiroteo de "trágico", mientras Tim Walz, gobernador de Minnesota, el estado en el que se encuentra Minneapolis, dijo lamentar "de nuevo la pérdida de la vida de un hombre negro a manos de la policía".
El crimen de Wright tiene lugar en momentos en que se lleva a cabo en Minneapolis el juicio contra Derek Chauvin, un policía blanco acusado de haber matado a Floyd apoyando su rodilla sobre su cuello más de nueve minutos hasta asfixiarlo, el 25 de mayo de 2020.
La muerte de Floyd en Minneapolis desencadenó una de las mayores olas de protestas contra el racismo y la brutalidad policial en décadas en Estados Unidos, que se replicó en otros países.|
