La jornada del viernes se vio atravesada por el anuncio tan esperado del Gobierno Nacional, que confirmó finalmente el acuerdo con el FMI que según Alberto Fernández, portavoz de la noticia, “no condena” a la Argentina ni compromete su crecimiento económico. Lo cierto es que ha generado una expectativa positiva en planos generales.

En el plano local, el parlamento ha interpretado la noticia como algo necesario para proyectar a futuro, aunque desde Juntos por el Cambio insisten en tener precisiones y detalles del acuerdo.

La misma sintonía tienen las repercusiones que llegan desde el exterior, ya que el ex presidente de Brasil Luiz Inácio “Lula” da Silva expresó a través de su cuenta de Twitter: "Me alegró mucho que el gobierno argentino, bajo el liderazgo de mi amigo @alferdez, lograra negociar un acuerdo sobre la deuda del país que preserva la soberanía y la posibilidad de velar por el desarrollo y la justicia social del pueblo argentino".

Actualmente, Da Silva tiene intenciones de hacer efectiva su postulación a la presidencia, nuevamente. En un marco donde las fuerzas de Jair Bolsonaro se han diluido junto con el apoyo que alguna vez tuvo de la mayor parte de la población, se estima que Lula lidere el Partido de los Trabajadores (PT) en las elecciones que se realizarán en octubre, para las que los sondeos le atribuyen el liderazgo en la intención de voto.

En el panorama nacional, la sensación es que el acuerdo puede generar un antecedente crucial para recuperar la confianza del mundo en la capacidad económica que tiene Argentina.

El jefe del interbloque de JxC, Mario Negri, sostuvo que "es positivo" el entendimiento para "evitar los costos descomunales si se iba al default" y explicó que "la carta de intención" sobre el acuerdo "debe ir a Congreso" para poder "no sólo las metas fiscales sino cómo se va a llegar y de qué manera".|