Entre miles de muertos y millones de refugiados el invierno amenazante llega a Ucrania – Negocios & Política
 

La guerra sin fin |Entre miles de muertos y millones de refugiados el invierno amenazante llega a Ucrania

Sin generadores y con 4 a 8 horas de energía cada día, debido a la caída del servicio eléctrico por los ataques de drones rusos, los ucranianos reciben la temporada de frio la cual llega con temperaturas por debajo de los cero grados. Dado a esto varias familias han abandonado el país, dejando el número de desplazados en ocho millones. Por otra parte, la ONU cifra el número de civiles muertos en 6.702 y al menos 9.000 soldados, pero cree que la cantidad debe ser mayor.
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La vida de los ucranianos ha dado un vuelco con la invasión rusa. Miles de civiles muertos, casi 8 millones de refugiados, las infraestructuras del país destrozadas, daños que superan el billón de dólares y la llegada de un invierno que puede ser muy duro y determinar el rumbo de la guerra.

Las tropas rusas que avanzaron rápido hacia las ciudades clave al principio de la invasión, en febrero, dejaron atrapados a millones de ucranianos, en la incertidumbre de si quedarse y esperar una mejora, pese a los combates, o huir de ellos. Cualquier opción podía ser fatal.

Muerte y crímenes de guerra

Después de que los rusos se retiraran de Kiev y otras regiones del norte, se hallaron decenas de vehículos civiles con sus pasajeros muertos por disparos o quemados cuando intentaban huir. En Bucha, Yahidne y después en Izium y otras localidades se encontraron restos de ejecuciones sumarias, fosas comunes y cámaras de tortura tras su liberación.

Centenares de civiles también murieron en ciudades como Chernihiv, Mikolaiv, Kárkiv o Kramatorsk, donde zonas residenciales, mercados, estaciones de tren y centros de ayuda humanitaria fueron atacados por el ejército ruso con misiles, artillería y la aviación.

La ONU cifra el número de civiles muertos en 6.702 y el de heridos en 10.479, pero cree que la cantidad debe ser sensiblemente mayor porque es imposible obtener datos precisos en áreas aún bajo control militar ruso.

Más de 20.000 pueden haber muerto en Mariúpol, la mayor ciudad capturada por Rusia. En su teatro, que servía de refugio a la población civil, pudo haber hasta un millar de personas cuando fue alcanzando por una bomba de la aviación.

Hay datos de múltiples casos de tortura, violación y desapariciones forzadas que han llevado a pedir que la invasión sea declarada genocidio, El Centro de Libertades Civiles de Ucrania, ganador del premio Nobel de la paz de 2022, ha documentado hasta ahora más de 27.000 crímenes de guerra atribuidos a Rusia.

También han muerto al menos 9.000 soldados. El Ejército ha incorporado a cientos de miles de personas sin experiencia militar que contribuyeron, muchas de ellas con sus vidas, a ralentizar el avance ruso.

Huir de la guerra: migración externa e interna

Unos ocho millones de ucranianos, en su mayoría mujeres, menores y ancianos, han dejado el país, abandonando sus pertenencias. Casi cinco millones se han registrado en otras naciones europeas y millones de familias han quedado divididas, ya que la mayoría de los hombres se han quedado en Ucrania.

Mientras miles de refugiados han vuelto para reunirse con sus familiares, los ataques continuados de misiles, los bombardeos en el frente y la necesidad de retirar minas han impedido un retorno más amplio.

Casi siete millones de ucranianos se han desplazado a zonas más seguras dentro del país y muchos se alojan con familiares, voluntarios o en viviendas temporales. Para cientos de miles ha sido difícil dejar sus hogares en los territorios ocupados y se ha denunciado la deportación forzada hacia Rusia.

Pérdida de hogares, destrucción e impacto económico

Muchos de los desplazados internos ya no tienen un hogar al que volver. Solo el daño directo a la infraestructura del país se estima alcanzó en septiembre los 127.000 millones de dólares, según la Escuela de Economía de Kiev, y al menos 135.000 edificios civiles han quedado destruidos o dañados.

El golpe a los sistemas sanitario y educativo es mucho más profundo de lo que indican el número de hospitales y escuelas destruidos, 144 y 342, respectivamente.

Algunas de las mayores empresas, como la siderúrgica Azovstal, en Mariúpol, así como mucha de la infraestructura agrícola del sur, vital para la economía, han quedado destruidas o no pueden funcionar porque la principal vía de exportación, los puertos del mar Negro y del mar de Azov, están ocupados o bloqueados por la marina rusa.

Algunos negocios se han movido a zonas seguras pero el desempleo ya alcanza al 30 % y se espera que en 2022 el producto interior bruto (PIB) se contraiga un tercio y empuje a la pobreza al 23 % de los ucranianos, sin que haya esperanzas de recuperación debido a los ataques masivos contra la infraestructura.

El país, golpeado por el desastre nuclear de Chernóbil en 1986, también se encontró al borde de otra catástrofe provocada por el hombre cuando la central de Zaporiyia, ocupada por los rusos, sufrió ataques y mientras tanto su personal trabaja bajo enorme presión.

El invierno y los ataques contra la infraestructura energética

Los ataques rusos contra la infraestructura civil se produjeron durante toda la invasión, pero se hicieron masivos en octubre, con unas oleadas de un centenar de misiles y drones, y entre el 40 % y el 50 % de la red eléctrica, incluidas la mayoría de las centrales energéticas, resultaron dañadas.

El país tiene apagones de emergencia y los trabajos de reparación los repetidos ataques interrumpen los trabajos de reparación, con lo que la mayoría de los consumidores tienen solo entre 4 y 8 horas de electricidad al día durante semanas.

Como la mayoría no se puede permitir comprar generadores eléctricos y baterías los ucranianos dependen de los voluntarios que ayudan a los mayores y enfermos mientras se despliegan centros de calefacción en todo el país.

De Leópolis a Kramatorsk, los ucranianos afirman que no quieren abandonar sus hogares, pero algunos no tienen elección para proteger a sus familias ante la falta de electricidad durante días. Exhaustos por la guerra, sin embargo, se muestran decididos a luchar hasta ganar.

Muchos están seguros de que cualquier acuerdo con Rusia solo daría a Moscú tiempo para recuperarse antes de volver a invadir.

La esperanza principal es que la red eléctrica conserve cierta operatividad ahora que las temperaturas están por debajo de cero grados y que los socios de Ucrania mantengan el apoyo al Ejército que permita infligir nuevas derrotas a las tropas rusas y liberar los territorios ocupados.


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