La Cámara de Diputados y Diputadas aprobó el proyecto por un nuevo proceso constituyente por 109 votos a favor, 37 en contra y 2 abstenciones.

Esto sucedió luego que la Comisión de Constitución rechazara 350 indicaciones y diera luz verde para que el proyecto fuera visto en sala.

De esta manera, el Congreso cumplió con el acuerdo político firmado por los principales partidos políticos de izquierda y derecha, aunque sin el apoyo de la extrema derecha: el Partido de la Gente y el Partido Republicano, cuyos parlamentarios criticaron duramente un nuevo proceso constitucional.

“Este acuerdo es una mentira. Vemos que se repite un proceso a espaldas de la ciudadanía y solo con la presencia de los grandes conglomerados políticos”, dijo el diputado del Partido de la Gente, Roberto Arroyo.

“Si este Congreso quiere hacer un Senado 2.0, que lo paguen ellos, no lo saquen de los bolsillos de la gente. Me da pena ver a la oposición votar junto a quienes quieren destruirlo todo”, apuntó el diputado del Partido Republicano, José Carlos Meza.

Sin embargo, los diputados que fueron parte del acuerdo político insistieron en la necesidad de una nueva Constitución.

“En Renovación Nacional cumplimos con la palabra empeñada porque queremos una nueva y buena Constitución; para eso nos unimos con la centro izquierda”, expresó el diputado Miguel Mellado.

Quien estuvo presente en las negociaciones del acuerdo, el entonces Presidente de la Cámara de Diputados y Diputadas Raúl Soto, también se refirió a esta votación: “Más allá de todas las críticas de quienes están fuera del acuerdo y quieren sacar una ventaja política, estamos haciendo lo correcto por Chile”.

Polémica tramitación

Si bien en el Senado la tramitación de este proyecto se realizó sin problemas, en la Cámara la iniciativa se enfrentó a varios obstáculos.

Principalmente en la Comisión de Constitución, cuya presidenta es la diputada del Partido Comunista Karol Cariola, quien fue interpelada y hasta atacada verbalmente por miembros del Partido Republicano.

Los partidos de extrema derecha presentaron 350 indicaciones al proyecto, las que fueron rechazadas por la mayoría de los parlamentarios. Entre estas estaban un plebiscito para saber si efectivamente los chilenos querían un segundo proceso, la elección popular del Comité de Expertos (en el proyecto son designados por el Congreso), y el aumento de requisitos para los integrantes del proceso.

Tales discusiones finalmente no impidieron que el proyecto avanzara en su tramitación y fuera aprobado por el Congreso bajo las mismas condiciones en que ingresó, respetando el acuerdo político inicial.

Plazos

Luego de que el Congreso despache el proyecto, existe un plazo de tres días para que se instale la Comisión de Expertos que revisará de manera paralela el trabajo del Consejo Constituyente.

Además, se establecerá un Comité Técnico de Admisibilidad que revisará que el texto no tenga vicios de constitucionalidad.

La Comisión de Expertos se reunirá a contar de marzo y tendrán tres meses para elaborar un “anteproyecto constitucional”. Además su tarea será revisar lo que trabaje el Consejo Constituyente, cuyos 50 miembros deberán ser electos en el mes de mayo por voto obligatorio.

En junio está determinado que se instale el Consejo Constituyente, el cual trabajará sobre el anteproyecto elaborado por los expertos. Tendrán hasta el 21 de octubre para entregar la nueva propuesta de Carta Magna.

El 26 de noviembre del 2023 se realizará un plebiscito, donde los ciudadanos deberán pronunciarse a favor o en contra del texto constitucional.