El nombramiento al frente de la Subsecretaría de Desarrollo Minero de la Nación del doctor en ciencias económicas y profesor universitario de la comarca andina Jorge Andrés Vera genera incomodidades en sectores ambientalistas, incluso dentro del gobierno.
Es que las fuertes posiciones del egresado de la Universidad de La Matanza a favor de la megaminería y en contra de los argumentos de lo que denomina la “confusión progresista” lo ponen en el foco de las miradas de los grupos que impulsan el desarrollo de la economía limpia en el país.
A contramano de esas ideas, Vera se hará cargo del puesto que deja Laura Ropolo, que a su vez liderará el Plan Estratégico para el Desarrollo Minero Argentino (Pedma), cuyo objetivo se centrará en triplicar las exportaciones mineras en una década, en base a la ejecución de una treintena de proyectos que involucran la extracción de metales pesados.
Por ello, el nombramiento del becario del Conicet y docente de las universidades de Río Negro y Comahue no pasó desapercibido. De hecho, varios actores salieron a manifestar su rechazo hacia su ferviente postura defensora de la actividad minera, la cual entiende -aunque parezca una paradoja- fundamental para combatir el cambio climático.
Incluso, antes de la confirmación de su designación, el flamante subsecretario participó en una conferencia organizada por la Cámara de Proveedores y Empresarios Mineros de Chubut (Capem), en la que dio una idea de su posible enfoque: “La minería es una oportunidad para subirse a la ventana de la transición energética en el mundo y luchar contra el calentamiento global”, señaló.
Rivales
En sus distintas notas de opinión y conferencias, Vera se encarga de desarticular cada uno de los planteos de lo que denomina la “confusión progresista” respecto de los beneficios de la minería y su impacto en el ecosistema y suele llevar a la escritura las encendidas polémicas que mantiene con ese sector, encabezado por su rival predilecto, el abogado ambientalista Enrique Viale. El letrado, una figura cercana al peronismo, incluso llegó a llamarlo “negacionista” tras enterarse de su nominación como funcionario del gobierno.
Desde el arco político, el senador provincial mendocino, Lautaro Jiménez, fue muy duro en su rechazo a la designación del profesor universitario.
El legislador del FIT, una de las caras visibles de la antiminería en la región, no anduvo con rodeos y, directamente, apuntó que “Alberto Fernández y el secretario del cianuro Barrick, Alberto Hensel, nombraron un lobbista de la Capem como subsecretario”.
Además, el militante de izquierda argumentó que el mérito de Vera para ser nombrado como el responsable del desarrollo minero fue el de “atacar leyes ambientales como la 7.722 de Mendoza y la 5.001 de Chubut”, dijo en referencia a las normativas que regulan la actividad y, en el caso de la provincia patagónica, directamente la prohíbe.
Académico y polemista
Si bien la actividad académica de Jorge Andrés Vera está ligada al estudio de sectores productivos regionales, sobre todo la fruticultura en el Alto Valle, desde el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación afirmaron que "en los últimos años ha desarrollado trabajos de análisis e investigación del sector minero en diferentes países de Latinoamérica" y que "ha publicado diferentes artículos en revistas nacionales e internacionales y realizado presentaciones y conversatorios en materia de difusión de la actividad minera".
Lo último es estrictamente cierto, mientras que, al menos en la web, no se encuentran registros de trabajos académicos de su autoría sobre el tema, más allá de notas de opinión y posteos en sus redes sociales a favor del desarrollo de la megaminería.
Es en esos espacios en los que deja expuestas sus posturas respecto de la necesidad de profundizar políticas para el avance de la actividad en la Argentina y que podrían dar alguna pista del por qué de su nombramiento en la Subsecretaría de Desarrollo Minero, en lo que algunos interpretan como un cambio de dirección del gobierno del Frente de Todos, urgido de dólares ante la presión de la deuda con el FMI.
En la nota Economía, ambiente y minería: aportes para un debate necesario, publicada en mayo de este año en el medio El País Digital, Vera cuestiona los argumentos en contra de la actividad extractiva a gran escala, asegura que es necesaria para combatir el cambio climático, que no es contaminante, que no demanda grandes cantidades de agua y que genera divisas para el país.
Esas posiciones lo encuentran siempre en la vereda de enfrente de organizaciones ambientalistas, hacia quienes mantiene una postura crítica: "Uno de los nudos apretados de la cuestión se relaciona con el ferviente rechazo de la minería metalífera, que deriva luego en el rechazo a la actividad minera en su conjunto. Los hechos de violencia -acontecidos recientemente- a manos de movimientos ambientalistas en las provincias de Chubut y Catamarca son una muestra clara del punto de conflicto y configuran un alto grado de confusión en la ciudadanía", afirma en la nota.
Frente a ese panorama, describe “algún grado de confusión de sectores que se oponen no sólo a la minería sino también a la energía nuclear, por no mencionar otros sectores productivos, como el uso de biotecnología en el sector agropecuario, la producción de porcinos a escala o la producción de salmones”.
El profesor, en la misma línea, arremete contra el “discurso prohibicionista”, al que acusa de “no tener límites en cuanto proyecto aparezca interesante para los intereses nacionales”. Son esos mismos grupos quienes, desde la óptica del nuevo subsecretario, protagonizan un “avance mediático que reproduce un discurso sincronizado alejado de las evidencias científicas", cuestionó en la conferencia sectorial convocada por la Capem.
¿Desarrollista o negacionista?
La Capem, con la que el flamante funcionario tiene aceitados vínculos, es un organismo que impulsa la rehabilitación de la megaminería a cielo abierto en Chubut, por lo cual sus afirmaciones ante la cámara sectorial dan una idea del enfoque que buscan el secretario Alberto Hensel y el presidente Alberto Fernández con su nombramiento.
“El proyecto de zonificación minera de Chubut está orientado a fortalecer el empleo local y las compras locales”, dijo en la ocasión.
En línea con el planteo del ministro de Producción, Matías Kulfas, el polemista aseguró que “la minería es una oportunidad para subirse a la ventana de la transición energética en el mundo y luchar contra el calentamiento global”, y agregó, en referencia a la lucha contra el extractivismo a cielo abierto, que "la minería no podría ser prohibida o ser una variable a no considerar para lograr estas políticas”.
A su vez, en un reciente artículo publicado en el portal Agencia Paco Urondo, escribió: "Nuestro país necesita en forma imperiosa incrementar sus exportaciones e iniciar un sendero estable de crecimiento basado en el fomento de la producción que le permita -al menos- duplicar su PBI per cápita en la próxima década y garantizar empleo de calidad”, lo que va en consonancia con los planes del Pedma que ahora lidera su antecesora, Laura Ropolo.
Pero a la vez que realza los beneficios de la expansión minera, Vera señala que las consecuencias en el ambiente no son tan negativas como intentan instalar desde el “avance mediático” del prohibicionismo: “Lejos estamos de ser un país que contribuya significativamente al calentamiento global; para dar un dato, las emisiones de CO2 nacionales representan menos del 0,5% del total de emisiones mundiales. Confundir la agenda de desarrollo nacional con la europea es un error que puede costarnos demasiado caro en lo económico y en lo político".
La necesidad de cumplir con los compromisos con el Fondo Monetario Internacional hacen retroceder el discurso neodesarrollista fundado en la sustentabilidad con el que comenzó el gobierno. El secretario Alberto Hensel lo acaba de ratificar en el evento Lithium in South America 2021, organizado por Panorama Minero, donde confirmó que el Frente de Todos “no está pensando en una estatización del litio o creación de empresa minera estatal”. Con esa declaración, deja de lado los coqueteos de un sector del gobierno con una empresa pública o la nacionalización del "oro blanco". Y la llegada de Jorge Vera parece ratificar ese cambio de rumbo. |