Pese al incremento de los casos, que comenzaron a evidenciarse en los últimos días de diciembre y que se profundizaron aún más con las fiestas de fin de año, la temporada de verano continúa desarrollándose con normalidad. Aldo Elías, Presidente de la Cámara Argentina de Turismo, indicó en una entrevista con Negocios & Política que la expectativa de ocupación para la temporada es de un 35%, porcentaje similar al que se dio durante el verano europeo.

Respecto a la aplicación o no de un “toque de queda nocturno”, que finalmente quedará en la decisión de cada uno de los gobernadores, Elías señaló que es “una locura que tengamos que disponer las fuerzas de seguridad para desactivar 30 fiestas clandestinas por noche, cuando la inseguridad está a la vuelta de la esquina”. 

“Hoy no nos están pidiendo nada: es decir, solo distanciamiento social, usar barbijo, alcohol en gel”, añadió, criticando el accionar de aquellos irresponsables que no comprenden que se está atravesando una pandemia. 

Por otro lado, reconoció que el Programa Pre Viaje fue el “mayor apoyo de un gobierno nacional al turismo en toda su historia”, donde, según su mirada, ganaban todos: la actividad, el turista y el Gobierno.

- ¿Cuáles fueron los números que dejó la pandemia en el Turismo en 2020? 

- El número es cero: la actividad turística se prohibió el 19 de marzo de 2020 con la cuarentena obligatoria, y recién el 1 de noviembre se permitió que extranjeros de países limítrofes puedan llegar al AMBA, por ejemplo. Tuvo un pésimo resultado, porque realmente creo que no vino nadie. Muy pocos turistas.

Además, se levantó esa restricción el 1 de noviembre y se la comunicó el 31 de octubre, con lo cual nadie estaba preparado para venir. Argentina en ese momento era el noveno del mundo en fallecidos, el sexto en casos críticos y el séptimo en contagios. Uruguay, por ejemplo, desaconsejó los viajes hacia acá, y avisó que al turista que fuera se le obligaría a su regreso hacerse un test de PCR y cumplir una cuarentena. Por lo tanto, esa experiencia fracasó. 

Ya en diciembre los contagios bajaron, pese a que tuvimos un fin de semana XL (el del 8 de diciembre). Hubo entre 20 y 25 destinos que trabajaron arriba del 80% de ocupación, lo cual era impensado antes; pero el resto del país no superó el 10% de ocupación.

- ¿Cuáles son las expectativas para la temporada de verano?

- Las expectativas que teníamos para esta época, previo al comienzo del verano, eran las de una ocupación no superior al 35%. Y creo que el promedio no superará eso a nivel país. Hay varias razones: la primera tiene que ver con el mercado. Vos tenés a las personas mayores que están con miedo a viajar y además tienen desaconsejado hacerlo; después están las personas que forman parte de los grupos de riesgo, que directamente no pueden viajar; están las empresas que no saben si cerrarán o no; recursos humanos que no saben cuándo se quedan sin laburo; más la situación económica en general. Casi todas las empresas cayeron en cuanto a su producción y ha bajado la situación económica empresarial e individual de los argentinos.

- ¿Hay temor por la aplicación de un toque sanitario? ¿Creés que puede llegar a afectar?

- A mí me parece una locura que tengamos que disponer de las fuerzas de seguridad para desactivar 30 fiestas clandestinas por noche, de gente que no entiende que estamos en una pandemia y siendo un país donde la inseguridad está a la vuelta de la esquina.

También, creo que esto que está pasando es producto de haber sufrido una cuarentena obligatoria de 8 meses y medio, porque la verdad llega un punto donde lo único que quiere hacer la gente es salir. Lamentablemente, se agotó la paciencia y hoy no tenés cómo pararlo. Es decir, la gente llegó a octubre desquiciada. 

Igualmente, yo no justifico la irresponsabilidad de la sociedad. Hoy no nos están pidiendo nada: es decir, solo distanciamiento social, usar barbijo, alcohol en gel. Estamos en un escenario, donde por primera vez, la Argentina prohíbe lo que el mundo prohíbe. En fin, creo que el toque de queda sanitario puede ser una medida prolija.

- Pese a la necesidad de generar ingresos, se han visto alquileres muy por encima de sus valores, realmente irrisorios. Si bien es algo que pasa siempre, ¿no creés que con la pandemia se exageraron mucho más los precios?

- Ahí hubo otro problema: el gobierno confirmó la temporada de verano y la habilitación de actividad turística en el mes de octubre. ¿Qué hizo toda la gente que económicamente podía salir de vacaciones? Dijo 'yo no voy a pasar el verano encerrado en un departamento. Me alquilo una casa'. 

Lo que empezó a ocurrir es que, casas, lógicamente, hay hasta un cierto límite. Entonces, se empezaron a alquilar, pero no solo para el verano sino para salir de los departamentos y vivir el período de la pandemia allí. Conclusión: cuando quisiste alquilar una casa para pasarte 15 días, costaba una barbaridad. Los precios se fueron al diablo por eso.

En lo que respecta a las empresas del sector turístico de la Argentina, como muchas otras compañías en el país, sus precios tienen un 50% de impuestos, con lo cual ya arrancás mal. Por eso somos más caro que Brasil, Uruguay, que todos los países de la región. Somos el segundo país del mundo en presión impositiva.

- ¿Qué recomendás vos?

- Yo creo que en Argentina tenés opciones de sobra. Entonces, si te quieren cobrar algo que no vale, como consumidor deberías darte la vuelta e ir a la búsqueda de otro destino. Lo que pasa es que, en este país, que tenés que agarrar el diario a la mañana para ver si tenés más o menos plata, la gente no tiene una real dimensión del valor del dinero. Entonces, es común que el consumidor pague algo que sabe que está a un precio elevado. Pero por miedo a que al otro día se devalúe la moneda o agreguen algún otro impuesto.

Lo que yo recomiendo, y más en este momento, que hay que evitar las aglomeraciones y demás, es buscar nuevos lugares para curiosear. Es lo mismo ir a la playa en Monte Hermoso, Claromecó, Pinamar, Mar de Ajó o en Mar del Plata. Este es un momento para no estar con gente, podés elegir cualquier tipo de destino. Y no te vas a equivocar, además.

- ¿Cuál es tu opinión del Programa Pre Viaje?

-El Programa Pre Viaje fue el mayor apoyo que un Gobierno nacional le haya dado al turismo en toda la historia. Hablo en pasado porque vos podías compras el Pre Viaje hasta el 31 de diciembre. A partir del 1 de enero podés utilizar tanto el viaje que compraste como el crédito que te dio el gobierno. 

Era un programa en el cual ganaban todos: la actividad, porque necesitaba reactivarse; ganaba el turista, porque el Gobierno te estaba devolviendo el 50% de lo que consumías para utilizar en otro viaje turístico; y también ganaba el Gobierno. Y me detengo acá para explicar por qué:

Si el turista gasta $100.000, el gobierno te devuelve $50.000. La mitad de lo que te devuelve el Gobierno es IVA que te estaba cobrando. Lo que permite esto es que, por un lado, el Gobierno pierda la ganancia del IVA, pero que con eso financie el 50% de todo que devuelve. Además, logra que el turista, que jamás pedía una factura cuando compraba una estadía en un hotel para irse de viaje, ahora la pida. Entonces, el hotelero está obligado a facturártela. Si está obligado a hacerte la factura, ese hotelero pagará el 21% del IVA y el 35% de ganancias. Y el turista, por su parte, tendrá que justificar esos $100.000 que gastaste en el viaje. Entonces, ¿dónde gana el Estado? Que en un país que tiene el 40% de economía informal estás ayudando a formalizar la economía.

- ¿En la práctica hubo algún problema para aplicarlo?

- Era un programa que estaba proyectado para trabajar entre el 31 de julio y el 31 de diciembre. Calculaban aportar $ 31.000 millones de pesos en reintegros al sector turístico. Finalmente arrancó el 10 de octubre, y de las 24 provincias había 15 modelos de requisitos para entrar diferentes. La gente miró eso y dijo 'yo no viajo'.

Cuando después hubo un trabajo muy fuerte entre la Cámara Argentina de Turismo, el Consejo Federal de Turismo y el Ministerio de Turismo; donde logramos acordar tres modelos de requisitos diferentes y de los cuales uno de ellos lo aceptaron el 80% de las provincias, te encontraste con que arrancaron las ventas. Y en 45 días se vendieron $7.600 millones.