Télam: ¿Te inquieta pensar que tu hijo llegará a este mundo en estado crítico?
Abel Pintos: Días atrás un buen amigo me preguntaba a qué mundo me gustaría que viniera Agustín y yo le decía que precisamente a este, porque en definitiva es utópico pensar en un mundo perfecto. Las cosas que todos experimentamos, las ideas que formamos, las cosas que elegimos y rechazamos, las que nos ocupan, las que nos preocupan y las que ignoramos son las herramientas con las que nos construimos. Agustín vendrá a esta mundo y como lo hicimos nosotros curtirá las distintas experiencias y se irá formando sus ideas para encarar las acciones que vayan ordenando lo que está desordenado.
T: De todos modos una pandemia como la que nos asola no es un asunto menor...
AP: Lo que más deseo es que este tiempo sea una anécdota que yo le cuente a mi hijo y que Agustín no me la pueda creer. Pero luego estoy de acuerdo con la frase que dice que “el mundo no es lo que es sino lo que uno ve” y ahí entran en juego las herramientas que le permitan ver un mundo que con sus pro y sus contras pueda resultarle un lugar agradable. Yo de hecho trabajo todos los días desde mi lugar para que el mundo sea un lugar más agradable.
T: ¿Es también por este contexto que decidís hacer un streaming?
AP: Los conciertos que hice en Obras (en octubre de 2018) los transmití por Facebook, pero para hacer streaming los músicos vamos a tener que ponernos más creativos para capitalizar lo que este formato nos brinda y yo voy a seguir utilizándolo para cierto tipo de concepto o contenido ya que si uno va a hacer un concierto con las mismas intenciones con que sale a hacer un recital tradicional te vas a encontrar con un paredón.
T: ¿Cómo surgió la idea de transmitir gratis por Radio Nacional?
AP: Me toca recorrer muchas ciudades y pueblos donde la TV y la radio siguen siendo los medios de comunicación con el resto del mundo y por eso decidimos hacerlo en conjunto con la radio y porque además el acento estará puesto en lo sonoro. Yo agradezco el gesto muy grande de parte de Radio Nacional y de su director Alejandro Pont Lezica que en cuanto le comenté la idea puso a disposición la transmisión pese a que yo le advertí que mis conciertos son largos y que vamos a tocar dos horas por lo menos.
T: ¿Pese a este impulso seguís considerándote un artista apegado al vivo?
AP: Sin duda. Soy un músico construido a base de conciertos. Mucho antes de tener discos exitosos tuve conciertos exitosos. Y más te digo: puedo vivir sin hacer discos pero no sin hacer conciertos y ojalá pudiera vivir sin hacer streaming.
T: ¿El coronavirus frustró la salida del disco de estudio con el que pretendías volver a bateas después de “11” (2016)?
AP: Tengo la ilusión de seguir esperando un poco y adelantando canciones hasta que el panorama sea un poco más claro y tengamos la posibilidad de salir a defenderlo en gira promocional y en gira de conciertos.
T: Pasados casi 10 meses de haber plasmado el proyecto sinfónico “Universo Paralelo” ¿Qué balance hacés de esa apuesta?
AP: Resultó muy bien y generó exactamente lo que queríamos generar, la sensación de que sea una pieza única dentro de toda una trayectoria y un portal a un universo paralelo del que aprendí muchísimo en ese viaje.
T: En aquel momento inscribiste “Universo Paralelo” en un proceso de abordar distintas ramas del arte, entre ellas la literatura ¿Avanzó ese plan?
AP: Se abrió un nuevo portal que es el de la producción de nuevos artistas. Estamos componiendo y produciendo los discos de Fabricio Rodríguez y Sebastián Garay y si Dios quiere pronto voy a tener constituida una estructura, un sello y una editorial para soportar el nuevo proyecto que para mí es un nuevo espacio de aprendizaje. Voy a ser productor de discos porque ellos me van a permitir producir sus discos.