El mejor remedio contra la hipertensión resistente: ¿qué es la dieta DASH? – Negocios & Política
 

Presión arterial |El mejor remedio contra la hipertensión resistente: ¿qué es la dieta DASH?

Los buenos hábitos, como la alimentación saludable y el ejercicio, son fundamentales tanto para su prevención como para su abordaje. Un estudio mostró que un programa supervisado de cambios en el estilo de vida fue eficaz. Los alimentos que sí y que no (y cuánto comer).
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Un nuevo estudio publicado en la revista Circulation, de la Asociación Americana del Corazón (AHA). La investigación, llevada adelante en 140 adultos con hipertensión resistente, es la primera en demostrar que un programa intensivo de modificación del estilo de vida fue eficaz para reducir los valores de presión incluso cuando los fármacos no habían tenido éxito.

¿Cómo lo lograron? A través de la adopción del plan de alimentación DASH, descenso de peso y la mejora en su condición aeróbica en el marco de un programa supervisado que incluía una dieta estructurada y un plan de ejercicio en un centro de rehabilitación cardíaca.

Qué es la hipertensión resistente

La hipertensión resistente se da cuando los valores de presión no logran controlarse pese al uso de tres o más medicamentos diferentes, incluido un diurético. En Estados Unidos, se considera presión elevada a partir de 130/80 mm Hg (13/8), mientras que en Argentina es desde 140/90 mm Hg (14/9).

Aunque las estimaciones varían, se calcula que la hipertensión resistente afecta aproximadamente al 5% de la población mundial en general y del 20% al 30% de los adultos con presión arterial alta. Esta condición se asocia con un 50% más de riesgo de eventos cardiovasculares adversos, que incluyen accidente cerebrovascular, ataque cardíaco y muerte.

Llevar una alimentación saludable y realizar ejercicio en forma regular son recomendaciones básicas en toda estrategia para reducir la presión arterial. De hecho, una declaración científica de la AHA sobre el tratamiento de estilo de vida para la hipertensión, instó a los pacientes a comprometerse con cambios en el estilo de vida que incluyen perder del 5% al ​​10% de su peso corporal, mayor adherencia a la dieta estilo DASH y a aumentar la cantidad de pasos diarios.

Este nuevo estudio, tratamiento de la hipertensión resistente mediante la modificación del estilo de vida para promover la salud (TRIUMPH, por sus siglas en inglés), es el primero en evaluar el impacto de las modificaciones del estilo de vida en personas con hipertensión resistente.

Los investigadores encontraron que el cambio de hábitos, incluido el ejercicio aeróbico regular, la adopción de la dieta DASH (Enfoques dietéticos para detener la hipertensión), la reducción del consumo de sal y la pérdida de peso, puede bajar la presión arterial de manera significativa y mejorar la salud cardiovascular en personas con hipertensión resistente.

El plan de alimentación DASH es rico en frutas, verduras, productos lácteos bajos en grasa y sal limitada, y se alinea con las recomendaciones nutricionales de la AHA. (Ver abajo Dieta Dash: qué comer)

El ensayo clínico que se prolongó durante cuatro meses involucró a 140 hombres y mujeres con hipertensión resistente, con una edad promedio de 63 años. Uno de cada tres tenía diabetes y uno de cada cinco enfermedad renal crónica.

Los participantes fueron divididos al azar en dos grupos: 90 recibieron asesoramiento dietético semanal y entrenamiento con ejercicios en el marco de un programa de rehabilitación cardíaca intensiva y supervisada 3 veces por semana. El resto recibió una sola sesión informativa de un educador en salud y pautas escritas sobre ejercicio, pérdida de peso y metas nutricionales a seguir por su cuenta.

¿Los resultados? Los voluntarios enrolados en el grupo supervisado tuvieron una caída de aproximadamente 12 puntos en la presión arterial sistólica, en comparación con 7 puntos en el grupo autoguiado.

La presión arterial sistólica (el primer número en una lectura de presión arterial, conocida como "la alta") indica cuánta presión ejerce la sangre contra las paredes de las arterias cuando el corazón late y se reconoce como un factor de riesgo importante de enfermedad cardiovascular en adultos de 50 años o más.

Los participantes en el programa supervisado también tuvieron mayores mejoras en otros indicadores clave de la salud cardíaca, lo que sugiere que tenían un menor riesgo de sufrir un evento cardíaco en el futuro.

"Nuestros hallazgos mostraron que las modificaciones en el estilo de vida entre las personas con hipertensión resistente pueden ayudarlas a perder peso con éxito y, como resultado, reducir la presión arterial y bajar potencialmente el riesgo de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular", afirmó James A. Blumenthal, primer autor del estudio.

"Si bien algunas personas pueden hacer cambios en el estilo de vida por sí mismas, es probable que un programa estructurado de ejercicio supervisado y modificaciones dietéticas realizado por un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud en programas de rehabilitación cardíaca sea más efectivo", señaló el profesor de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento en la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke en Durham (Carolina del Norte, Estados Unidos).

Blumenthal aclaró que el éxito del programa supervisado no significa que las personas con hipertensión resistente puedan dejar de tomar sus medicamentos. El estudio se realizó en una sola institución, la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke, por lo que es posible que los hallazgos puedan no generalizarse a grupos más amplios de personas.

Sin embargo, la parte intensiva, estructurada y supervisada del estudio se llevó a cabo en varios centros representativos de rehabilitación cardíaca en el centro de Carolina del Norte, con una diversidad educativa y cultural bien representada, apuntó. Los investigadores creen que el programa podría implementarse con éxito en centros de rehabilitación cardíaca similares.

No obstante, el impacto real más allá de los cuatro meses que se prolongó el estudio está muy relacionado con la posibilidad de sostener los cambios en el tiempo. "Los beneficios de las modificaciones en el estilo de vida pueden reducirse a menos que se puedan mantener hábitos de estilo de vida saludables", sostuvo Blumenthal.

Y enfatizó que el punto más importante es que nunca es demasiado tarde para bajar la presión arterial con un cambio de hábitos. "Adoptar un estilo de vida saludable paga enormes dividendos, incluso para las personas cuya presión arterial permanece elevada a pesar de estar tomando tres o más medicamentos antihipertensivos", subrayó.

La experta voluntaria de la AHA Barone Gibbs, profesora asociada en el departamento de salud y desarrollo humano y ciencias clínicas y traslacionales de la Universidad de Pittsburgh, señaló que estos datos brindan a los médicos otra herramienta basada en la evidencia para ayudar a los pacientes con hipertensión resistente.

"Aunque generalmente pensamos en recomendar cambios en el estilo de vida, como perder peso y hacer más actividad física antes de comenzar a tomar medicamentos, este estudio proporciona un refuerzo importante de que agregar cambios en el estilo de vida junto con los medicamentos, y cuando los fármacos por sí solos no funcionan, es una estrategia eficaz", dijo Gibbs.

Dieta DASH: qué comer

La dieta DASH es rica en vegetales, frutas y cereales integrales. Incluye productos lácteos descremados o con bajo contenido de grasa, pescado, carne de aves, legumbres y frutos secos, mientras que limita los alimentos con alto contenido de grasas saturadas, como la carne con grasa y los productos lácteos enteros.

Las porciones recomendadas de cada grupo de alimentos en base a un plan de 2000 calorías diarias son:

✔Granos: entre 6 y 8 porciones al día. Una porción equivale a 1 rebanada de pan, casi 30 gramos de cereal seco o 1/2 taza de cereal cocido, arroz o pasta.

✔Vegetales: entre 4 y 5 porciones al día. Una porción equivale a 1 taza de vegetales de hoja verde crudos o 1/2 taza de vegetales crudos o cocidos cortados, o 1/2 taza de jugo de vegetales.

✔Frutas: entre 4 y 5 porciones al día. Una porción equivale a una fruta mediana; 1/2 taza de fruta fresca, congelada o enlatada; o 1/2 taza de jugo de frutas.

✔Lácteos de bajo contenido graso o sin grasa: de 2 a 3 porciones diarias. Una porción equivale a 1 taza de leche o yogur o alrededor de 40 gramos de queso.

✔Carnes magras, carne de aves y pescado: Dos porciones o menos al día. Una porción equivale a alrededor de 30 gramos de carne roja magra, carne de aves o pescado cocido o 1 huevo.

✔Frutos secos, semillas y legumbres: entre 4 y 5 porciones a la semana. Una porción equivale a 1/3 de taza de frutos secos, 2 cucharadas de mantequilla de maní, 2 cucharadas de semillas o 1/2 taza de legumbres cocidas.

✔Grasas y aceites: entre 2 y 3 porciones al día. Una porción equivale a 1 cucharadita de margarina suave, 1 cucharadita de aceite vegetal, 1 cucharada de mayonesa o 2 cucharadas de aderezo para ensaladas.

✔Dulces y azúcares agregados: 5 porciones o menos a la semana. Una porción equivale a 1 cucharada de azúcar o mermelada.

"Los alimentos que constituyen el centro de la dieta DASH tienen naturalmente bajo contenido de sodio. Por lo tanto, con solo seguir la dieta DASH, es probable que reduzcas tu consumo de sodio", afirma un artículo de la Clínica Mayo (Estados Unidos) que, para reducir todavía más la cantidad de sodio ingerida aconseja: Usar especias o saborizantes sin sodio en lugar de sal.

✔No añadir sal al cocinar arroz, pasta o cereales calientes.

✔Elegir vegetales naturales frescos, congelados o enlatados.

✔Elegir carne de aves sin piel, pescado y cortes de carne magros, ya sean frescos o congelados.

✔Leer las etiquetas de los alimentos y elegir opciones con bajo contenido de sodio y sin sal agregada.|

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