“Femme fatale”, espectáculos y mucho látex: la herencia que Thierry Mugler dejó a la moda – Negocios & Política
 

Adiós a un grande |“Femme fatale”, espectáculos y mucho látex: la herencia que Thierry Mugler dejó a la moda

Revolucionario de la pasarela en los 80 y 90, falleció a los 73 años dejando en puerta un importante legado cuyas musas continuarán llevando adelante. Materiales de un sex shop en sus diseños y modelos que reencarnan su estilo a través de los tiempos.
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"Si me dieran un céntimo por cada vestido inspirado en mis diseños, sería multimillonario…". Así sintetizaba Thierry Mugler, su influencia en una industria que agitó con sus atrevidos y eróticos diseños que crearon escuela en los años ochenta y noventa.

El diseñador francés, falleció a los 73 años "por causas naturales", pero dejó un importante legado en la moda que celebrities como Cardi B, Lady Gaga o Kim Kardashian no dejan de rescatar sus diseños de archivo en alfombras rojas y eventos como prueba de la vigencia de sus creaciones.

Nacido en Estrasburgo en 1948 en el seno de una familia burguesa, Manfred Thierry Mugler, que en los últimos tiempos prefería que le llamaran con su nombre de pila, se rebeló contra su entorno siendo muy joven. A los 14 años se marchó de casa y empezó a trabajar en una pizzería para subsistir. Más tarde llegaría a la ópera de Estrasburgo como bailarín clásico.

Tras pasar seis años bailando se mudó a París y descubrió el oficio de estilista. Y el resto es historia. Empezó a diseñar sus propias creaciones revolucionando la industria con sus prendas de vinilo y látex. “Dignifiqué materiales que solo se encontraban en los sex shops”, afirmó. Una de sus grandes musas fue la modelo Jerry Hall, estrella de muchos de sus desfiles, que encarnaba a la perfección su ideal estético.

Sus diseños convirtieron a las mujeres en insectos, alienígenas o futuristas androides. Y, aunque algunos lo acusaron de sexualizarlas hasta el punto de reducirlas a objetos sexuales, la historiadora del arte Linda Nochlin, experta en analizar la representación femenina en el arte, aseguró en 1994 que la apuesta de Mugler era tan extrema que sus mujeres "no eran objetos sexuales, sino sujetos sexuales".

Mugler se consideraba más influenciado por diseñadores como el californiano Rudi Gernreich que por los franceses de su generación. "Fui yo quien abrió la veda. Ellos simplemente me siguieron", llegó a afirmar sobre sus colegas de profesión. El francés fue uno de los pioneros en concebir sus desfiles como espectáculos que trascendían la moda. En 1984, por ejemplo, congregó a 6.000 personas en el estadio Zénith de París creando un macroevento en el que más de la mitad de los asistentes pagaron la entrada de su bolsillo. Tampoco era extraño que sus shows durasen hora y media.

Para él desfilaron todas las grandes supermodelos de la década de los noventa. Desde Linda Evangelista a Kate Moss pasando por Claudia Schiffer, Naomi Campbell o Eva Herzigova. Su colaboración con el mundo de la música también fue muy prolífica. Antes de que vistiera a Beyoncé en su gira de 2008, una de las colaboraciones más recientes y recordadas, David Bowie, Madonna o Céline Dion vistieron sus diseños.

A pesar de que siempre quiso huir de lo comercial, uno de sus grandes hitos fue su línea de perfumería, producida y desarrollada por Clarins. En concreto, el perfume Ángel fue una de las fragancias más revolucionarias y vendidas durante la década de los noventa.

Las siluetas ajustadas, las asimetrías, las formas femeninas al descubierto y la iconografía de 'mujer fatal' del cine clásico definieron sus propuestas. Él mismo bautizó a estas mujeres como Glamazon, un concepto que después reivindicaría la drag queen RuPaul.

En 2002 se retiró de la primera línea de la moda y comenzó un cambio físico que hacía difícil reconocerlo en los últimos tiempos. La cirugía estética transformó su rostro y el culturismo, su cuerpo. El propósito era precisamente que nadie lo pudiera identificar: "No quiero que nadie me recuerde lo que hice", aseguró sobre su trabajo.

Tras casi dos décadas retirado de la moda, en las que se dedicó a otros proyectos artísticos como la fotografía o el diseño de vestuario para espectáculos como Zumanity de El Circo del Sol, el diseñador regresó para diseñar el vestido efecto mojado que Kim Kardashian lució en la Gala Met de 2019. Esa estética inspirada en las prendas mojadas ya la había explorado en su colección de alta costura de la primavera de 1998.

En los premios Grammy de 2019 la artista Cardi B no solo hizo historia al ser la primera mujer en ganar en solitario el galardón a mejor álbum álbum de rap, también por cómo acudió a recogerlo. Lo hizo con este diseño de alta costura que presentó Thierry Mugler en 1995, en su desfile más recordado, Cirque d’hiver. Un modelo en terciopelo negro y satén rosa que se abría a la altura de la cadera, como una mujer surgiendo de una concha, y que estaba inspirado en El Nacimiento de Venus.

El vestido mariposa que presentó en la alta costura con Jerry Hall como modelo para la colección Les Insectes, de 1997, también ha sido rescatado con el tiempo. Por Jennifer López, Irina Shayk o Beyoncé, que lo lució para rodar el videoclip de Diva en 2009. Sus diseños de archivo también han sido recuperados por rostros tan conocidos como Lady Gaga, cuyo estilista en la década de 2010, Nicola Formichetti, era también director creativo de Mugler por aquel entonces.

Mugler se aseguraba de que sus desfiles fueran auténticos espectáculos encargándose no solo de la colección, sino también de la escenografía, la iluminación y el estilismo. Sin duda su sentido del espectáculo, que agitó la industria y creó escuela, será recordado para siempre.|

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