La primera edición del festival «Dale Argentina» tiñó Madrid de celeste y blanco – Negocios & Política
 

La primera edición del festival "Dale Argentina" tiñó Madrid de celeste y blanco

El festival, que ya había acogido a más de 9.000 personas en Barcelona, esta vez se realizó en una fecha más que significativa: 9 de julio. Tuvo la participación de Ratones Paranoicos, Coti Sorokin, Diego Torres, Enrique Iglesias, Julieta Venegas, entre otros artistas y bandas. La gastronomía argentina también estuvo presente con carritos de empanadas, el famoso “choripán”, alfajores de dulce de leche y una barra de bebidas. 
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Para aquellos que viven fuera de su país, cada espacio de reencuentro con la patria es una caricia al alma. Y así se sintió la primera edición del festival “Dale Argentina” en Madrid: una alegría para los que se fueron buscando mejores condiciones de vida pero que todos los días extrañan a su gente.

El festival, que ya había acogido a más de 9.000 personas en Barcelona, esta vez se realizó en una fecha más que significativa: 9 de julio, día de la independencia. Un momento histórico que marcó el inicio de la autonomía del país.

“Dale Argentina” reunió los corazones de un recinto lleno, que parecía haberse puesto de acuerdo previamente para respetar un “código de vestimenta”. Niños pequeños y adultos vestidos con la camiseta de la selección argentina de fútbol, reciente campeona del mundo, no paraban de ingresar a un recinto ya rebasado.

El rock argentino sacudió Madrid

De repente, en pleno concierto de Juanse, el líder de Ratones Paranoicos, comenzó a oírse un murmullo cada vez más intenso: “¿Está Fito? Voy a traer a una persona que quiero mucho y que quieren mucho ustedes también” dijo. Y ahí estaba Fito Páez con una camiseta verde flúor, que lo acompañó cantando una versión distinta de “Sigue girando” y se fue.

Juanse se mostró emocionado y dijo “ustedes no saben lo que es escuchar que el pueblo cante el nombre de uno”. Y dio paso a una de las canciones con el nombre más coreado de la historia de Argentina: Maradona.

Cantaba “quisiera que esto dure para siempre, casi tanto como una eternidad” mientras flameaban banderas argentinas con nombres de distintos barrios pintados en marcador negro. Automáticamente, esa letra entre el público mutó y Juanse decidió no quedarse atrás: “Quisiera ver al Diego para siempre, gambeteando por toda la eternidad (...) Para el pueblo, lo mejor. Diego Armando Maradó”.

Más temprano, Coti Sorokin había deslumbrado con canciones de su disco editado en 2012 “Lo dije por boca de otro”, como “Color esperanza” de Diego Torres, “Donde estás corazón” de Enrique Iglesias o “Lento” de Julieta Venegas.

Suenan las primeras estrofas del himno nacional de Argentina. “Coronados de gloria vivamos o juremos con gloria morir” canta Ricardo Mollo, acompañado por un coro de argentinos desafinados y con lágrimas en los ojos. De esta manera comenzó Divididos, una de las bandas más esperadas del festival, a juzgar por las camisetas de los asistentes.

El trío recorrió clásicos de su carrera sin olvidar a dos grandes de la música argentina: Norberto “Pappo” Napolitano y Sumo, el grupo encabezado por el fallecido Luca Prodan y al cual Ricardo Mollo y Diego Arnedo (bajo) pertenecían.

“Par mil” fue un momento particularmente emocionante. Sonaba “luz, luz, luz del alma” mientras un juego de luces del escenario iluminaba toda la carpa, la gente levantaba los brazos en señal de alabanza y la batería de Catriel Ciavarella generaba un clímax por demás absorbente.

Pero esto no era todo. Damas Gratis, la banda de cumbia más famosa del país, cerró el festival haciendo un extenso recorrido por sus clásicos, censurando algunas de sus letras, teniendo en cuenta que cuando se escribieron el contexto social era otro.

La previa

En las horas previas al inicio del festival una horda de personas caminaban por las calles aledañas al Espacio Cibercaja Delicias, y a medida que se sumaba nueva gente en las esquinas se volvía a cantar “Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar”, el hit del mundial de Qatar 2022, que además se escuchó durante todo el evento en momentos completamente aleatorios.

Había fútbol, música, buena comida. Carritos de empanadas, el famoso “choripán”, alfajores de dulce de leche y una barra de bebidas adornaban un pequeño patio de comidas que contenía las dos cosas más solicitadas en una tarde de verano: sombra y cerveza fría.

Pero no sólo las marcas de gastronomía dentro del festival aprovecharon la oportunidad, sino que también algunos locales argentinos en todo Madrid se sumaron a la movida y organizaron peñas para empezar a celebrar este día que, para muchos fanáticos, será inolvidable.

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    Ant Sig