Respetando los protocolos de seguridad, llegaron pasada las 9.20 a sufragar, a la sede de educativa ubicada en avenida Alicia Moreau de Justo 1400 de la ciudad de Buenos Aires, el Presidente y su pareja, Fabiola Yañez. Con prisa, debido a los tiempos pautados para que el primer mandatario brinde una rueda de presa luego de emitir su voto, la Primera Dama apuró los pasos y votó en cuestión de segundos.
Con un vestido largo blanco con un lazo a la cintura y escote en V, una cartera pequeña estilo bandolera haciendo juego, una camisa azul noche simil jean para cubrirse del leve frío y unas botas de cuero marrones con tacos, Fabiola se acercó a sufragar cómoda y desenvuelta a la par de su cabello que lo lució suelto y desenfrenado en una jornada de clima inestable y nublado. Bajo el barbijo blanco, se pudo ver que la Primera Dama disfrutaba de la jornada y acompañaba los dichos de Alberto Fernández a la prensa.
"Esta mañana cumplí con mi deber de votar. Me alegra que las argentinas y argentinos podamos expresarnos con libertad y convicción. Agradezco el Compromiso de cada autoridad de mesa y fiscal que hoy trabajan para fortalecer la democracia", reflejó en sus redes la Primera Dama.
A pesar de la poca militancia y acompañamiento a las afueras de la institución, Alberto remarcó que celebraba la jornada democrática y que “mañana debía seguir gobernando la Argentina”, por ende continuaría viviendo los comicios como un día más. “Ahora me voy a tomar un café con Leandro, con Fabiola y algunas compañeras más. Vamos a pasarlo en familia y seguramente después vendrán algunos colaboradores, como Santiago Cafiero y Martín Guzmán, con quienes seguiremos de cerca este día”.
Consultado por el bebé de la Primera Dama dijo “Fabiola está bien con la panza creciendo”, mientras ella levantaba los pulgares y daba a entender que iba en excelentes condiciones con una notoria panza que va mostrando el cuarto mes de embarazo.
Minutos después de la rueda de prensa, el Presidente junto a Fabiola y al candidato a Diputado Nacional por la ciudad de Buenos Aires, Leandro Santoro, un cafe con leche y medialunas en una cafetería de Puerto Madero. |