El Royal Lodge no es lo mismo tras su retorno. El silencio inquietante de una mansión que envolvió a generaciones de niños (la reina Isabel entre ellos), no es para cualquiera. Es que la mansión de £30 millones y de 31 habitaciones no son suficientes para darle consuelo al Príncipe Andrés, luego de haber solventado no solo un millonario acuerdo para salir “ileso” sino haber perdido la dignidad ante su familia real.

No solo no podrá estar presente durante los festejos del Jubileo de Platino de su madre, sino que no será visitado por nadie. El acuerdo extrajudicial por 12 millones de libras esterlinas que acordó con Virginia Roberts Giuffre, quien durante años lo acusó de agresión sexual, no fue una suma pequeña para una persona a la que siempre ha dicho que no recuerda haberla conocido.

Pero el calvario de Andrew no terminó después del juicio. A pesar de que fue removido de sus patrocinios reales y de su título de Alteza Real, los concejales de York han dicho que están trabajando para despojarlo de su libertad de la Ciudad en una moción que también le pedirá que renuncie a su título. A modo de consuelo, podría seguir siendo el Consejero de Estado de la Reina y conservar el rango de servicio de Vicealmirante. Expertos, predicen que se le negará el acceso al servicio de acción de gracias por su padre, el Príncipe Felipe, en la Abadía de Westminster el 29 de marzo.

Muchos esperan que se esconda en el exilio, en un lugar como Royal Lodge, que marcó su infancia con fiestas, cenas las visitas de sus hijas Beatrice y Eugenie y sus nuevas familias, donde Andrés era un excelente anfitrión y tenía un estilo de vida más que envidiable: un chalet Verbier de 18 millones de libras esterlinas, Patek Philippes, dos Range Rovers y un Bentley. Pero su lujosa manera de vivir, excedía la fortuna de la Corona e inclusive el año pasado un donante del Partido Conservador había liquidado una deuda de 1,5 millones de libras esterlinas que tenía con un banco privado en Luxemburgo.

A puertas adentro, le sugirieron que renuncie a su contrato de arrendamiento de Royal Lodge, que tomó en 2004 por £1 millón. Podría ser compensado con hasta 7 millones de libras esterlinas por las renovaciones que financió cuando se mudó por primera vez. Un amortiguador para una vida cómoda en el exilio Luego se suspenderán los lujosos viajes de esquí a los Alpes. El mes pasado, encontró un comprador para Chalet Herola, el albergue de esquí de Verbier que él y Fergie compraron en 2015 como ahorro para sus hijos.

Su biógrafo Nigel Cawthorne también ha dicho: "Pronto llegará un punto, creo, en el que el público simplemente querrá deshacerse de él y se verá obligado a reconocer que tiene pocas opciones más que buscar refugio en un país extranjero". De cualquier manera, el sentimiento general es que la única forma de avanzar de Andrew es desaparecer de la vida pública.

Sarah Ferguson, a quien 'nunca dejó de amar', se ha mantenido firme en su apoyo, describiéndolo como 'un gran hombre'. La ex novia Lady Victoria Hervey ha estado publicando en Instagram teorías de que la infame foto del Príncipe, Virginia Giuffre y Ghislaine Maxwell está manipulada. Maxwell, de quien también se rumorea que salió con Andrew, dijo en un correo electrónico filtrado que creía que la fotografía era real y se informó que estuvo en contacto con el príncipe hasta poco antes de su arresto.

Otros exilios famosos

Ciertamente, no tendrá la misma segunda oportunidad que otros miembros de la realeza rechazados. El duque y la duquesa de Windsor pasaron su exilio no oficial en Francia, no se les permitió regresar al Reino Unido sin el permiso del rey Jorge VI, pero pudieron disfrutar de una vida de decadencia y cenas.

El padre del duque, el príncipe Felipe, que nació en la familia real griega, sabía todo sobre el derrocamiento, ya que se vio obligado a exiliarse a los 18 meses de edad. Hijo único del príncipe Andrés de Grecia y la princesa Alicia de Battenberg, Felipe vivió en Francia, Alemania y Gran Bretaña como un niño nómada. Cuando tenía 10 años, su madre había sido internada en un sanatorio, sus hermanas se casaron con hombres alemanes y su padre se fue al sur de Francia.

Finalmente, fue acogido por la familia Mountbatten, que tenía estrechos vínculos con la familia real británica y la de varios países europeos. Lejos de mantener un perfil bajo, los descendientes de la antigua realeza griega ascendieron a los escalones más altos de la sociedad global y Felipe, por supuesto, se casó con la reina Isabel. Pero la de Andrew no será una historia de redención.

La princesa Mako de Japón lo ha hecho con su nueva vida, cambiando el Palacio Imperial de Tokio por un apartamento de una habitación en Nueva York, todo por la oportunidad de casarse con su marido 'plebeyo' Kei Komuro, que había sido vilipendiado por el público japonés. La semana después de su mudanza en noviembre de 2021, la vieron con jeans y un abrigo verde holgado, comprando toallas en Bed, Bath & Beyond, y perdiéndose en su camino de regreso a casa. Por esto, renunció a su estatus real, rechazó un pago de 1,2 millones de libras esterlinas y Komuro aceptó un trabajo en un bufete de abogados estadounidense. Fueron etiquetados como Harry y Meghan de Japón, pero la suya no es una mansión Montecito con gallinero.

Si no fuera por las preocupaciones del FBI, el duque de York podría haber llegado a Florida, donde se ha reunido una pequeña cantidad de Trump exiliados extraoficialmente. Donald reside en Mar-a-Lago, su resort de Palm Beach, a una milla de donde alguna vez vivió el viejo amigo del arrepentido Duke, Epstein. Allí, el expresidente está redescubriendo su voz con su nueva plataforma Truth Social (después de haber sido eliminada de muchas de las principales redes sociales) y, según los informes, se presenta en bodas para dar discursos sobre sí mismo. Hasta ahora, tan en la marca.

Jared Kushner e Ivanka Trump, aparentemente relegados de la realeza de Nueva York a parias sociales, se encuentran en la pequeña ciudad de Surfside. Según Architectural Digest  están alquilando un gran apartamento sin amueblar en Arte, un nuevo desarrollo frente al mar diseñado por el arquitecto italiano Antonio Citterio. Se dice que propiedades similares en el área se arriendan por decenas de miles de dólares al mes. A diferencia de Donald, Javanka está haciendo todo lo posible para mantener la calma.|