El presentador brasileño, Wallace Souza, fue un poco más allá de los límites e incluso se lo acusó de organizar y ejecutar asesinatos para después cubrirlos en su programa de televisión Canal Livre y ganarle a sus competidores en audiencia.

El policía devenido en conductor supo brillar en la televisión brasileña y ganar siempre en los índices de rating con su programa local, llegando antes que nadie y obteniendo las primeras imágenes y los testimonios exclusivos sobre los acontecimientos criminales en la ciudad de Manaos. Además de aumentar sus números en la TV, también lo hacían sus recursos económicos y su poder político.

Canal Livre daba detalles sobre los crímenes que incluso la Policía desconocía. Se llegó a pensar que era por el pasado de Souza en la fuerza o porque la gente prefería llamar al canal para contar los sucesos antes que denunciarlos. Y si bien esto es cierto, el afamado conductor no tuvo suficiente y decidió comenzar a crear las noticias que luego presentaría al aire para saciar su sed de éxito.

Wallace Souza nació el 12 de agosto de 1958 en Manaos, ciudad capital del Estado de Amazonas, Brasil. Antes de su éxito frente a las cámaras sirvió como policía, lo hizo desde 1979 hasta ser despedido a fines de los ochenta por fraude en las pensiones y robo de gasolina. La relación con el delito sería una marca registrada en su vida.

En 1989 comenzó su carrera como presentador de TV. Su programa se transmitió durante 10 años en la ciudad donde nació, ese lugar de asfalto, hoteles y casinos en el medio de la selva. Canal Livre fue un éxito. Se caracterizaba por exponer y denunciar como nadie los crímenes de asesinatos, secuestros y organizaciones relacionadas a la trata de personas.

Fue tan importante el crecimiento de la imagen pública de Wallace que incluso saltó a la política en 1998. Fue elegido en la Asamblea Legislativa de Amazonas en ese año, para ser reelecto en 2000 y 2006 representando al Partido Progresista de corte conservador. Su inmunidad parlamentaria lo favoreció, pues dificultó y ralentizó la investigación que surgió en agosto de 2009 en su contra, cuando la Policía comenzó a investigarlo por los cargos de ordenar asesinatos para aumentar la audiencia de su programa.

"Killer Ratings"

De esta tremenda historia incluso se hizo una serie que fue lanzada en el 2019. La plataforma de streaming Netflix fue la encargada de estrenar Killer Ratings, una serie documental del género crímenes reales, aquellas que repasan y recrean casos verdaderos con historias tan extrañas como impresionantes. La serie cuenta con siete episodios y muestra los pormenores de este entramado a través de entrevistas y material de archivo.

Allí vemos como Wallace Souza pasó de ser un policía a un periodista y político muy popular en la ciudad de Manaos. Pero también dejó de ser un auténtico héroe, en esta ciudad azotada por la delincuencia y las pandillas, para ser sospechoso de por lo menos cinco crímenes. Y su popularidad cayó de la noche a la mañana con la misma fuerza con la que subió.

Canal Livre llegaba siempre primero al lugar donde se cometían los crímenes, a veces incluso antes de las fuerzas policiales, y daban datos sobre los hechos que ni estos conocían. Mostraban imágenes impactantes, hablaban con los protagonistas y tenían testimonios únicos. Pero la suerte de Souza cambió cuando Moacir Jorge da Costa, ex policía y guardaespaldas del periodista, fue arrestado acusado de cometer nueve asesinatos.

La caída

Moa, como era conocido en el mundo criminal, señaló directamente a Souza y su hijo Raphael como autores intelectuales de estos crímenes e incluso presentó pruebas. Por su parte, el presentador de TV señaló que todo se debía a una persecución política por parte de sus detractores, ya que había investigado y expuesto a una organización de tráfico de personas.

Un allanamiento en su hogar complicó las cosas. Wallace Souza terminó siendo prófugo de la Justicia mientras era acusado de liderar una banda criminal que encargaba los asesinatos de narcotraficantes, a los que luego les robaba el dinero y también se quedaba con la droga. Todo eso bajo el mote de "defensor del pueblo".

Para seguir engordando la situación, su hijo Raphael fue detenido por la Justicia luego de ser acusado de homicidio, tráfico de drogas y posesión ilegal de armamento. Al final, Souza se entregó a la Policía el 9 de octubre de 2009. Pero falleció por un infarto al año siguiente en un Hospital de San Pablo, donde había sido internado unos meses antes. Se fue de este mundo sin ser condenado.|