Por qué fue tan trascendental el encuentro entre Massa y Haddad en Brasil y qué rol jugó Enríquez Ominami – Negocios & Política
 

Por qué fue tan trascendental el encuentro entre Massa y Haddad en Brasil y qué rol jugó Enríquez Ominami

A pocos días de asumir Lula su tercer mandato, se gestó en San Pablo una reunión estratégica con la intención de reasumir el sendero de integración binacional. El rol del Grupo de Puebla en la nueva dinámica de poderes en la región y cómo planea seguir articulando.
Economía
Economía

La noticia pasó como uno de los tantos encuentros y reuniones bilaterales. Ocurrió la semana pasada en San Pablo, cuando el ministro Sergio Massa se reunió en Brasil con el vicepresidente electo, Geraldo Alckim (y futuro titular de la cartera de Industria y Comercio), y con Fernando Haddad, quien en 48 horas firmará como Ministro de Economía.

En ese momento, Télam informó que Massa avanzó con Alckmin y Haddad en una "agenda de integración regional", además de poner sobre la mesa ejes estratégicos en torno a la energía y el comercio exterior.

Más allá de estos detalles, lo que parece un simple encuentro de alto nivel entre dos gobiernos, no hubiera sido factible en el corto plazo si no hubiera sido por una figura que actuó como articulador.

De hecho, Argentina y Brasil llevaban varios años sin un cónclave de estas características, situación que fue destrabada gracias al oficio de un chileno: el dirigente de centro izquierda Marco Enríquez-Ominami, miembro activo del Grupo de Puebla.

¿Por qué fue clave su rol? "Porque es muy cercano a los dos: a Haddad y a Massa", señaló una fuente de la diplomacia argentina que también articuló para que se diera el encuentro.

Este medio consultó directamente al dirigente chileno, quien se excusó al responder que no podía hacer declaraciones sobre la reunión, porque en realidad se trataron de conversaciones entre dos países. No obstante, no negó su participación en el cónclave.

Descongelar el vínculo

Según pudo reconstruir N&P, Enríquez Ominami viajó en el mismo avión privado que llevó a Massa hasta San Pablo. Y también desde el propio entorno de Fernando Haddad, quien fuera el candidato de Lula preso cuando Bolsonaro ganó la elección en 2018 y además integra el Grupo de Puebla, también confirmaron el rol que tuvo el dirigente transandino. "Lo que ha permitido el encuentro es que se pueda volver a articular entre ambos gobiernos, algo que había sido completamente detenido por Bolsonaro desde que Macri se fue del gobierno", señalaron desde Brasil.

Es misma versión fue ratificada desde sectores afines al gobierno de Alberto Fernández: "Bolsonaro congeló todas las iniciativas".

El ministro argentino con Geraldo Alckmin
Sergio Massa junto a Geraldo Alckim, quien el 1° de enero asume como vicepresidente de Brasil.

Por eso, uno de los ejes centrales de la conversación giró en torno a la industria automotriz. "Con el gobierno de Bolsonaro, Brasil perdió mucho mercado en Argentina, que fue ocupado por los chinos. Es un sector muy importante de la economía de ambos países, y se volvió parte sustantiva de las conversaciones", indicaron las mismas fuentes. De hecho, uno de los presentes se sorprendió por "el nivel de desconocimiento que los brasileros tenían en algunos temas acerca del daño que les provocó su gobierno", confiaron.

Tal vez ahí está la razón por la cual, en su rol de embajador argentino en Brasilia, Daniel Scioli, tuvo que desplegar la actividad diplomática relacionándose con los “governadores estaduales” ya que las vías con la presidencia no permitían grandes avances. Aún así, la labor desplegada por la misión argentina fue notoria.

Rol de articulador

Más allá de las discusiones puntuales y de las posibilidades concretas de firmar nuevos acuerdos ni bien Lula asuma su tercer mandato el 1° de enero, el encuentro de alto nivel dejó la sensación de que el Grupo de Puebla comienza a cumplir un interesante rol de articulador entre los países latinoamericanos.

Nacido de algún modo como una contracara del llamado "Grupo de Lima", que congregaba a mandatarios sudamericanos de derecha, fundamentalmente con la misión de desestabilizar el gobierno de Maduro en Venezuela, el Grupo de Puebla no deja de ganar influencia en el cono sur, más aún con la llegada al poder de dirigentes del arco progresista en distintos países de la región.

De hecho, del encuentro de la semana pasada se confirmó también la presencia de Luiz Inácio Lula da Silva en Argentina, el próximo 25 de enero, en lo que será su primera salida de su país luego de asumir el mando, una costumbre que también respetó en sus anteriores mandatos.

    Vínculo copiado al portapapeles.

    3/9

    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

    Ant Sig