Un nuevo roce diplomático erosionó las relaciones entre el Gobierno del ecuatoriano Guillermo Lasso y el de su par Alberto Fernández. Se produjo en torno a un caso judicial donde el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, se encuentra en el centro de un escándalo de corrupción.
Este domingo, la Cancillería de Ecuador reiteró que María de los Ángeles Duarte, exministra de Obras Públicas durante el mandato de Correa, no puede recibir el asilo que solicita al Gobierno argentino por tener una condena en firme por corrupción.
Desde hace más de dos años que la exfuncionaria se encuentra alojada, junto a su hijo adolescente, en la sede de la representación diplomática argentina en la ciudad de Quito. A ese lugar llegó y pidió refugio tras argumentar que era víctima de persecución política.
"Las convenciones que norman el asilo diplomático excluyen la posibilidad de conceder asilo a personas condenadas por delitos comunes", recordó la Cancillería ecuatoriana, en reacción a las informaciones publicadas sobre un eventual otorgamiento de asilo a Duarte por parte del mandatario argentino.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador ya se había pronunciado en contra de cualquier posibilidad que se encuentre por fuera del cumplimiento de los tratados internacionales. También remitió toda la información de la situación jurídica que afronta la exfuncionaria.
Duarte fue ministra de Obras Públicas de Ecuador entre el 19 de febrero de 2015 y el 6 de enero de 2017. Luego fue condenada a ochos años de cárcel por cohecho como parte del caso "Sobornos 2012-2016", una trama de financiación irregular del entonces movimiento oficialista Alianza País, liderado por Correa, con aportes indebidos de empresas que no fueron declarados.
Cuando el 13 de agosto de 2020 llegó a las puertas de la Embajada Argentina, la representación diplomática la recibió como "huésped por razones humanitarias". Ahora el tema vuelve a ser parte del correo diplomático entre Ecuador y Argentina.
El expresidente Correa (2007-2017), que fue uno de los condenados a ocho años de cárcel en este caso en calidad de autor mediato (con dominio y conocimiento del hecho). Pero él siempre ha negado las acusaciones en su contra y ha denunciado una persecución política para dejarlo fuera del tablero electoral.
Correa reside desde 2017 en Bélgica y alega tener la condición de refugiado por las autoridades belgas, lo que impediría que logre su objetivo una solicitud de extradición presentada por la Justicia ecuatoriana al país europeo. |
