Los manifestantes ingresarán a la ciudad de Buenos Aires desde el conurbano en tres grandes columnas, una logística similar a la utilizada el 12 de mayo, día en que finalizó la “Marcha Federal” con una concentración de unas 150 mil personas frente a la Casa Rosada.
En esta oportunidad el epicentro de la concentración será el ministerio de Desarrollo Social bajo la consigna “Por trabajo y por salario. Contra el hambre y la pobreza. Para recuperar los salarios caídos. Contra el ajuste que el Gobierno acordó con el Fondo Monetario Internacional”.
Luego de esta movilización que está prevista para el 9 de junio, el día 13 se realizará el Plenario Nacional Piquetero en el Obelisco “para votar un plan de lucha contra el ajuste”. Del encuentro participarán nuevas organizaciones invitadas y secretarios del movimiento obrero. También se votarán nuevas medidas de “acción directa” y no se descarta realizar un acampe en pleno centro porteño por 48 horas sobre la Avenida 9 de Julio.
Al respecto, el ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, adelantó que no permitirá una permanencia prolongada de los manifestantes en las calles y que intentará evitarlo a través de la Policía de la Ciudad. En su momento, el funcionario de Horacio Rodríguez Larreta apuntó contra el Polo Obrero por los acampes realizados anteriormente, al sostener que esa forma de protesta es una “herramienta extorsiva” y pidió “sacarle el plan al que corta las calles”.
En tanto, Gerardo Milman, diputado nacional por JxC, presentó un proyecto de ley para sancionar a las organizaciones sociales que cometan delitos en ocasión de manifestaciones públicas, tales como la libre circulación de los ciudadanos. La iniciativa apunta contra los piqueteros y también pretende quitarle los planes sociales.
Otras medidas de fuerza
El 13 de junio, durante el Plenario Nacional Piquetero, se votará una propuesta de paro nacional, para lo que solicitarán una reunión con los dirigentes de la CGT y las dos CTA.
En una entrevista con Infobae los dirigentes de la Unidad Piquetera analizaron que, “la caída de los ingresos fijos, de salarios, jubilaciones y programas sociales es innegable, la inflación en alimentos superó en el primer cuatrimestre el 30%, dejando a millones en la pobreza y la indigencia”. Y aseguran: “El país está paralizado y no se generan puestos de trabajo nuevos hace años, mientras los usureros internos y externos se la llevan en pala”.|