El metaverso puede ser un lugar muy divertido pero a la vez un mundo muy peligroso para niños y adolescentes. Los rincones oscuros del popular juego de Roblox esconden fiestas sexuales, fetichismo y acoso que supera la virtualidad y puede convertirse en un arma mortal para la realidad.
Roblox es, en realidad, muchos juegos en uno. Los usuarios pueden hacer sus propias creaciones y subirlas para compartir distintos lugares, salas y formas de interacción. El videojuego gratuito permite a los usuarios diseñar y crear sus propios juegos que cualquier otra persona puede jugar. Hay más de 40 millones para elegir y estos pueden variar: desde adoptar una mascota virtual o vivir en un castillo de fantasía, hasta desafíos multijugador de disparos y carreras de obstáculos.
Al igual que muchos otros juegos en línea, los más de 200 millones de usuarios activos de Roblox, aprovechan el metaverso para encontrarse, pasar el rato, compartir experiencias y charlar. Pero la mayoría son menores de 13 años y el juego que se convirtió en una salida divertida para mantener a los niños ocupados durante la pandemia, develó tener más contras que pros, que son ignoradas por la mayoría de los padres.
Su crecimiento explosivo, produjo que la empresa tuviera la responsabilidad de proteger a su joven audiencia. Pero los márgenes que se manejan dentro de dicho metaverso aún no han podido ser controlados: "Roblox está trabajando ahora en el desarrollo de clasificaciones de contenido para los juegos y en formas de hacer que los controles parentales sean más fáciles de encontrar y utilizar", dijo Remy Malan, vicepresidente de confianza y seguridad.
Según la empresa, el problema excede al juego sino que es una problemática ya instalada en la virtualidad: a principios de mes, una mujer denunció que violaron a su avatar en un ecosistema virtual. El problema es que el juego creado por David Baszucki, CEO de la compañía, está calificado para niños de 7 años en adelante, pero alberga juegos con salas donde los avatares pueden quitarse la ropa y simular sexo mientras otros miran, fiestas de strippers y hasta sadomasoquismo.
“Un hombre desnudo, que sólo lleva un collar de perro y una correa, es conducido por el suelo por una mujer con un traje de bondage. Dos strippers bailan junto a una barra. Un grupo se ha reunido en torno a una pareja que mantiene relaciones sexuales abiertamente, observando y comentando ocasionalmente. Un hombre lleva un uniforme nazi. Esto no está ocurriendo en el mundo real, sino en una plataforma de juegos para niños”, describió un medio británico en una investigación.
Los juegos sexuales de Roblox, conocidos comúnmente en la plataforma como "condominios", son espacios, generados por los usuarios, donde la gente puede hablar de sexo, y donde sus avatares pueden tener sexo virtual. En estos juegos, las reglas de Roblox no se cumplen. El problema además se puede trasladar por fuera del metaverso. Los extraños que interactúan con chicos, disfrazados de otros niños: lo que se conoce como grooming.
La plataforma permite que los jugadores chateen entre sí mientras juegan y eso ha dado pie a multitud de denuncias de posibles depredadores sexuales, que al igual que en las redes sociales, se aprovechan del anonimato para interactuar con los menores a través del chat. Hasta llegan a ofrecer beneficios dentro del juego a cambio de delitos sexuales.
Lo cierto es que los problemas son de todo tipo, no solo de sexo, sino también de situaciones violentas. Un minijuego de conducción de Roblox invitaba a los jugadores a simular el asesinato de personas pertenecientes a minorías étnicas atropellándolas con un coche. Los datos que preocupan -o deberían preocupar- a padres de todo el mundo tienen que ver con las cifras: son realmente descomunales.
En 2020 Roblox comunicó que dos tercios de todos los niños estadounidenses entre las edades de nueve y 12 años usan el juego: "Sabemos que hay un subconjunto extremadamente pequeño de usuarios que intentan deliberadamente romper las reglas". Pero la compañía enfatiza que es muy poco probable que un niño se cruce con estas salas, salvo que las busque de manera activa. Por otro lado, hacen hincapié en la moderación: dicen que estos juegos están online sólo por un rato, hasta que los eliminan desde la plataforma.
Por ahora, lo cierto es que lo mejor es que los padres habiliten la configuración de contacto más restrictiva que desactiva el chat por completo o limita las interacciones sólo a los amigos. Es decir, que solo puedan jugar y hablar con sus conocidos. Por otro lado, es clave que los padres controlen que los chicos entren solo a salas conocidas y creadas por ellos mismos. Esto también se puede tocar desde la configuración. Es la forma más fácil de ahorrarse problemas que puedan tener consecuencias irreversibles.|